Por Mariela López – Estudiante de la carrera de Psicología
Cuando un gobierno acepta, para bien o para mal, que el consumo de drogas lícitas e ilícitas es parte del mundo y no hay forma de la extinción completa de ellas, lo que hace es trabajar para minimizar sus efectos nocivos, en lugar de simplemente ignorarlos o condenarlos. A esto se le llama reducción de daños. Es un enfoque productivo para reducir el daño causado por el uso excesivo de alcohol y drogas, para abordar problemas sociales y de salud más amplios. Es importante rescatar que la reducción de daños no intenta minimizar o ignorar los daños asociados con el uso de drogas lícitas e ilícitas. En muchas ocasiones, las defensoras de la reducción de daños brindan apoyo para que las personas trabajen su síndrome de abstinencia, pero reconocen que para muchas personas este proceso lleva tiempo.
En el mes de febrero del 2017, el IAFA (Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia) presentó el Modelo de Reducción de Daños para Costa Rica. El modelo se basa en un conjunto de estrategias e intervenciones integrales con un enfoque a los derechos humanos que buscan la disminución de riesgos y consecuencias adversas del consumo de sustancias psicoactivas para mejorar la calidad de vida de diferentes grupos poblacionales de acuerdo a su realidades y necesidades (Rodríguez, 2017). Algunos ejemplos de dichas reducciones de daños son el administrar condones gratuitos para que no haya sexo sin protección, para que se dé una reducción de la transmisión de enfermedades sexuales como VIH y sida, y no haya embarazos no deseados; y las leyes que se implementan a la hora de conducir, por ejemplo, el no permitir que se conduzca bajo cualquier tipo de sustancia incluyendo alcohol. Existen varios programas de divulgación y apoyo. Se da bastante información y recursos sobre formas más seguras de usar sustancias. Hay programas y centros de apoyo para el bienestar mental y la curación. También existe una distribución de suministros y programas de recuperación de agujas.
La reducción de daños puede llegar a ser un tema sensible para algunos. Hay muchas personas que cuestionan lo confiable que puede ser, ya que existe cierta preocupación de que este programa aliente a las personas a seguir usando el alcohol y las drogas. La reducción de daños se basa en el reconocimiento de que muchas personas en el mundo no pueden o no quieren dejar de consumir drogas o alcohol, por lo tanto, su objetivo es mantener a las personas vivas y proteger su salud lo más que se pueda. Al mismo tiempo, ofrece alternativas, como programas de prevención, atención y tratamiento que buscan prevenir o poner fin al consumo de drogas. La reducción de daños tiene un enfoque sin prejuicios que trata a todas las personas con dignidad, compasión y respeto, independientemente de las circunstancias o condiciones. Tienen un compromiso de defender los derechos humanos universales.
Las estrategias de reducción de daños más eficaces contra el consumo de sustancias son todas. En esta situación cada detalle cuenta, desde dar un condón gratuito hasta implementar leyes contra la conducción bajo los efectos del alcohol o drogas lícitas e ilícitas. Es importante tomar en cuenta que no se está promoviendo el abuso de uso de alcohol y drogas, sino que se está haciendo una reducción de todos los daños que causa dicho abuso. Debe haber un respeto a los derechos de las personas que usan drogas y un compromiso con la justicia social; además, se debe evitar el estigma, ya que crea barreras para la salud y los servicios sociales.