Por Hazel Cuadra Cedeño - Estudiante de la Licenciatura en Odontología

Muchas de nosotras hemos pasado por la incómoda situación donde nos dicen “¿cuándo vas a tener hijos?, cuando seas vieja nadie te va a cuidar”. Desde que se llega a los 28 años, y por la mala educación de algunas personas, estos comentarios se tienen que ir tragando con un poco más de frecuencia. Comentarios inocentes, les dicen algunos; sin embargo, este tipo de cosas suelen orillar a muchas mujeres a pensar que deben ser madres a partir de ya, porque la presión puesta en ellas es demasiada y algunas no lo saben manejar. Cada día aumentan más las dificultades de conseguir una buena estabilidad en todos los sentidos necesarios para llegar a plantearse el tener un hijo (Ávila, 2003).

Existen muchos agentes que pueden ejercer este tipo de presión social hacia la maternidad. Uno de los más comunes es la pareja, en cuestiones generales, la mujer es la que decide ser madre. En un 22% de casos es el hombre quien pide a la mujer que tengan un hijo, en la mayor parte de estos la respuesta es unánime. Son pocas las mujeres que se niegan ante esta petición de su pareja; sin embargo, una de cada tres pide comprensión y esperar un poco más de tiempo. En el caso de los hombres, un 5% de ellos se niegan a ser padres a petición de su pareja, así lo confirma un estudio realizado por Clearblue (Chávez, 2017). Además de este factor principal existen muchos otros en cuanto al entorno social, que lleva a que las decisiones de las mujeres se conviertan en un asunto púbico, y hasta primos, vecinos y amigos creen que pueden tomar la decisión por encima de la mujer misma (Chávez, 2017).

Mujeres alrededor del mundo llegan hasta las tres de la madrugada con luchas internas respecto a ser madres. La incógnita es que, si de verdad se posee esa estabilidad necesaria, entran en juego muchísimos factores y algunos de estos se salen de las manos, como la relación que se tenga con la pareja. Seguido a esto se debe plantear cuándo es el momento oportuno para dirigir la vida hacia el camino de la maternidad y dejar en segundo plano lo laboral; esto porque la sociedad no está preparada para facilitar recursos a madres que deseen estar en ambos ámbitos.

Al encontrarse en este tipo de situaciones hay que saber plantearse si realmente la maternidad es deseada de manera personal, hay que conectar con el interior, saber si se desea tener un hijo por sentimiento propio, porque es un proyecto personal o solo porque es inculcado socialmente: que si no se es madre, no se es una mujer completa ni realizada, que cuando se llegue a vieja va a iniciar el proceso de arrepentimiento, etc.

Luego de plantearse el deseo de ser o no ser madre, hay que analizar de qué manera se quiere ser tal. Hay muchas mujeres cuya idea de la maternidad viene relacionada siempre con una pareja y, si se les plantea de manera individual, no quieren. En cambio, hay otras que, siendo ese uno de sus proyectos, lo desean cumplir sea sola o acompañada. Hay que reflexionar a su vez en el tipo de vida que se tiene, porque, aunque no suene importante, esto va a condicionar el hecho de llevarlo a cabo o no (Chávez, 2017).

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Ávila, G. (2003). Mujeres frente al espejo de la maternidad. Scielo. ISSN 2448-5144
  • Chávez, V. (2017). Arrepentidas de la maternidad: historias de mujeres que desearían volver el tiempo atrás. Infobae. https://www.infobae.com/tendencias/2017/07/07/arrepentidas-de-la-maternidad-historias-de-mujeres-que-desearian-volver-el-tiempo-atras/