Por Cristina Garro Núñez – Estudiante de la carrera de Administración de Negocios
Los últimos meses del año, sin duda, han sido unos de los más difíciles de la historia del comercio en el mundo. Una pandemia ocasiona que todos los comercios, sin excepciones, tengan que reinventar las estrategias comerciales para poder mantenerse económicamente. Para algunos negocios no ha sido difícil implementar algo nuevo, como el servicio a domicilio o la compra en línea; sin embargo, para otros ha sido una pesadilla, ya que no cuentan con los recursos para implementar nuevas actividades.
Antes de que empezara la pandemia del COVID-19, ya algunos costarricenses tenían muchas dificultades para emprender en el país. Aparte de los esfuerzos del gobierno para implementar políticas, y por parte de PYMES de Costa Rica para ayudar con incentivos y apoyo de distintas entidades. La mayoría de los emprendimientos en Costa Rica tiene muchas dificultades y ahora con la pandemia el panorama se ha vuelto más complicado. Corrales (2019) que, en Costa Rica, no existe un apoyo por parte de las instituciones, y muchos no se animan a emprender porque no cuentan con las bases financieras y los conocimientos de manejar una empresa.
Actualmente, los comercios han tenido que reinventarse para poder sobrevivir e incluso crear un nuevo emprendimiento debido al aumento de desempleo. Además, muchas personas han dejado de consumir como lo hacían antes y, por esa razón, los establecimientos menos afectados son los de comida, salud y limpieza. Zelaya (2020) menciona que, en el país, “los primeros que resintieron la crisis del COVID-19 fueron los hoteles, los restaurantes, las aerolíneas y operadores aéreos y turísticos, ante la masiva cancelación de vuelos comerciales hacia nuestro país, por señalar un sector de la economía” (2020). Los restaurantes, al igual que otros establecimientos de actividades extracurriculares, son unos de los más afectados, ya que tienen que mantenerse cerrados o modificar el acomodo, lo cual para muchos no es rentable (INversión Inmobiliaria, 2020).
El gobierno ha creado muchas políticas para disminuir las consecuencias económicas para los comercios, como disminuir el pago de algunos servicios o dar apoyo con el bono Protege. Sin embargo, en estas políticas también se incluye la disminución de la jornada laboral y la suspensión de contratos. Por esa razón, muchos negocios se están reinventando para poder mantenerse a cierto nivel el mismo modelo para no afectar a todos lo colaboradores. Hay algunas empresas que implementaron el servicio a domicilio, entonces algunos trabajadores pasan a ser repartidores para poder mantenerlo trabajando. Al igual que muchas otras, les han dado vacaciones a los colaboradores para no tener que despedirlos o suspender el contrato. Estos son ejemplos de muchas cosas que las empresas han tratado de implementar para minimizar los efectos.
Sin duda la pandemia del COVID-19 no va a desaparecer pronto y el país debe aprender a vivir con ella hasta que se encuentre una vacuna. Es cierto que estos son tiempos muy difíciles para emprender, sin embargo, hay casos en que incluso la reinvención del local comercial ha probado ser factible para los empresarios. Es vital hacer uso de la creatividad en estos momentos y enfocarse en crear actividades económicas adecuadas para la situación actual.