Pese a los disgustos de parte del sector turístico, el presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, descartó retrasar la entrada en vigencia de la obligatoriedad del código QR.
Durante un espacio de atención a la prensa, el mandatario reconoció que la decisión "puede traer algunos inconvenientes a la parte turística", sin embargo justificó:
El código QR es un mecanismo para mejorar el ritmo de vacunación y está funcionando en ese sentido. Muchos países del mundo no permiten el ingreso de turistas que no están vacunados. Costa Rica permite el ingreso de turistas que no están vacunados, pero no a establecimientos".
El pasado 4 de noviembre grupo de 27 congresistas de los partidos Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana, Integración Nacional, Restauración Nacional, Republicano Social Cristiano e independientes, firmaron una carta dirigida al presidente de la República pidiendo aplazar la obligatoriedad del código QR, prevista para el mes de enero del 2022.
La carta la lidera el jefe de fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Pablo Heriberto Abarca Mora, y en ella se destaca el avance de la vacunación contra la COVID-19 en Costa Rica, así como el "apoyo a la aplicación de la vacuna como una de las medidas más importantes en la lucha contra el COVID-19".
Sin embargo, aquí viene el pero:
"La nueva medida anunciada por el Gobierno en relación con la obligatoriedad de generación de certificados de vacunación contra la COVID-19, a través de códigos QR, como condición obligatoria a partir del 8 de enero de 2022 para el ingreso a comercios, nos llena de preocupación. [...] No existe desde ningún punto de vista, una evaluación del impacto en los sectores productivos, principalmente en todos los servicios asociados al turismo", dice la misiva.
Los legisladores hicieron eco de la información suministrada por la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) como resultado de una encuesta realizada en negocios asociados, que arrojó que tras el anuncio de la medida las reservaciones cayeron en promedio 15%, lo que dejaría pérdidas superiores a los $2.6 millones.
Los diputados pidieron que la entrada en vigencia de la obligatoriedad del requisito a la población nacional y a los turistas extranjeros, que visiten el país tenga al menos como fecha límite el 1 de mayo de 2022.
Pese a esto, Alvarado Quesada defendió su postura al decir que postergar la decisión hasta mayo sería renunciar a que haya que vacunarse.
Reconozco que vamos a tener una temporada mucho mejor de lo que fue el año pasado, y tenemos que hacer un balance entre la recuperación económica y la protección de nuestra salud. El QR no es un fin en sí mismo, el QR está asociado con la vacunación y la vacunación es el principal método de recuperación económica que tenemos.
Además, advirtió que pese a los niveles de vacunación y la baja en los casos de contagios de la COVID-19, el país sigue propenso a tener una nueva ola pandémica.
Algunos especialistas han hablado del mes de enero como un posible repunte, el cual esperamos que no sea ni por asomo cercano a lo que vimos anteriormente, por el nivel de vacunación, pero de ahí la insistencia a que vacunemos.
Asimismo, el presidente dijo que el dato que recibió es que, a noviembre, el 75% de las personas que ingresaron a Costa Rica ingresaron vacunadas.
El último dato que recibí es que a noviembre 75% de las personas que ingresaron a Costa Rica ingresaron vacunadas y nuestro principal mercado es Estados Unidos, tiene más del 79% de las personas vacunadas. Entonces, reconozco que esto puede traer algunos inconvenientes en la parte turística, también reconozco que vamos a tener una temporada mucho mejor de lo que fue el año pasado, y tenemos que hacer un balance entre la recuperación económica y la protección de nuestra salud.
El uso de la aplicación y el código QR será de uso obligatorio a partir del 8 de enero, sin embargo, a partir del 1 de diciembre se llevará a cabo un proceso de transición en el que diferentes comercios deberán elegir si optan por el 100% del aforo solicitando el código QR o el 50% del aforo sin solicitarlo.
La aplicación será de descarga libre, es decir, no tendrá ningún costo para el comercio o las personas. La aplicación no requerirá Internet para que funcione y no hará registro ni guardará datos de ningún tipo.