Por Hassell Janpier González Argote – Estudiante de la carrera de Ingeniería Informática
¿Universidades preparadas tecnológicamente para afrontar la nueva modalidad de impartir lecciones en tiempos de la pandemia? La incertidumbre que nos genera el cambio nos ha llevado a un estado nada confortable, y no es para menos, pues la realidad se ha convertido en virtualidad. Desde la perspectiva del estudiante, ha sido cambiante y es importante tomarlo en cuenta, porque las adaptaciones nos ayudan a seguir adelante a pesar de las dificultades, y crear un método para seguir viviendo no es poco impresionante. Soy una persona que al principio no digiere los cambios de forma agradable, pero con el tiempo puedo ir comprendiendo el porqué de las cosas.
¿Qué es estar preparados tecnológicamente? ¿Será tener disponibles todas las herramientas tecnológicas de manera definida, o es más bien tener lo necesario de tecnología para poder hacer algo de manera exitosa? El término tecnología fue acuñado por el naturista, escritor científico, micólogo, economista y agrónomo germano Johann Beckmann, con el sentido de la ciencia de los oficios. Diversos autores definen la tecnología como un conjunto de conocimientos e instrumentos llevados para realizar alguna solución. La tecnología es una manera de facilitar la rutina; diversas personas lo mencionan como “la educación mediada por la tecnología”, dada la fuerza que está tomando como método de seguir avanzando en los estudios sin el temor de contagiarse. Algunos rectores de universidades han mencionado que la educación virtual es la educación del futuro, pero la pandemia lo ha acelerado.
Habrá personas que no están de acuerdo en estudiar con esta nueva modalidad, por los costos, la preparación, la falta de tiempo y demás razones; incluso no están de acuerdo sobre la pandemia en sí y cómo las jerarquías sacan provecho justificando un acontecimiento. Hay de todo en la vida y depende de circunstancias de prioridades para seguir creciendo; la tecnología nos ha aportado de gran manera ante la situación que estamos atravesando, pero eso no es para generalizar sobre la tecnología como esclavitud humana, porque en sí misma no es ni buena ni mala, todo depende del uso que le demos, el significado, la experiencia; diversos documentales ya lo han demostrado.
¿Preparados tecnológicamente?, pero también ¿mentalmente, emocionalmente, profesionalmente? En estos casos, la pandemia nos obligó a hacer cambios en nuestra forma de vivir y a observar cuáles son nuestras más grandes debilidades como institución, como nación, como humanidad. Bill Gates ha explicado que no estamos preparados para afrontar una epidemia. Ahora imagínese que estamos en una pandemia, pero al final estamos sobreviviendo y reconstruyéndonos poco a poco. Lo que estamos viviendo quedará en la historia, en muchos libros y reseñas que serán estudiados en las siguientes generaciones.
En conclusión, nos falta mucho por mejorar y debemos prepararnos más para afrontar una crisis como esta, aun sin gozar de buen internet o de una computadora. Hay personas que lo han nombrado como el “virus de la esperanza”; todo en algún punto va a cambiar de forma, pero al tener inteligencia emocional, buenos hábitos como el sueño y buena salud, podemos prepararnos con mucha inspiración de manera tecnológica y adaptar los cambios de hoy con más eficiencia. Dice una frase por ahí: “La preparación es importante, pero cuando improvisamos, nos hacemos más aptos para avanzar a un mejor mañana”.
