Por Daniel Bonilla Fernández - Estudiante de la Especialización en Producción Musical

¿Será un concierto en línea mucho más económico? ¿Tendrá un espectáculo presencial el mismo impacto que un espectáculo en línea? ¿Podría un artista mantenerse financieramente exponiendo su arte solo por el internet? Estas y muchas otras interrogantes han surgido gracias a los grandes avances que ha dado la tecnología en los últimos años.

Para empezar, y sin duda alguna, podríamos decir que el año 2020 fue un momento sin precedentes en la historia y especialmente en el ámbito de la música en vivo, ya que en cuestión de meses una de las industrias más importantes y competitivas del mundo se vio frente al escenario más oscuro e inimaginable: la imposibilidad de trabajar en la producción de espectáculos; sin embargo, no todo fue oscuridad.
En la entrevista para Electronic Groove, el DJ chileno-suizo Luciano afirmó que “la música evoluciona de forma paralela al desarrollo de sus tecnologías” (Cortina, 2020). Es por ese hecho que muchas empresas y artistas tuvieron que exigirse una adaptación para sobrevivir en los tiempos de la cuarentena, lo cual abrió una puerta para explorar nuevas áreas de oportunidad y formas de conectar con un público que debía estar aislado.

Debido a las restricciones que todos los gobiernos tuvieron que aplicar para enfrentar la pandemia, una gran parte de los trabajadores de la industria musical, como por ejemplo músicos, cantantes, organizadores, productores, ingenieros de sonido e iluminación y todas las personas que laboran en la producción de los espectáculos, de una u otra forma, se vieron afectados directamente al no poder trabajar. Sin embargo, todo esto cambió para muchas de estas personas cuando la industria se vio en la necesidad de reinventarse para llevar el arte audiovisual hasta las casas de las personas, y aunque anteriormente se realizaban algunos conciertos virtuales nunca tuvo un nivel ni un impacto tan significativo como el del año pasado.

Para realizar estos espectáculos en línea, se hacen presentes tecnologías como el Streaming, con la función de “realizar y optimizar transmisiones de eventos o contenidos de audio o video a través de internet.” (Gómez et al., 2017, p. 4). Esto le brinda a la audiencia una experiencia bastante real dentro del mundo digital; sin embargo, puede que a simple vista no parezca, pero una producción de este estilo conlleva una amplia planificación y una gran inversión económica que varía de acuerdo con el tipo de espectáculo que se ofrece.
Según Gómez et al. (2017), en un espectáculo musical digital intervienen grandes equipos de trabajo, ya que la “transmisión de un concierto en vivo, conlleva un largo proceso de producción en el cual se permite detectar y corregir problemas”. (p. 5). De esta manera, para producciones medianas y grandes lo ideal sería mantener diferentes equipos de trabajo especializados en cada una de las etapas de la red de control para el espectáculo y que todo el equipo humano se encuentre laborando antes de la transmisión para poder detectar problemas y solucionarlos a tiempo.

Debemos ser conscientes de que un alto nivel de calidad va relacionado con una alta inversión económica, ya que se requiere de un equipo especializado. Por ejemplo, supongamos que un trío musical conformado por un guitarrista acústico, un percusionista con cajón peruano y un cantante quiere realizar una transmisión en vivo. Solamente con esta producción, y en el área de audio, se necesitaría como mínimo un equipo de dos micrófonos condensados, un micrófono dinámico ambiental, una mezcladora de sonido, una interfaz de audio, una computadora capaz de trabajar con aplicaciones pesadas y un equipo de monitorización para los músicos. El hecho de contar con este equipo ya representa una gran inversión, pero también recordemos agregar a la lista el costo por internet, equipo de video y los efectos de iluminación que se requieran.

Como método para satisfacer esta necesidad por la música, se han creado plataformas digitales de Streaming para la exposición de talento. Plataformas como “Next Music” y ahora bajo el nombre de “Sessions” han demostrado durante toda la época de la cuarentena que los espectáculos en línea representan un éxito tanto para el público como para los músicos y el equipo de producción. Es curioso que, en momentos de crisis, históricamente ha sido el arte y la cultura la que nos ha convocado para superar la adversidad. Es normal que personas de todo el mundo hayan mostrado una profunda necesidad de conectarse incluso virtualmente con el espíritu de la música durante la pandemia del 2020.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Cortina, A. (2020, marzo). Coronavirus y el impacto en la industria musical en vivo. Revista Forbes Life. https://www.forbes.com.mx/forbes-life/coronavirus-impacto-industria-musical-vivo-mundo/
  • Gómez, D. (2017). Transmisión de Conciertos por Internet. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá.