El Plenario de la Asamblea Legislativa aprobó en segundo debate un proyecto de ley que impone un nuevo impuesto del 20% a los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), los Sistemas Similares sin Nicotina (SSSN), los dispositivos electrónicos que utilizan tabaco calentado y tecnologías similares, sus accesorios y sus líquidos para uso.
Uno de los detractores de nuevos impuestos o incrementos a los mismos, y por ende de la nueva ley, es el ex diputado y ex candidato a la presidencia Otto Guevara Guth. Para él, las nuevas cargas son totalmente innecesarias y señala que al encarecer el vapeo le dificultan a las personas utilizar esa medida para dejar el tabaquismo.
Afecta a muchísimas personas que buscaban dejar su adicción al tabaco y a la nicotina, que lo hacían con una especie de transición para dejar de consumir este tipo de productos a través del vapeo".
La iniciativa hace extensiva a los vapeadores o dispositivos similares las prohibiciones que actualmente tiene el cigarro tradicional respecto a lugares donde no podrá usarse: hospitales, lugar de trabajo, instituciones públicas, centros educativos y formativos, prisiones, centros comerciales, casinos, clubes nocturnos, discotecas, bares, restaurantes, hoteles, instalaciones deportivas, parques, ascensores, cabinas telefónicas ni cajeros automáticos, estaciones de servicio, transporte público, centros culturales, centros de ocio o esparcimiento para menores de edad, puertos o aeropuertos, paradas de bus ni taxi, ni instalaciones deportivas.
Este impuesto no viene a sustituir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 13%, por lo que los usuarios de estos productos deberán pagar IVA y el nuevo tributo.
Al respecto, Guevara Guth opina que el encarecimiento irracional de los productos provocará un incentivo para los mercados informales como contrabando y mercados negros. Puntualiza, además, en que el debate entorno al tema, se llenó de tergiversaciones al comparar los efectos producidos por el fumado y por el vapeo.
No hay estudios que establezcan esa afectación, como lo hay en demasía con las personas que fuman tabaco, donde se ha comprobado la causalidad entre fumar y el cáncer en sistema respiratorio u otras enfermedades".
Los recursos que se recauden por el nuevo impuesto deberán girarse mes a mes a la Caja Costarricense del Seguro Social, para que esa institución los utilice exclusivamente para la compra de medicamentos de alto impacto financiero que sean necesarios para el tratamiento de patologías relacionadas con el tabaco: cáncer, aparato cardiovascular, problemas pulmonares y cualquier otra patología grave que se detecte por el uso de los dispositivos ahora regulados.
El proyecto bajo el expediente 21.658, fue enviado a revisión de la Sala Constitucional después de su primer debate, sin embargo, la Sala no encontró inconstitucionalidad alguna en los temas consultados por los diputados.