La situación sociopolítica que está viviendo Nicaragua desde el 2018 y con un recrudecimiento crítico en las últimas semanas, no es una única. En América Latina hay varias naciones más en las que sus habitantes viven agresiones y represiones que atentan contra los Derechos Humanos, principalmente de los grupos opositores a los gobiernos que las comandan.

Un ejemplo de esta situación es la crisis que Cuba está viviendo actualmente, a las puertas de lo que varios especialistas internacionales ya califican como una nueva primavera negra en la isla.

Pues bien, antes de que entremos a la descripción de la situación de este país, expliquemos de donde es que viene el término de "primavera negra". Según detalló el diario digital Infobae en una nota publicada a finales del mes pasado, la primavera negra cubana fue un movimiento gestado por grupos opositores al régimen castrista en el 2003, que culminó con una encarcelamientos a líderes de la oposición, por parte del gobierno del ahora fallecido Fidel Castro Ruz.

En este periodo, el régimen detuvo en total a 75 personas disidentes, entre las que destacaron activistas, médicos y 32 periodistas independientes. Los últimos prisioneros de ese grupo, salieron de la cárcel entre 2010 y 2011, en un proceso de excarcelaciones en el que intervino la Iglesia católica cubana y que se consumaron en el gobierno del hermano de Fidel, Raúl Castro.

Hoy, en 2021, este tipo de encarcelamientos está registrándose una vez más en la isla, esta vez ejecutados en contra de artistas jóvenes que desde hace algunos meses vienen manifestando su oposición contra lo que consideran un "autoritarismo retrógrado" en su nación.

Según Infobae:

La dictadura cubana tiene en la mira a decenas de ellos. Los persigue, vigila cada uno de sus movimientos, le impide reunirse, manifestarse, profanan sus obras y hasta copian sus eslóganes. Hoy el símbolo de la represión del régimen es Luis Manuel Otero Alcántara, el líder del Movimiento San Isidro".

Luis Manuel Otero Alcántara

Como señaló BBC Mundo en una nota publicada el 21 de mayo pasado, el nombre de Luis Manuel Otero Alcántara es uno de los más incómodos para el régimen cubano en estos momentos y en el marco de estas nuevas protestas.

Otero es un joven artista, afrodescendiente y de origen humilde, que en estos momentos figura como uno de los integrantes más destacados del Movimiento San Isidro (MSI), un colectivo disidente que lleva años denunciando la falta de libertades en Cuba y que exige una apertura en la nación.

El MSI agrupa a jóvenes artistas, periodistas independientes y académicos que se organizaron para oponerse a lo que consideran medidas represivas del gobierno de la isla.

En su estrategia de protesta, los jóvenes han apostado por una estética irreverente y contestataria, en la que generan controversia al mezclar arte y activismo político, una forma de manifestarse que, por supuesto, no ha sido bien recibida por el gobierno.

Así lo confirmó a Delfino.cr en una entrevista concedida días atrás, una artista y fotógrafa cubana residente en Estados Unidos, que solicitó el anonimato para esta publicación, al tiempo que pidió que nos refiriésemos a su persona con el pseudónimo de Mariana Grajales, en honor a la patriota independentista cubana que llevó este nombre en el siglo XIX.
Según Grajales:

Ellos (el Movimiento San Isidro) son un grupo de muchachos que se enfrentan a un Estado especialmente represivo con la oposición. Cuba ha cometido este tipo de abusos desde siempre pero ahora está sucediendo lo que le llaman una nueva primavera negra en la isla, similar a la que hubo hace algunos años. Por eso ya está comenzando a apretar de nuevo las tuercas e intentando castrar la voz de los artistas y quebrantar su espíritu".

Según la artista, el desencadenador directo de este agudizamiento en el conflicto es el decreto 349, una directriz emitida por el régimen en 2018 y una de los primeras firmados por el presidente, Miguel Díaz-Canel.

Este decreto regula la actividad artística hasta en el más privado de los ámbitos (Infobae decía entonces que ahora hasta los payasos de las fiestas infantiles son controlados), pues prohibe que en todos los espacios del quehacer cubano, llámese bares, eventos y hasta en exposiciones privadas, se contrate o se dé difusión a artistas cuyo contenido no esté previamente aprobado por autoridades del gobierno.

