1.

Caras largas

— Para qué pretender que no es así. Apenas escucho “tobilleras electrónicas” se me enfría el desayuno, se me amarga el café y se me revuelca el estómago. Otra de tantas “historias sin fin” criollas que, a diferencia de la película que lleva ese nombre, no se disfruta ni por un segundo.

— Cada vez que escuchamos del tema es porque viene ligado a malas noticias ya sea desde el campamento del Ministerio de Justicia o del campamento de la Empresa de Servicios Públicos de Heredia o... de los dos.

— Lo cierto es que con cada noticia sobre el asunto el olor a una receta criolla harto conocida se va reforzando: negligencia + incompetencia + conflictos de interés + cuestionables adjudicaciones. Así que cuando ambas partes “se arreglaron” para muchos quedó claro que todavía quedaba un saldo de tela por cortar más que extenso.

— Más allá de lo ya sabido (entregas a destiempo e incompletas, equipo deficiente y defectuoso, sistema de monitoreo patito que nunca funcionó como debía) ...