Por José Araya – Estudiante de la Escuela de Estudios Generales

Con la aparición de las redes sociales, hace aproximadamente quince años, fue descubierta una nueva e innovadora forma de comunicarse y, muchos podrían argumentar, una nueva forma de vivir. Sin embargo, este novedoso mundo trajo consigo diferentes comportamientos que no son tan inofensivos como compartir una foto de las últimas vacaciones o publicar cuánto les gustó la nueva canción de su artista favorito.

Desde su aparición en el mundo, estas plataformas digitales fueron creadas, en su mayoría, con una intencionalidad de entretenimiento e interconexión entre las personas, no obstante, en los últimos años se descubrió que podrían ser más productivas. Así, estas se han convertido en mundo lleno de noticias, marketing, ofertas de empleo, venta de productos y servicios, denuncias e incluso manifestaciones sociales. Esto parece positivo y demuestra lo acelerado de la evolución del ser humano, sin embargo, así como todos los ejemplos anteriores tienen un impacto positivo en la sociedad, casi todo posee una versión antagónica y las plataformas no son una excepción. Es posible encontrar personas que se dedican a buscar formas de dañar a otras; algunas veces simplemente con ofensas y ataques personales, otras lo intentan a través de calumnias, ya que las redes le brindan un esparcimiento de la información eficaz. A pesar de los inconvenientes que esto pueda causar, existe otra estrategia para lograr impactos negativos, esta es conocida como la desinformación o fake news.

Lamentablemente, así como muchas personas se encargan de compartir información útil y verídica de diversos temas, otras utilizan los medios electrónicos para publicar información falsa, opiniones presentadas como hechos e incluso teorías de conspiración. El problema radica en el impacto que estas informaciones tienen en las personas de un país o región específica, ya que muchos de los seres sin escrúpulos que generan estas publicaciones se aprovechan de las creencias de otros, por ejemplo, con temas religiosos o —como es común actualmente— se aprovechan del descontento social ante las crisis vividas.

Las situaciones que calzan con estas descripciones las encontramos todos los días, especialmente con respecto a la pandemia de la COVID-19. Acerca de este tema se encuentran todas las formas de desinformación, aspectos como “las autoridades mienten con las estadísticas”, “las medidas de prevención son perjudiciales” o incluso que no existe una pandemia y “es una invención para controlar a la población”. A nivel internacional fue posible observar cómo en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos ocurrió lo mismo, siendo el presidente actual Donald Trump el reproductor de informaciones falsas.

Finalmente, ante esta realidad, es necesario tomar acciones. “En los últimos años hemos asistido a un importante crecimiento del fact-checking de la información, y para ello se han diseñado herramientas que evalúan la calidad de esta” (González, 2019). Como lo dice el autor, una de las formas es a través de los verificadores de información; redes sociales como Twitter los utilizan a diario. Sin embargo, debido a los millones de usuarios es imposible controlar toda la información que es distribuida y compartida. Por esta razón es necesario que cada uno de nosotros se tome el tiempo de ser responsable e investigar sobre la veracidad y exactitud de la información consumida y compartida, ya que esta puede generar una afectación en el orden social y llevarlo al caos.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • González, M. (2019). Fake News: desinformación en la era de la sociedad de la información. https://revistascientificas.us.es/index.php/Ambitos/article/view/8399/8424