La normativa es tan restrictiva que incluso recibió la crítica (moderada sí, pero crítica) del cantautor identificado desde hace décadas con el régimen, Silvio Rodríguez, quien señaló que la norma "fue algo cocinado entre pocos" y que no contó con el visto bueno ni consulta del gremio artístico.

Pues bien, a pesar de que la oposición lleva más de 3 años luchando contra esta directriz, dichos reclamos no han conseguido tirarla ni un paso atrás; por eso y en medio de este contexto de protesta, el arte de Otero cobró fuerza, y un ejemplo de ello fue su más reciente exposición, Garrote Vil, en la que se sentó en una de estas sillas de tortura, como medio para protestar en contra de la represión denunciada.

Esta exposición, que arrancó a mediados de abril de esta año fue la primera protesta de este ciclo; pero la reacción del régimen ha sido tal, que posterior a ella empezaron a sumarse otras.

Tras Garrote Vil, la policía procedió a decomisar la obra de Otero y debido a ello, el artista empezó una huelga de hambre y agua a finales del mes de abril, en la que solicitó infructuosamente que las autoridades le devolvieran sus obras.

La protesta aún no ha conseguido su resultado esperado, que era que a Otero le devolviesen la obra, pero las implicaciones de esta huelga trascendieron fronteras, según explica Grajales:

La gente empezó a alzarse en contra de esto. Así fue cómo se reunió el Movimiento San Isidro en la casa de Luis Manuel hace unas semanas con todos los muchachos, para hacer pacíficamente una protesta en contra de estas prohibiciones y clamando por la liberación de otros presos políticos. Por ejemplo hay otro muchacho que lleva más de 4 meses encarcelado por tener una pancarta que pedía que liberaran a un músico que injustamente por este mismo decreto, resultó preso. Así, este grupo se reunió a protestar, algunos en huelga de hambre y otros, como Luisma, en huelga de hambre y de sed, pero en ese momento la policía cercó el espacio y no permitió que nadie entrase ni saliese ni que entrara atención médica. Por eso un grupo de muchachos se reunió fuera de la casa y solicitó el fin del asedio; sin embargo y aunque parezca mentira, el personal de la Policía cubana usó al coronavirus para llevarse a todos arrestados".

De hecho, según informó BBC, el 30 de abril pasado las autoridades utilizaron el argumento de que uno de los presentes en la protesta, que había llegado recientemente desde el extranjero, había tenido un resultado "alterado" a la prueba de coronavirus, por lo que constituía una "amenaza de salud pública" y por eso ejecutó los arrestos.

Finalmente, a inicios de mayo pasado la policía cubana procedió a entrar por la fuerza al hogar de Otero para esta vez sí, llevárselo a un hospital de La Habana desde donde el joven denunció torturas y violación de derechos humanos en su contra.

Según Grajales:

Se lo llevaron a un hospital que cumple más bien con las condiciones de un centro militar. Allí él estuvo un mes preso y solo pudo salir dos o tres veces y durante cinco minutos a recibir sol, afuera. Esos momentos fueron únicamente para poder decirle al mundo que a él lo mantenían vivo. Fue hasta hace pocos días y por presiones de internacionales que lo soltaron pero ¿qué es lo que pasa ahora? Que todos sus conocidos que se sentaron pacíficamente afuera de su casa para terminar con aquel primer asedio, siguen presos todavía y acusados por delitos comunes como desacato o cosas así. La misma técnica que usaron contra Maykel Osorbo".

Aquí es necesario hacer una pausa nuevamente: el caso de Luis Manuel Otero está lejos de ser el único de este tipo que se vive en la isla.

No es el único

Según señaló la agencia EFE en una nota publicada el 25 de mayo pasado, el rapero y disidente cubano Maykel Castillo (Osorbo), quien es cointérprete del videoclip viral "Patria y vida", también se encuentra en prisión provisional en La Habana acusado de "desobediencia, resistencia y desacato", según informó la organización de abogados activistas Cubalex.

