El agua que a llega 4980 personas que viven en Cipreses de Oreamuno, en Cartago, contiene derivados del plaguicida clorotalonil. Un estudio publicado por el Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET-UNA), reveló la afectación, y provocó que la diputada de Liberación Nacional, Rosaura Méndez, y el legislador del Frente Amplio, Antonio Ortega, pidan cuentas a las autoridades.
El laboratorio de la UNA no cuenta con la Acreditación de la Norma Internacional, situación que el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados y el Ministerio de Salud utilizan para tomar los resultados como no oficiales.
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Méndez y Ortega enviaron escritos al AyA y al Ministerio de Salud para que se esclarezca la contaminación y urgir a buscar soluciones. Las personas diputadas, representantes de la provincia de Cartago, cuestionan la falta de capacidad del Laboratorio Nacional de Aguas ya que no tienen capacidad técnica de resolver el problema.
En los análisis del IRET-UNA se halló en las las nacientes de Plantón y Carlos Calvo de la ASADA de Cipreses de Oreamuno:
- 1,3-dicarbamoil-2,4,5,6 tetraclorobenceno.
- 4-hidroxiclorotalonil.
En cuanto a la toma de agua para consumo humano en el Plantón, las cantidades encontrada fueron de 6,6 microgramos por litro (ug/L) para 1,3-dicarbamoil-2,4,5,6 tetraclorobenceno y de 0,13 ug/L para el 4-hidroxiclorotalonil.
En el caso de la naciente Carlos Calvo, el instituto pudo cuantificar la presencia de 0,8 ug/L de 1,3-dicarbamoil-2,4,5,6 tetraclorobenceno.
El investigador del IRET a cargo e integrante de la Red Internacional de Acción en Plaguicidas, Fernando Ramírez, explicó que lo que se ha encontrado en los análisis de agua son derivados del clorotalonil, que se utiliza en agricultura (zanahoria, papa y culantro principalmente).
Según detalló el Ministerio de Salud a Delfino.cr, la reglamentación de Costa Rica sobre las concentraciones de plaguicidas en el agua no permite la presencia mayor a 0.1 ug/L de plaguicida único o de 0.5 ug/L como suma de todos los plaguicidas detectados.
Ramírez detalló que el estudio se realizó debido a que algunos vecinos indicaban que la proximidad de actividades agrícolas no respetaba los 200 metros de límite que estipula la Ley de Aguas N° 276 en su artículo 31.
El 6 de mayo anterior, el AyA y el Ministerio de Salud indicaron que esperan contar con estudios de un laboratorio con licencia para poder emitir recomendaciones al respecto.
Desde el 2019 no se renovó el permiso de uso del fungicida Clorotalonil en la Unión Europea por lo tanto está prohibido su uso en dicha región. Adicionalmente, la Oficina de Programas de Pesticidas de la Agencia de Protección Ambiental del gobierno de Estados Unidos clasifica al plaguicida como un probable cancerígeno para humanos desde 1997.
Integrantes del colectivo Frente Ecologista de Cipreses, que han denunciado la contaminación del agua en diferentes instancias, reconocieron el apoyo recibido por la liberacionista y el frenteamplista en la intención de darle seguimiento al tema en pro de la la salud pública y los recursos naturales.