En América Latina, el número de casos nuevos de infección por el virus del VIH registró un incremento de 21% del 2010 al 2019, de acuerdo con información dada a conocer ayer por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Por su parte, las muertes por enfermedades relacionadas con el Sida disminuyeron el 8% en el último decenio en América Latina. En comparación, en el Caribe descendieron el 37%.
En Costa Rica, las autoridades sanitarias y grupos activistas hicieron un llamado a la prevención y al uso correcto del preservativo para combatir este virus que, a pesar de ser prevenible, solo en el 2019 registró un total de 10.676 casos en las unidades médicas de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), la OPS informó que, de acuerdo con datos recientes disponibles, el número de casos nuevos al año ha seguido subiendo y pasó de 100.000 en el 2010 a 120.000 en el 2019.
Estos datos señalan que sin duda la infección por el VIH todavía representa un grave problema de salud pública en América Latina, y que debemos hacer frente a las desigualdades, el estigma y la discriminación para asegurarnos de que nadie se quede atrás", afirmó la Directora de la OPS, la doctora Carissa F. Etienne.
Etienne sostuvo que se prevé que la COVID-19 exacerbe esta situación debido a su impacto en los servicios esenciales de salud, especialmente en los países con sistemas de salud frágiles.
Por estas razones, debemos intensificar nuestros esfuerzos para proteger estos servicios y mantenernos centrados en nuestra meta final de eliminar el sida, causante de un terrible sufrimiento”, detalló.
La OPS señala que el estigma que todavía existe en torno al VIH y el Sida, así como la desigualdad de acceso a los servicios de salud, también impiden el progreso hacia la eliminación de la enfermedad.
Hay indicios de que, desde el inicio de la pandemia, el número de personas que se han realizado la prueba para detectar la infección por el VIH ha disminuido drásticamente tanto en el Caribe como en América Latina, según informó la OPS.
“La COVID-19 plantea un desafío para la prevención, las pruebas, el tratamiento y los servicios de atención de salud para pacientes con VIH”, manifestó César Nuñez, Director Regional de ONUSIDA. “Cualquier desaceleración en la prestación de estos servicios dejará a muchos grupos particularmente vulnerables en mayor riesgo de infección por el VIH o muerte relacionada con el sida”, advirtió.
La autoprueba de VIH, una estrategia para ampliar el diagnóstico
La OMS y la OPS recomiendan la autoprueba como estrategia clave para alcanzar el objetivo de las Naciones Unidas de que el 90% de las personas con VIH conozcan su estado.
La autoprueba, en la que las personas recogen sus propias muestras y las testean, aumenta la autonomía del usuario, descentraliza los servicios de VIH y crea una demanda de pruebas de VIH entre aquellos que no han sido alcanzados por otros servicios.
Avances contra el VIH/sida
Entre otros resultados clave recientes en América Latina que la OPS ha puesto de relieve en el marco del Día Mundial se encuentran los siguientes:
- El porcentaje de mujeres embarazadas en tratamiento antirretroviral, que reduce las probabilidades de transmitir el virus a sus hijos, aumentó de 52% en el 2010 a 74% en el 2019.
- El porcentaje de hijos nacidos de mujeres con VIH que acaban contrayendo la infección ha descendido de 20% en el 2010 a 15% en el 2019.
- El porcentaje de personas con infección por el VIH en tratamiento antirretroviral aumentó de 43% en el 2010 a 60% en el 2019.
- Entre las personas con infección por el VIH en América Latina y el Caribe, el 53% ha podido controlar la carga viral en su sistema gracias al tratamiento antirretroviral.
En América Latina hay cerca de 2.100.000 personas con VIH. En el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, la OPS colabora con los países de América Latina y el Caribe para poner fin a la amenaza de salud pública que es el sida para el año 2030.