Luego de ocho años de estar clausurado al público por su actividad volcánica, el pasado viernes el Parque Nacional Volcán Turrialba reabrió sus puertas al público, invitándonos a un espectáculo inigualable y como pocos en el mundo: el de un cráter activo que se puede disfrutar con todas las medidas de seguridad necesarias para que el turista regrese a casa maravillado y seguro.
El acto protocolario de reapertura se llevó acabo el viernes pasado a las 9 de la mañana, en el nuevo punto de arranque de la caminata: en Finca Monte Calas. Recordemos que el ingreso por Hacienda la Central se encuentra deshabilitado debido a un proceso legal en el cual los dueños de la finca reclaman ese paso como su propiedad.
Así, y tras los discursos previos al banderazo de salida, arrancó la caminata oficial en la que funcionarios del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y del propio parque, nos llevaron a los jerarcas del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), del despacho de la Primera Dama y a varios miembros de la prensa (nuestro periodista Alonso Martinez y yo, incluidos) a conocer esta maravilla natural que hoy yo les describo a ustedes.
Hermoso pero pesado
Mi colega Alonso Martinez les preparó una nota a los fanáticos del hiking que salió publicada en La Jornada. Ahí les contaremos los detalles de cómo sacarle jugo a esta caminata; pero a ustedes, público general y no enfocado en el deporte, se los adelanto: esta maravilla no es para toda la familia... aún.
Según nos comentaron los encargados del trayecto del viernes, los dueños de Monte Calas están organizando nuevas actividades o formas de subir al cráter para hacer el trayecto más accesible para todo el mundo; pero lo cierto es que hoy a lo que nos enfrentamos, es a 4 kilómetros de empinada subida a más de 3 mil metros de altitud (los que practican hiking saben de lo que les hablo) y ahora además ¡con mascarilla! o sea, esto no es jugando.
Por eso preparen buenos "burros", bastante agüita y un par de aspirinas por aquello de que la altura me les afecte; pero en serio y si el cuerpo les da, agenden un viajecito a la zona porque vale demasiado la pena.
Por ejemplo, los amantes de la fauna acá se volverán locos: según nos iba contando el guía y miembro de la Asociación de Guías U-Sure (que son los que tienen la concesión de los tours en el parque), Alejandro Calderón Aguilar, durante la subida se pueden apreciar especies como la chispita volcanera, especie endémica de Costa Rica y Panamá y además, el turista podrá disfrutar de quetzales, felinos y también coyotes por la zona.
Entre los tipos de bosque presentes en el lugar, y según detallaba Calderón, se encuentra el bosque subalpino con características de páramo, un tipo de bosque que solo se encuentra aquí y en el Volcán Irazú con el valor agregado de que aquí, además, tenemos un crácter activo y en constante liberación de gases, así que ¿cómo perdérselo?
Además, y aunque la altura pueda significar un reto cuando uno está subiendo la montaña, lo cierto es que en la época seca y desde arriba, se pueden apreciar los cerros del Chirripó y de Orosi y también (con binoculares) el caribe limonense en el fondo. Una vista que, definitivamente, hace que las 2 horas de subida valgan la pena y que tiene como cereza del pastel al cráter activo.
Así también nos lo detalló también la Primera Dama de la República, Claudia Dobles Camargo, cuando llegamos a la cima:
Seguridad en el parque
Ahora bien, hablemos de la seguridad en el parque: estamos frente a un cráter activo y con constante emisión de gases (como se puede ver en el video de doña Claudia Dobles que les dejamos arriba) ¿qué medidas tomaron las autoridades y qué medidas tienen que tomar los turistas, para disfrutar de este atractivo de manera segura?
Durante la subida al cráter, personeros de la CNE nos comentaron cuál ha sido el proceso de reapertura del parque, cerrado en 2012 luego de que el volcán empezara un proceso eruptivo que se agudizó entre los años de 2014 y 2017 y que ha ido reduciéndose en los últimos 3 años hasta ahora, donde solo se registran erupciones de gases.
Para ello, el parque implementó una serie de medidas establecidas en coordinación con el Comité Asesor Técnico en Vulcanología conformado por la Red Sismológica Nacional (RSN: UCR-ICE), el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI-UNA) y la CNE, entre las que destacan la construcción de barandales en la zona del mirador y la implementación de siete áreas de protección, las cuales cubren el trayecto de ascenso desde la caseta de atención a visitantes hasta el mirador de cráteres.
Las zonas de protección son como esta pantalla verde de la imagen de arriba. Estos son arcos de acero reforzado que se construyeron para personal del ICE que sube a dar mantenimiento de las torres que el Instituto tiene en el volcán y, aunque la idea es que nunca tengan que utilizarse y sirvan más que nada para protegerse de la lluvia, las pantallas también permitirían que los turistas se protejan de un eventual lanzamiento de piedras por parte del cráter.
