Por Daniela Villanave - Estudiante de la Especialización de Diseño Gráfico
En estos días, no es raro ver más personas que de costumbre pidiendo dinero, vendiendo artículos, o hurgando entre los basureros residenciales. Muchos costarricenses han visto afectada su economía en los últimos meses y quienes a principio de año contaban con un sueldo ahora están buscando nuevas maneras de ganarse la vida y alimentar a sus familias. Se están adaptando. Los hogares costarricenses se han visto seriamente afectados por los efectos económicos de la crisis, y es por esto que la resiliencia es hoy, más que nunca, un arma poderosa con la que cuenta el tico. A pesar de las adversidades económicas en las que nos encontramos, el costarricense ha logrado construir dicha resiliencia.
¿Y qué agente más perturbador que la actual pandemia, la cual ha llevado a muchas personas a perder sus libertades, sus trabajos, sus casas, y hasta sus estribos? En Costa Rica se ha visto como las pequeñas y medianas empresas se han adaptado al cambio, y dirigen sus empresas a través de la tecnología para continuar generando ingresos. La apertura económica y el apego a medidas sanitarias han influido positivamente en el funcionamiento de establecimientos y, por ende, en el empleo. Aunado a esto, existen opciones para que la adaptación a una nueva situación económica sea más fácil.
Un reporte elaborado por el Colegio de Contadores le propone al gobierno una serie de medidas que se podrían implementar para aliviar las finanzas públicas. Entre ellas está combatir la evasión de impuestos, invertir en actualización tecnológica y restructurar el sector público, entre otras (Paniagua, 2020). Eso sí, el gobierno tendrá un papel crucial en las decisiones que afecten a toda Costa Rica, y con ello la facilidad o dificultad con la que nos adaptemos a la nueva realidad económica costarricense.
Si bien es cierto que no se cuenta con certeza acerca de lo que vaya a acontecer en nuestro país en el aspecto económico, y que actualmente más de un cuarto de la población en Costa Rica están debajo de la línea de pobreza (INEC, 2020), durante esta pandemia Costa Rica ha demostrado ser un pueblo que lucha, un pueblo trabajador. Un ejemplo de esto es la migración a empleos temporales como Uber, Uber Eats, Rappi, Glovo, entre otros, lo cual demuestra adaptación a la situación actual (Soto, 2020). Además de esto, muchas son las personas y organizaciones de bien social que han estado ayudando a quienes más lo necesitan para que suplan las necesidades básicas. Las personas también han reconocido la importancia de consumir local y de viajar local para ayudar a nuestros compatriotas, lo cual demuestra resiliencia.
El ser humano es un ser adaptativo, resiliente. Sea cual sea la situación económica financiera en Costa Rica, el pueblo ha demostrado que puede salir adelante. A pesar de que puede que no sea tan sencillo como implementar algunas propuestas –como las que sugiere el Colegio de Contadores–, se tomarán medidas que alivien la deuda pública. El futuro económico en Costa Rica es incierto, así que si hubiera que elegir entre la adaptación al cambio o quedarse atascado en el pasado, se elegiría la resiliencia, o adaptación a la nueva Costa Rica.
