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— Tras meses de dimes y diretes entre la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH) y el Ministerio de Justicia y Paz, por los problemas con las famosas tobilleras de monitoreo, el martes por la noche ambas instituciones llegaron a un acuerdo de entendimiento —mediado por el ministro de la Presidencia Víctor Morales Mora— que permite “limar” las asperezas y dar soluciones concretas a las problemáticas identificadas.
— En concreto, los acuerdos alcanzados incluyen la creación de una comisión interinstitucional para analizará los casos de desconexión de personas vigiladas por monitoreo electrónico, que se espera dé un informe a mediados de noviembre. Adicionalmente, la ESPH proveerá a Justicia de:
- Una solución de software para tramitar la gestión automática de unas 15.000 alertas diarias no críticas, lo que permitiría mejorar la labor de los agentes destinados al monitoreo.
- Una cantidad de dispositivos disponibles para Justicia para atender la regionalización del programa.
— La ministra de Justicia y Paz, Marcia González Aguiluz, estuvo ayer en el programa Hablando Claro para hablar del acuerdo alcanzado y el estado actual de la situación con las tobilleras. La ministra González, que la semana pasada se había negado a participar del programa Matices de Monumental, aseguró que siempre ha estado disponible para ser entrevistada por cualquier medio de comunicación, pero lo que no quería era participar de un debate con la ESPH sobre este tema.
— A pesar de que las empresas proveedoras de las tobilleras, Grupo CESA y Geosatis, aseguraron que los dispositivos funcionan sin problemas, la ministra González señaló que sigue habiendo falencias en la comunicación de los aparatos y que por eso el trabajo que realice la comisión acordada el martes para determinar las razones es indispensable. González, además, recordó que la próxima semana realizaran una audiencia para que distintas compañías presenten sus tecnologías de monitoreo, de cara a la próxima licitación, que no será por contratación directa, como pasó con el actual contrato.
— Justamente, durante la entrevista de ayer, la ministra manifestó que ella no hubiera firmado el contrato en las condiciones que tiene actualmente y que el mismo no posee una cláusula real de rescisión, aunque añadió que su intención nunca ha sido rescindirlo, sino solucionar las problemáticas que se han identificado.
— Recordemos que el contrato firmado entre Justicia y la ESPH se hizo como una contratación directa entre entes públicos, amparados en el artículo 2 de la Ley General de Contratación Administrativa. Justamente, por abusos que se han dado en el uso de esas excepciones, en la Asamblea Legislativa se discute el proyecto 21.014, presentado por el diputado Pablo Heriberto Abarca Mora, que busca cerrar este portillo de contratación.
— Además, sobre el acuerdo alcanzado el martes, la ministra reconoció que la propuesta recibida de parte de la ESPH fue “muy solida y seria” y que viene a resolver los cuestionamientos que han tenido desde el Ministerio.
— La ministra cerró su participación en el programa de ayer asegurando que —aunque puede haber actores externos que quieran seguir generando ruido con este tema— “los dos actores principales, que somos los que firmamos el contrato, ya decidimos que vamos a seguir trabajando como aliados de está manera por el bien de Costa Rica”.
— No podemos más que esperar que esto así sea, ya que si bien, con todo y los problemas de monitoreo, no han aumentado las tasas de reincidencia de las personas bajo este programa —este año solo ha habido un 2,1% de reincidencia—, como bien relató el Semanario Universidad el día de ayer, al final los problemas de comunicación de las tobilleras terminan afectando la reinserción de las personas a la sociedad, que ha llevado a incluso a algunas personas preferir el sistema semiabierto —donde no deben estar todo el tiempo en la cárcel— que vivir con la tobillera. Como quien dice: todavía tenemos mucha tela por cortar y mucho por mejorar.
Bonus track: Vía Universidad: Sala Tercera ordena reconsiderar pena de mujer que delinquió por vulnerabilidad.