El Tribunal Penal de Desamparados condenó, la mañana de este miércoles, al exsacerdote y exvocero de la Iglesia Católica costarricense en temas de familia, Mauricio Víquez Lizano, a 20 años de cárcel por un delito de violación y otro de abuso sexual en perjuicio de una persona víctima que, al momento de los hechos, era menor de edad.
Así lo dictaminó el tribunal esta mañana, al condenarle a 14 años por un delito de violación agravada y a otros 6 años por abuso sexual contra persona menor de edad. Víquez, sin embargo, fue absuelto por duda de uno de los delitos de violación por los que se le estaban investigando pero que, sin embargo, no es el único que pesó en su contra.
El excura también estaba acusado de 29 delitos de abusos deshonestos; 22 de abuso sexual en perjuicio de persona menor de edad; uno de tentativa de violación; 3 de violación; cinco de difusión de pornografía y uno de corrupción agravada.
Sin embargo, la única causa que prosperó, debido a que el Tribunal consideró que el resto estaban prescritas, fue la de un hombre de apellidos Alvarado Quirós, quien fue víctima de Víquez mientras era menor, y cuya condena se cristalizó el día de hoy.
La prescripción a tres causas más contra el excura fueron apeladas y se está a la espera de lo que finalmente resuelvan los jueces a cargo, por lo que el caso en esa vía podría no haber finalizado aún.
Según reportó el diario La Nación, Víquez lloró al escuchar su condena que aún no está en firme; se le impusieron 6 meses más de prisión preventiva mientras esta se procesa y se resuelve una posible acción civil resarcitoria contra la víctima.
Causa larga
Víquez Lizano ocupó diversos cargos importantes en la Iglesia Católica, desde cura párroco hasta vocero de la Iglesia en temas de familia donde se posicionó públicamente en contra de temáticas como el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En ese periodo, según señalan las acusaciones, cometió diversos actos de abuso sexual a menores de edad que eran, en su mayoría, monaguillos de sus iglesias a cargo.
Los actos de denuncia se dieron entre 1996 y 2003 y aunque los denunciantes presentaron la queja ante las autoridades del arzobispado, estos lo que hicieron fue pasar al excura de una iglesia a otra, donde habría seguido cometiendo los crímenes contra otros menores.
Por ello, el pasado 20 de marzo se confirmó que el arzobispo josefino José Rafael Quirós, deberá enfrentar denuncias por su cuenta, impuestas por tres presuntas víctimas de Víquez, a quienes no se les dio la atención debida con sus procesos.
La denuncia penal de esta condena contra el exsacerdote se presentó en octubre del 2018 y fue notificada a la misma Iglesia Católica, cuyas autoridades hicieron la advertencia a Víquez a finales de ese año, generando que, a sabiendas de que las autoridades lo estaban buscando, el excura saliera del país el 9 de enero del 2019 rumbo a México, donde estuvo escondido hasta su captura.
Fue una llamada anónima a la justicia mexicana la que alertó sobre su paradero en la ciudad de San Nicolás de los Garza, en Nuevo León, la que generó que el proceso de notificación pudiera concretarse con ayuda de autoridades mexicanas y de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) que había puesto a Víquez en alerta roja desde el 11 de abril de 2019.
Por ello y tras un proceso de casi dos años en el que tras su arresto, Víquez trató de impedir su extradición al país, el exsacerdote finalmente regresó a suelo nacional el pasado 6 de mayo.