Por Jose Loaiza – Estudiante de la carrera de Publicidad
Podríamos hablar de marcas como nombres comerciales necesarios para poder operar y posicionarse en el mercado, dicho de otra forma, un nombre. El mayor reto que enfrentan las marcas no es reinventar sus nombres, ni sus slogans o sus logos, sino reinventar sus servicios. El pasado 4 de junio el restaurante Antojitos, en San Pedro, cerró sus puertas aduciendo lo insostenible del negocio y las nulas ventas causadas por la pandemia del COVID-19 Barquero, M. (2020). Por otro lado, el Grupo Tsunami, propietario de los restaurantes Fogo Rodizio, Tsunami Sushi y Pesca triplicaban sus ingresos mensuales, ¿por qué dos negocios de un mismo nicho de mercado tienen dos realidades tan diferentes?
Hay dos elementos en este escenario llamado “nueva normalidad” que sí están reinventándose y evolucionando: primero, la forma de brindar servicios y, segundo, los consumidores que reciben estos servicios. Entre el viernes 19 y el domingo 21 de junio solicité cinco servicios de Uber Eats y los restaurantes que he visitado físicamente en las últimas cuatro semanas utilizan Uber Eats como servicio de entregas a domicilio. Evolucionar la forma en la que damos nuestros servicios automáticamente lleva nuestra marca al mapa de los consumidores, porque mientras recibía promociones de Glovo justo a la hora del almuerzo, posiblemente Antojitos no hacía nada por llamar mi atención.
Siempre en la línea de llamar la atención de nuestros clientes, el siguiente punto a reinventar son las condiciones de salubridad en las que se da el servicio. En las últimas cuatro semanas mi trabajo como productor audiovisual ha sido diseñar videos para Dos Pinos, Cámara de Comercio, Monge, Produes, Cámara de Transportes y otras marcas cuyo mensaje se centra en medidas de higiene e implementación de protocolos de salubridad. Más allá de una obligación operativa, cuando una marca toma acciones e invierte en cuidar la salud de sus clientes, esta acción activa un agradecimiento y una consideración de compra en los potenciales consumidores que se puede traducir en ventas.
Luego de reinventar nuestros servicios, digitalizarnos e implementar los protocolos de salud necesarios, viene la etapa de anunciarnos. El Covid-19 obligó a muchas marcas, grandes y pequeñas, a modificar sus presupuestos. Televisoras, radios y, en general, medios tradicionales han sido los más perjudicados; mientras que el aumento de un 55% en el consumo de redes sociales y sus ventajosos precios nos podrían inclinar a mover los presupuestos al mundo digital, donde también nuestra comunicación tiene que reinventarse, tomando en cuenta la realidad de nuestros consumidores, desempleo, cuarentena, salud y mucha empatía.
Vivimos en tiempos muy difíciles para quienes tienen una empresa propia, para el sector turismo y, en general para el país, que enfrenta una tasa de desempleo histórica de 12,5%, según datos del INEC (Madriz, 2020). Es momento de aferrarse a su marca, a su negocio, a su empresa, y reinventar sus servicios, así como la forma en la que da los servicios, las plataformas donde están esos servicios y la forma en la que los comunica. Reinventemos nuestra forma de pensar y saquémosle provecho a esta pandemia para que lo que venga sea una mejor versión de nuestras empresas.