La atleta Juliana Alfaro Rodríguez se convirtió este lunes 14 de junio en la primera mujer costarricense que alcanza la cinta negra en jiu-jitsu brasileño. Ella contabiliza casi diez años de entregar su vida a esta disciplina, un factor que influyó en este añorado paso a la máxima condecoración.

Alfaro inició en el jiu-jitsu a los 20 años con la consigna de "intentar algo diferente que la retara". Sus primeros pasos se dieron en Alliance Costa Rica, el sitio donde aprendió a lidiar con el desafío de ser la única mujer en el tatami: 

Si un hombre puede hacerlo, nosotras también podemos hacerlo. Al principio no había ninguna chica en esta disciplina y eso me pareció un reto bastante interesante"

Juliana le relató a LaJornada.cr que sus primeras lesiones la hicieron reconsiderar su futuro en el deporte, pero la incorporación de más mujeres a la academia y su respectivo apoyo, la mantuvieron firme ante cualquier eventualidad. 

En 2013 y 2019, por ejemplo, Alfaro experimentó dos embarazos y entrenó mientras el cuerpo se lo permitiera. Según la cinta negra costarricense, esta etapa la llenó de mucha alegría y satisfacción personal, ya que dio vida a los motores de su carrera y volvió a competir pese a las sabidas consecuencias físicas. 

Recuerdo que mi primer torneo fue contra hombres y logré quedar en segundo lugar. Ese día me convencí que sí podía conseguir buenos resultados y soñar con la meta más alta: una cinta negra"

Con notable emoción por el logro de este lunes, la integrante de Alliance Costa Rica asegura que su nuevo sueño es ver a más mujeres costarricenses con la cinta negra. No esconde su ilusión de ser inspiración para las más jóvenes.

El jiu-jitsu femenino de Costa Rica va por excelente camino. (...) Conozco a infinidad de cintas marrones, azules, etc. y ellas me han enseñado montones y tienen un nivel increíble. Cada día son más y mucho mejores"

A modo de conclusión, Juliana aprovechó la entrevista para enviar un mensaje a las mujeres que desean probar suerte en esta disciplina y forjar un carrera sólida, a nivel competitivo o recreativo.

Que nunca paren. Este deporte es como la vida. A veces viene con sus golpes, estrangulamientos y finalizaciones, pero uno debe volver a levantarse. A veces toca rendirse en la batalla y eso está bien, porque luego golpeamos puños y seguimos adelante. Obstáculos siempre hay y depende de nosotras superarlos..."

La hazaña de Alfaro se suma a lo conseguido por Katherin Arias a nivel internacional. En los últimos meses, ella se ha colocado como una de las mejores cinta azul máster del mundo gracias a su destacada participación en torneos de la Federación Internacional de Jiu-Jitsu Brasileño (IBJJF).