Por supuesto, la idea es que estas pantallas nunca se utilicen para esto: el volcán se encuentra en un monitoreo constante de su actividad para medir tanto su intensidad volcánica como la composición de sus gases y también la acidez de su lluvia, a fin de garantizar que el ascenso de turistas sea seguro.
Este proceso se realiza en conjunto con la CNE y con la UNA y en el momento en que los registros demuestren que la actividad empieza a recrudecer, la Comisión y el SINAC tomarían las medidas correspondientes.
Pero ¿qué pasa si la actividad recrudece de repente, mientras hay turistas arriba? Pues es para eso precisamente que las autoridades responsables tomaron las medidas que tomaron, entre la que destacan las pantallas y que solo se pueda subir de manera controlada y con un guía.
Una de las condiciones que la CNE solicitó para permitir la reapertura del parque, es que durante todo el trayecto se tenga control sobre dónde están los turistas, a fin de poder evacuar ante cualquier eventualidad. Por ello es que los accesos sólo están permitidos en horario de 5 de la mañana a de 5 a 10 de la mañana en época seca y de 8 a 12 mediodía en época lluviosa y sólo se puede ingresar con un guía certificado.
Esa responsabilidad está justo en las manos de la Asociación de Guías U-Sure que, según Calderón, ya tiene a 8 personas registradas como guías para atender los 6 viajes que se realizarán diariamente.
Desde que a la asociación Usuré le dieron la concesión para realizar los ascensos al Volcán Turrialba, nuestro principal punto objetivo fue el de contratar a guías turrialbeños. El Parque hizo una capacitación el año pasado y hace unos días volvimos a reforzarla con compañeros de la UNA y de la CNE, para que todos los guías se capacitaran y poder empezarlos a contratar”, señaló Calderón a este medio.
La reserva se puede realizar en los números 2559-0117 o al 8534-1063 y horario de lunes a sábado de 8 de la mañana a 3:30 de la tarde y aunque la semana pasada se registró la saturación de la línea de llamada, el guía aseguró que ya están en conversaciones para que los interesados puedan mandar sus datos de reserva través de la página http://usurecr.org/.
Mientras tanto, la solicitud es de paciencia y seguir insistiendo:
Nosotros mantenemos un número celular con un horario específico, el problema es que a veces las personas llaman, les suena la contestadora y ya piensan que está apagado pero realmente es que está ocupado contestando preguntas, porque hay mucha gente que solo está llamando a preguntar, lo que genera que las reservaciones se rezaguen. Les pedimos a las personas que tengan paciencia”.
Ahora bien ¿qué medidas tomar para garantizar un ascenso tranquilo, una vez que ya estemos en el volcán? Pues según Calderón, se recomienda a los turistas que lleven bloqueador, gafas para el sol, gorra, ropa liviana y zapatos de buen agarre "porque esto no es como correr en La Sabana"; que lleven energía, una merienda pequeña y mucha hidratación para que se distribuya en los casi 4 kilómetros de recorrido; y también, y por supuesto, que lleven su protocolo de salud como alcohol en gel o mascarilla, porque la COVID-19 sigue ahí afuera y es necesario subir protegido.
Por último, señala el guía:
No recomendamos la caminata a personas que tengan enfermedades crónicas por la altura en la que estamos y por la dificultad de la caminata, porque esto no es para cualquiera”.
Turrialba sí es para todos
Sin embargo, y aunque el ascenso al volcán no sea para toda la familia, Turrialba tiene opciones de sobra para todos los gustos, así que si ustedes están buscando dónde pasar sus vacaciones de este diciembre, apunten las opciones que este cantón cartaguinés tiene para ofrecernos.
Según Alejandro Calderón:
Turrialba tiene una gama tan amplia de actividades que si venís una semana, te faltan días. Turrrialba comprende más del 50% de la provincia de Cartago y tiene muchísimo por ofrecer. Al que le encanta irse a lo extremo y ver aquello que no estamos acostumbrados a ver, aquí lo tienen en Turrialba".
Los guías recomiendan actividades como el tour al Monumento Nacional Guayabo, a la Catarata de Aquiares y a la de las Trillizas; al Jardín Botánico del Catie o a visitar alguno de sus mariposarios, o también a la ciudad cabécar donde se podrá disfrutar de toda la cultura ancestral con toda la familia. El cantón, además, tiene múltiples y ampliamente conocidas opciones de canopy, rafting y caminatas en lugares más accesibles que el volcán, así como hoteles y hospedajes para todos los gustos y presupuestos.
Por eso aproveche que puede empezar a subir al volcán a las 5 de la mañana y decida quedarse un par de días para aprovechar en esta zona, todo lo que el cantón turrialbeño tiene para ofrecerle.