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  1. [Análisis] “Los afganos deben tener voluntad de luchar por su país”, la narrativa capitalista de un caos humanitario.

Este es el Reporte Internacional del 17 de agosto del 2021. Soy Trilce Villalobos y este es su resumen diario de lo que está pasando en el mundo. Comencemos.

1.

“Los afganos deben tener voluntad de luchar por su país”, la narrativa capitalista de un caos humanitario 

— Durante el fin de semana (15/8/21) el gobierno afgano de Ashraf Ghani cayó ante la ofensiva del grupo insurgente El Talibán. Ghani huyó del país y desde entonces las imágenes del caos que sufre el pueblo afgano han copado los medios internacionales. 

— De a poco dos asuntos empiezan a discutirse: el código islámico del régimen Talibán en las calles, que borra la imagen de la mujer de sitios públicos; y los errores de los aliados de OTAN, especialmente de Estados Unidos, que subestimaron a los extremistas.   

La retirada ha puesto de manifiesto la fuerza de los talibanes y ha puesto de manifiesto la debilidad del estado afgano.

— Desde la semana pasada y tras la evidente premonición de la debacle afgana, el presidente estadounidense, Joe Biden, implementó una narrativa que culpa a los afganos por el rápido avance del Talibán: “deben tener voluntad para luchar por su país”.

— Esta conveniente narrativa utiliza la misma lógica capitalista de que el pobre es pobre porque quiere y más bien debe ser contrastada con la realidad política y cultural afgana y con la inexistente estrategia que ejecutó Washington tras invadir Afganistán en el 2001. 

Estados Unidos interpretó mal una realidad política afgana fragmentada.

— Al mejor estilo de “el menos malo”, Washington apoyó a políticos corruptos para construir un cuerpo institucional en Afganistán tras desplazar a los talibanes de Kabul entrado el milenio.

— Analistas concuerdan en que esto supuso el descontento y desconfianza de la población, que se vio obligada al gobierno de una clase política descompuesta, pero apoyada por quienes “les libraron” del terror talibán que rigió en los noventas. 

— Sin embargo, la apuesta del peor-es-nada le salió muy cara a Estados Unidos. Desde el 2017 y 2019 reportes advertían que los corruptos locales inflaron la cantidad de tropas afganas para cobrarle a Washington los salarios de decenas de miles de soldados fantasmas.

— ¿Y los soldados existentes? Entre expertos en el campo era harto sabido que esos prójimos asistían a los entrenamientos de los aliados de OTAN básicamente para recibir el pago mensual. Además, durante años a muchos les dejaron de pagar y de a poco desertaron.  

— Al mismo tiempo, la élite política afgana —en constante crisis— se jugó la carta de las milicias anti-talibanes afines al bando del presidente Ghani o a otros grupos étnicos del país. En medio del asedio insurgente quedó claro que tales grupos armados nunca existieron y el país quedó a merced de los islamistas. 

— De más está recordar que Estados Unidos alimentó durante años una narrativa de avances que nunca existieron en Afganistán. El año pasado una investigación del Washington Post evidenció el desastre en el territorio:

Descubrimos que la estrategia de estabilización y los programas utilizados para lograrla no se adaptaron adecuadamente al contexto afgano”, se lee en un reporte oficial del gobierno estadounidense.

— Estados Unidos se enredó en sus propios mecates. Nunca antes Washington había reconocido que su único objetivo era matar terroristas, en su retórica siempre hubo algo de “policía de la democracia”.

— Pero, tras el desastre humanitario que ha precipitado la salida de EE.UU. de Afganistán, ayer (16/8/21) el presidente Biden se vio obligado a reconocer que la estabilidad afgana nunca fue una prioridad. En palabras diplomáticas, el objetivo era eliminar la posibilidad de nuevos ataques terroristas en suelo estadounidense:

— Me pregunto si Estados Unidos tuvo claro ese objetivo cuando intentó durante dos décadas lograr una Constitución Política para “imponer un modelo democrático occidental” en Kabul, como lo afirmó ayer mismo el exembajador de EE.UU. en Afganistán, Michael McKinley, en la revista Foreign Affairs.  

— Esta y muchas otras contradicciones relucirán en los próximos días, porque el mundo busca atónito respuestas al desafortunado desenlace que vive el pueblo afgano, principalmente las 17 millones de mujeres que básicamente serán confinadas al oscurantismo. 

— La administración Biden ha sido mezquina al negar responsabilidad en el desastre actual, en parte ocasionado por no planificar una salida más organizada de sus tropas. 

— Una vez más Afganistán probó ser el cementerio de los imperios: el británico del siglo XIX o el soviético en el siglo XX. Estados Unidos ha caído en el XXI. 

En palabras del antiguo emperador griego macedonio, Alejandro Magno, Afganistán es  'fácil de entrar pero difícil de salir'.

— ¿De quien es la culpa? probablemente de todos los actores involucrados. En todo caso, en pleno Siglo XXI es otra gran pérdida para la humanidad ver la resurrección del régimen Talibán. 

— Ante la posición de Europa, de condenar el horror y alistar banderas para “evitar una crisis migratoria” como la del 2015, es previsible que las potencias occidentales dejen pasar al régimen, para que una vez instaurado sea inmediatamente aislado de la comunidad internacional, a costas de los civiles. 

— De todas maneras, a Estados Unidos,  —metido en la lucha de no perder su liderazgo económico mundial—  le ha caído de maravilla echarle el churuco a China, vecino inmediato de Afganistán y su antagonista principal del tablero internacional.  

Este análisis fue realizado gracias a los insights publicados en Foreign Affairs, Al Jazeera, New York Times, The Washington Post, Foreign Policy y The Guardian. 

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  1. Rusia acusa al presidente afgano de escapar del país con varios coches y un helicóptero cargados de dinero en efectivo: "Cuatro coches estaban llenos de dinero, trataron de meter otra parte en un helicóptero, pero no todo cabía. Y el resto quedó tirado en la pista", aseguró el portavoz de la embajada rusa en Kabul.
  2. Dinero invertido en ejército afgano beneficia a talibanes: Los talibanes tomaron diversos equipos militares modernos cuando vencieron a las fuerzas afganas que fracasaron en la defensa de sus distritos.
  3. Talibanes y general de Estados Unidos se reunieron en Catar para analizar crisis en Afganistán: El jefe del Comando Central de Fuerzas Armadas de Estados Unidos (CENTCOM), general Kenneth McKenzie, se reunió este 16 de agosto con líderes talibanes en Doha (Catar) para hablar sobre Afganistán tras la toma de Kabul.
  4. El Consejo de Seguridad de la ONU pide conversaciones para formar un nuevo gobierno afgano: Guterres "particularmente preocupado" por los informes sobre las crecientes violaciones de derechos humanos contra mujeres y niñas en Afganistán mientras los talibanes toman Kabul.

2.

Radar

Canadá: Trudeau convoca a elecciones el 20 de septiembre.

Turquía: Cifra de muertos por inundaciones aumenta a 72.

Camboya: El último de los dirigentes comunistas, Jemeres Rojos, que gobernaron el régimen de los 90s, apela su condena por genocidio.

Haití: Terremoto deja casi 1.300 muertos y 5.700 heridos, los hospitales están desbordados.

3.

Botonetas

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#Salud: ¿Ansiedad por las noticias? Estas recomendaciones nos ayudarán. 💡

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