Por Cristopher Buzo - Estudiante de la carrera de Ingeniería Biomédica
¿Recuerdan la serie Person of Interest? Esta mostraba un sistema de vigilancia y predicción que podía evitar un crimen antes que este ocurriera. ¿Confiaríamos realmente en la voluntad de una máquina si esto fuera real? La implementación de un sistema de cámaras en vía pública con capacidad de reconocimiento facial es una idea latente en el país, y que cada día se desarrolla para ser alcanzada. El control de acceso biométrico corresponde a la autentificación de la identidad de una persona por medio de rasgos únicos, como su huella dactilar, voz, o bien, su cara (Biometric Vox, 2019). Pero vivimos en un mundo cambiante, que avanza en su concepción de la vida; como país, Costa Rica está llamado a no solo ser parte de este progreso, sino ser también partícipe del desarrollo que significa.
Según Eulixe (2019), San José fue la tercer cuidad en el mundo en tener alumbrado público, en 1884. Y Chung (2015) destaca al país como el primero en toda Latinoamérica en aceptar un McDonald’s dentro de su territorio. ¿Qué ejemplifican estos dos eventos?, que Costa Rica se ha destacado por no tener miedo, siendo pionero en el ámbito de la innovación. Lo mismo debería suceder en torno al reconocimiento facial, y es que son aquellos países considerados potencias los que ya implementaron esta tecnología (Estados Unidos, China, Rusia, la mayoría de Europa), a diferencia clara de los países en vía de desarrollo en zonas como Centroamérica, en los que o no se ha adoptado el control biométrico o ha sido totalmente baneado. (SmartTravel, 2020).
¿Existen razones por las que hay tanta resistencia? Desinformación y escepticismo. Las personas conciben a esta tecnología biométrica como algo completamente nuevo, cuando esto realmente no es así. Es pan de cada día en el software de nuestros dispositivos móviles: “compañías como Google o Facebook llevan años usando el reconocimiento facial y la inteligencia artificial en las fotografías y los selfies, para catalogar fotos” (Pascual, 2017), incluso cuando usamos filtros de SnapChat o Instagram. Es una funcionalidad a la que le damos el derecho a nuestra cara desde el momento en que descargamos dichas aplicaciones; pero esto, lejos de asustar, es un perfecto ejemplo de la alta gama de funciones que puede atribuírsele. Además, es importante destacar el dato de su precisión, pues según la tecnología DeepFace utilizada por Facebook, es capaz de distinguir a una misma persona en dos fotos distintas con un acierto del 97%. Pero ¿en dónde radica la importancia de esta exactitud?
Los usos que se le darían a esta tecnología implementada en un espacio público superan expectativas. Garro y Cortés dan algunos ejemplos como “colaborar con la disuasión frente a la comisión de delitos relacionados con el acoso sexual callejero, hurtos, robos, o incumplimiento de las directrices sanitarias”, problemáticas diarias a las que puede dársele un seguimiento (Barrandeguy, 2020).
Todo sistema puede tener sus errores, claro está. El periodista argentino Tomás Barrandeguy (2020) expone lo que ha sido la situación en su país, y cómo se han dado varios casos errores de identificación de cara o de identificación, varias personas han sido confundidas con delincuentes. Casos como estos han provocado que ciertas grandes empresas como Amazon, Microsoft, IBM, den un paso atrás en la implementación de dichas tecnología para evitar polémica, no porque no sean de utilidad (Barrandeguy, 2020). Pero los casos aislados no pueden ser tomados como verdad general, y si la problemática son los errores y no el concepto, lo que debe ser corregido son esas pequeñas fallas.
En Costa Rica el control de acceso biométrico se encuentra en fase de aprobación, “la iniciativa de ley fue presentada por el diputado liberacionista Daniel Ulate y pretende dar “acceso total” de los cuerpos policiales” (Campos, 2020). Esto genera una duda que pone contracorriente el desarrollo de la tecnología en el país, pues ya fue rechazada una vez al Municipio de Alajuela. Tal como dice Madrigal (2021), “el plan del gobierno local era instalar 195 cámaras de vigilancia (…) teniendo el 80% funcionando a finales del 2020.” Estos impedimentos no permiten el progreso que la sociedad necesita; un cuerpo policial respondería de manera más efectiva y rápida. Identificar a un criminal involucra un mejoramiento directo en la seguridad pública del país, algo que muchas veces nos hace falta.
