Por María Jose Araya González - Estudiante miembro del Falcon Marching Band de ULACIT
Según Wikström (2013), en 1974 se habían vendido aproximadamente 1.000 millones de discos en todo el mundo y cuando terminó el siglo esta cifra se había más que triplicado. A finales de la década de 1990, los directivos de las discográficas tenían la moral muy alta, y muy pocos en la industria musical sospechaban entonces que un grupo de hackers adolescentes iban a desencadenar el turbulento proceso que ha terminado por socavar los cimientos del sector creando Napster, un servicio de archivos compartidos que permitía a los usuarios descargar y compartir música entre ellos y sin pagar por ella a sus creadores. Este fue el inicio de un sinnúmero de cambios que le sucedieron y han dado paso a lo que es hoy en día el negocio de la música.
De los discos compactos al mp3. Los discos compactos vieron la luz a principios de los 80 y el primer reproductor de CD fue el Sony CDP-101 y costaba cerca de $1000 dólares, cercano a lo que cuesta un Iphone hoy en día. En 1988 nace el CD-R un tipo de disco compacto regrabable, que permitía copiar la música de uno a otro sin costo alguno y, a pesar de las largas horas que duraba este proceso, valía la pena ya que los “originales” en ese momento costaban entre $17 y $20. Todos estos procesos mejoraron cuando se pudo mezclar la música con el pequeño formato de archivo mp3 y se podían cargar cientos de canciones en un solo disco.
Napster apareció en 1999 para compartir archivos en mp3 y, a pesar de que fue cerrado en 2001, recibió más de 80 millones de usuarios durante este periodo. A principios de ellos 2000 Apple lanzó el iPod y con este su tienda online de música iTunes, en donde la gente compraba la música que quería. Ya para 2005 iTunes superaba las ventas de CDs en tiendas físicas. En el 2000 aparece un servicio de “radio por internet” llamado Pandora que ofrecía música gratuita y accesible sin infringir la ley o almacenar grandes cantidades de datos. Este formato se convertiría con los años en el streaming.
El streaming es la nueva forma de consumir música. Con el paso del tiempo han aparecido nuevas plataformas como Spotify, Dizzer, Amazon Music, entre otros. Este servicio funciona pagando una mensualidad para tener acceso a todo el contenido que ofrece la plataforma. En 2014 los ingresos por streaming por primera vez empañaron las ventas de CD y, en 2015, lo hizo con las descargas digitales. En los últimos años las ventas de formatos físicos han llegado apenas al 4% del total de ingresos de la industria, mientras que Spotify, por ejemplo, ganó en el 2020 cerca de 3.300 millones de dólares, o el 72% de los ingresos musicales totales. Actualmente el 27% del total de música que se escucha es a través de smartphones y entre los jóvenes entre 16 a 24 años puede llegar hasta el 44%.
La evolución de la música, las formas en la que llega a las personas y se reproduce ha sido un proceso de muchos años y adaptaciones. A pesar de que se siguen produciendo discos compactos, no es la opción más rentable ni en la que la industria pone sus esperanzas. Algunas computadoras ya no traen unidad de CD y en muchas ocasiones cuesta encontrar un aparato para reproducirlos. El streaming se ha convertido en la forma favorita de reproducción, especialmente entre los más jóvenes. Por esto es hacia allá que debe ver la industria y enfocar sus recursos y energías en ese tipo de plataformas.
MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas. Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.
Referencias bibliográficas:
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Wikström, P. (2013). La industria musical en una era de distribución digital. BBVA. https://www.bbvaopenmind.com/articulos/la-industria-musical-en-una-era-de-distribucion-digital/