Por Daniel Delgado - Estudiante de la carrera de Ingeniería Informática y Cybersecurity

La industria de la música, como se conocía en antaño, murió. Muchos hemos sido testigos de eso. La venta de CD y demás medios de almacenamiento físicos se están volviendo en simples artículos coleccionables para fanáticos, para ejemplo de ello, compré un kit de contenido musical de mi grupo favorito que contiene disco de vinilo, un casete y un CD, y ni siquiera tengo los medios para reproducirlos, y aunque los tuviera, los escucharía un par de veces y seguiría escuchándolos en Spotify luego. Esto me hace preguntarme: ¿cómo logró el streaming cambiar la industria musical y de qué manera lucran los artistas y personas ligadas a esta industria al perderse la distribución de música en físico? Para analizarlo es necesario comprender el contexto histórico que generó el cambio en la industria; la nueva manera en la cual se lucra en este mercado, y también la forma en que es distribuida en la actualidad, la cual presenta ventajas y desventajas.

Para comprender el aspecto histórico, según fuentes como Sánchez, 2009; Martín, 2013 y Archila (2016), hay que remontarse al nacimiento del MP3, de las manos de Karlheinz Brandenburg. Gracias a este formato se logró una compresión significante sin afectar a la calidad del sonido, además que permitió conceptualizar la música como la conocemos: MP3. Posteriormente a eso, intentaron vender el uso de MP3 a grandes peces gordos de la industria, quienes se negaron en un comienzo debido a que no creían que tenía futuro, pues para ellos las ventas de los CD con sus carátulas y libretos no tenían nada que pudiese superarlos. Quien si aprovechó este formato fue Napster, en 1999, una plataforma que fue creada por un joven de 19 años quien, de manera visionaria, pensó en compartir la música por medio de internet. Fue tanta su popularidad que varias disqueras comenzaron a caer en quiebra debido a su gran disminución de copias vendidas.

Luego del éxito de Napster, iTunes apareció como nueva alternativa de distribución de música, el modelo tuvo mucho éxito, pero perdió popularidad ante las emergentes tecnologías de streaming, las cuales ofrecían música a la carta de infinidad de artistas, incluso sin pagar por ella en su modalidad patrocinada por anuncios y su modalidad premium sin ellos, aparte de muchísimas ventajas más (Gómez, 2020). Por otro lado, Riveros Muñoz (2018) y Flanagan (2014) señalan cómo la gente prefiere las plataformas de streaming por su relación calidad- precio y que el éxito ya no se ve reflejado en la cantidad de discos vendidos, sino por la cantidad de reproducciones, las ventas de derechos a productoras musicales, y convenios con marcas.

Ahora es más sencillo para un artista musical dar a conocer su material, el streaming ha permitido la posibilidad de darse a conocer por medio de diversas plataformas, incluso por transmisiones en redes sociales, dejando en un segundo plano la reproducción en la radio. Irónicamente, a pesar de que es más sencillo promocionarse, e incluso más barato para el artista producir por medio de los home studios con una gran calidad, esto ha generado una oferta tan grande que la demanda no puede abarcarlo todo dejando casi desapercibidos a muchos artistas en la actualidad (Martín, 2013).

En conclusión, la era del streaming revolucionó la industria musical. Desde mi punto de vista, el principal ganador es el usuario final, por tener muchas opciones de acceso a la música de manera sencilla e incluso gratuita. Quienes han estado en un proceso de reinvención son los artistas y las productoras, en búsqueda de cómo lucrar y terminar de erradicar la piratería en la música. Es necesario que los artistas y la productores continúen buscando formas para que la industria musical no muera, ya que es justo que ellos obtengan un beneficio acorde a cambio del gran esfuerzo que hacen para traer este arte a todos los escuchas.

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

 Referencias bibliográficas:
  • Archila, F. A. (2016, junio). El impacto de la tecnología digital en la industria discográfica: SciELO Uruguay. http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?pid=S0797-36912016000100003&script=sci_arttext
  • Flanagan, J. (2014). ¿Por qué todavía paga la gente? Una mirada hacía las tendencias actuales y el futuro de la industria musical: implicaciones para el marketing. Repositorio Comillas, Universidad Poncífica. https://repositorio.comillas.edu/xmlui/bitstream/handle/11531/435/TFG000414.pdf
  • Gómez, J. M. (2020). La industria musical, la cibernética y el “streaming”. Depósito de investigación Universidad de Sevilla. https://idus.us.es/handle/11441/101474
  • Martín, D. (2013). Música, industria y promoción: ¿cómo ha cambiado el marketing musical? Revista para el análisis de la cultura y el territorio (14). https://revistas.uca.es/index.php/periferica/article/view/2012
  • Riveros Muñoz, J. E. (2018, 6 de junio). Streaming: la renovación digital de la industria musical. Pontificia Universidad Javeriana. https://repository.javeriana.edu.co/handle/10554/35778
  • Sánchez, A. (2009). Colección ensayos. México: Universidad Autónoma Mexicana.