Les adjuntamos un extracto de la letra de la canción para que entiendan por qué el régimen la ha emprendido ahora contra sus autores:

Esta es mi forma de decírtelo
llora mi pueblo y siento yo su voz
tu cinco nueve yo, doble dos
sesenta años trancado el dominó.
Bombo y platillo a los quinientos de la Habana
mientras en casa en las cazuelas ya no tienen jama
¿qué celebramos si la gente anda deprisa?
cambiando al Che Guevara y a Martí por la divisa.
Todo ha cambiado ya no es lo mismo
wntre tú y yo hay un abismo
publicidad de un paraíso en Varadero
mientras las madres lloran por sus hijos que se fueron".

Tras la detención, EFE señaló que el Tribunal Provincial Popular de La Habana abrió una instrucción contra el cantante por estos tres delitos tras denegar el recurso de hábeas corpus presentado por sus representantes legales y en el que pedían su liberación.

El cantante y activista ha estado sometido a un intenso cerco policial en las últimas semanas, siendo arrestado sin motivo aparente en varias ocasiones, según denunciaron sus allegados, y con patrullas apostadas frente al lugar donde se alojaba en la Habana Vieja, tal y como ha podido corroborar Efe", señala la nota de la agencia, en ese momento.

Al respecto, Grajales agregó que:

Maykel sigue preso y le están montando delitos y delitos y delitos y delitos por cosas que son absolutamente ridículas. A él y a la madre de su hija, una niña de cuatro años, el régimen los ha amenazado con quitarles la custodia de su hija porque supuestamente en la casa le estaban enseñando cosas que no iban con el adoctrinamiento que le estaban enseñando en la escuela y eso, para el régimen, podría generarle a la niña un trastorno de conducta. Lo que está pasando allá es muy malo, demasiado".

Además, otro caso que destaca en esta ola represiva es el de Xiomara Cruz Miranda, una mujer integrante de la organización Damas de Blanco la cual recoge a un grupo de mujeres que protestan pacíficamente caminando vestidas de blanco con una flor por la liberación de sus esposos, presos políticos, quien aparentemente fue inoculada con alguna enfermedad por parte del régimen y que en 2020 llegó en estado de salud crítico a los Estados Unidos, tras salir de la isla.

A su vez, y como las historias de inoculación no son nuevas, Cuba también lleva sobre sus hombros la acusación del científico Ariel Ruiz Urquiola, quien en 2019 acusó públicamente al gobierno de haberle inoculado el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) mientras estuvo el año pasado en la sala de reclusos del Hospital Abel Santamaría, en Pinar del Río.

Los casos son graves y por eso, según señaló Luis Manuel Otárola en un audio suministrado a este medio por Grajales, el objetivo es que se hable de ellos para que el mundo no ignore, olvide ni normalice esta situación cubana:

Yo creo que ahora mismo es sumamente importante visibilizar el nivel de vulnerabilidad en la que nos encontramos y la impunidad con que el estado cubano puede meter preso a artistas, activistas y todos nosotros que estamos vulnerables en este momento. Yo tengo a 5 o 6 amigos presos y todo es por salir a protestar. Esta no es una protesta de que quiero champú, de que quiero un par de zapatos: la protesta es porque tu amigo está a punto de morir y tú quieres saber qué pasa con él pero el estado cubano no te da respuesta. Ante ese desespero es que el estado cubano los tiene presos ahora mismo. Todos ellos son artistas, poetas, periodistas y así están presos en condiciones super paupérrimas, solo por decir que quieren ver a un amigo".

Es necesario visibilizar cómo estamos super vulnerables por el simple hecho de querer hacer arte, de que nuestro arte haga aportes a la realidad contemporánea cubana, por querer que Cuba sea un país próspero, del Siglo XXI. Nosotros no queremos ser políticos ni ser nada, simplemente queremos ser artistas y que nuestro arte refleje cuales son los males que tiene Cuba, que pueden ser los males de cualquier país del mundo. En Cuba hay racismo, en Cuba hay homofobia, es decir los males de cualquier sociedad del mundo, solo que tenemos el peor que puede haber que es una dictadura".