La idea sobre el papel sonaba muy bien: Ir a la reapertura del Parque Nacional Volcán Turrialba luego de ocho años de permanecer cerrado por intensa actividad volcánica. Dije que sí apenas me consultaron.

El día anterior escuché atento a las recomendaciones de mi compañera que tiene más experiencia en actividades como hiking, senderismo o caminatas de montaña. “Ropa cómoda, doble mudada en caso de que llueva, zapatos tipo Hi-tec, agua y buen desayuno”, me dijo.

El acto protocolario inició cerca de las 9:20 a.m. Estuvieron presentes figuras como la primera dama, Claudia Dobles; la ministra de ambiente y energía, Andrea Meza; el director del Sistema Nacional de Áreas de Conservación, Rafael Gutiérrez; las personas diputadas por Cartago, Laura Guido, Paola Valladares y Pablo Heriberto Abarca y el alcalde del cantón turrialbeño, Luis Fernando León.

Las Áreas Silvestres Protegidas cumplen un rol fundamental, están articuladas a toda una cadena productivas asociadas al turismo y se convierten en motores fundamentales para dinamizar la economía en el contexto territorial”, comentó Meza.

Me alegré por las personas y negocios de la zona que volverán a tener actividad económica gracias a la apertura del Parque Nacional. Ejemplo de ello es un señor que, cerca de la entrada, montó un toldo y ofrece café y bocadillos a las personas que pasan.

Laura Guido, Andrea Meza, Claudia Dobles y Luis Fernando León en el acto simbólico donde se abrió el portón que da inicio al recorrido.

Mientras terminaba de escuchar las formalidades de la ocasión empecé a pensar que tal vez el camino iba a estar pesado. Sabía que estaba a una altitud de 2657 metros y que me esperaba una caminata en ascenso de 5 km. A esos datos se agrega la mascarilla correspondiente de los días pandémicos, además, como condiciones climáticas hay una intermitente lluvia y la temperatura ronda los 13 grados.

Aquí hago un paréntesis para recordar que, debido a una disputa legal, el ingreso de las personas ahora se da por desde el sector del Tapojo en la ruta cantonal 20, específicamente por Finca Monte Calas. Queda a unos kilómetros de distancia de la entrada de La Central, por tanto, poner la ubicación en WAZE es lo ideal.

Antes de las 10 a.m. la caminata dio inicio. En el grupo iban parte de los jerarcas antes mencionados, periodistas, camarógrafos, guías turísticos, entre otros. No era un grupo de expertos en montañismo, claro está.

La inexperiencia quedó demostrada rápidamente cuando se empezaron a escuchar comentarios de tipo: “ay, yo pensé que no iba a estar así el camino”. Se referían a la gran cantidad de barro, al  material suelto (lastre), al terreno resbaloso y a las pendientes que, mientras se avanzaba, se hacían más complicadas.

También, se empezaban a notar diferencias en el ritmo que llevaban unos con otros. De igual forma, las indicaciones de los guías expertos eran: No hay problema si necesita detenerse para descansar un momento o a hidratarse.

Parte del equipo que realizó el recorrido en medio de un intenso sol que se dejaba sentir a eso de las 10:45 am.

Cabe resaltar que las personas que desean hacer el recorrido, irán en grupos de 17 personas máximo y deberán ser acompañadas de forma obligatoria durante todo el recorrido por un guía turístico acreditado y capacitado.

Alrededor del primer kilometro se realizó una parada. El guía encargado, Alejandro Calderón, de Asociación ASURÉ,  comentó que en el lugar se puede encontrar diversidad de flora y fauna. Mencionó que el ave llamado popularmente como Chisipita Volcanera suele ser visto en el trayecto. A parte, detalló que en ocasiones se ha reportado la presencia de animales como Jaguares y Coyotes.

Si bien la caminata es pesada, no hay que dejar de lado que se da en medio de naturaleza y hermosos paisajes. Cada grupo de visitantes contará con un tiempo máximo de 4 horas, por lo que en el trayecto habrá chances de apreciar, grabar o fotografiar lo que presente la aventura.

Nos encontramos con un grupo de visitantes que ya venía de bajada. Eran del grupo Hiking Mountain Club, ellos sí eran expertos. Conversamos con el miembro del equipo, Randall Alvarado Arauz, sobre su experiencia en la visita al Parque.

Mi recomendación definitivamente es que esto no es bajarse del carro e ir como al Volcán Irazú o al volcán Poás. Estos son 4 km fuertes de pendiente. Para venir acá se necesita caminar despacio, venir con buen equipo, buenos zapatos porque hay mucho barro. El paraíso que hay allá arriba no tiene nombre”, explicó.

Es importante enfatizar que la caminata no es apta para personas con problemas cardiacos, respiratorios o de movilidad. Alvarado advirtió que su experiencia le dice que las personas jóvenes (sin ningún tipo de condición) pueden a subir “bastante tranquilos y bien por su condición natural”. Pero agregó:

 No es para principiantes, les va a costar mucho. No es para personas sedentarias, estamos en condiciones de más de 3mil metros y ahí el oxígeno va a faltar”.

La pequeña entrevista hizo que mi compañera y yo quedáramos un poco atrás. Apretamos el paso para alcanzar al grupo. Grave error. El cambio de ritmo jugó mala pasada, gastamos energías rápido y nos cansamos de más.

Para  nuestra sorpresa, las siguientes personas que encontramos eran autoridades del SINAC que venían en nuestro mismo grupo y comunicaron que ya habíamos terminado la primera parte. La segunda la realizaríamos en carro. Lo tomamos con agrado. Seguro vieron un poco de falta de condición en general. En fin, claro está que fue una excepción.

En el carro pude apreciar que, como dijo el guía, la segunda parte es más dura. Las pendientes son más inclinadas, marcadas y el camino lleno de piedra.

El vehículo nos llevó muy cerca del objetivo final, a más o menos un kilómetro de distancia. En medio un rótulo que dice: Bienvenidos al Parque Nacional Volcán Turrialba. Esas letras deben saber a gloria pura para las personas que sí hacen todo el trayecto, sin trampa alguna.

Luego de otras palabras de parte de los y las jerarcas, subimos, en carro nuevamente, al mirador. Ahí, a unos 3.340 metros, topamos con tres majestuosos cráteres. Dos inactivos y uno con la actividad que, según las autoridades, aún no ha finalizado, pero sí ha mermado en su intensidad.

La baja en la actividad permitió que, con mejoras implementadas, se realizará la reapertura controlada de visitantes en la cual se aplicarán una serie de medidas de seguridad establecidas en coordinación con el Comité Asesor Técnico en Vulcanología conformado por la Red Sismológica Nacional (RSN: UCR-ICE), el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI-UNA) y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).

A eso de las 12 mediodía esta era la vista desde el mirador de cráteres.

Topamos con una hermosa vista, se despejaba y se nublaba en minutos. Por un momento se apreció la costa caribe al fondo. Dicen los expertos que, cuando está totalmente despejado, usan binoculares y se logran ver barcos. Además dicen que ver el amanecer desde ese punto es una maravilla. Qué envidia.

El trayecto es tan lindo como exigente. Las autoridades detallan que el nivel de dificultad de la caminata es alto. Nada que un poco de puesta en forma no solucione para no privarse de tal privilegio.


Otros datos a tomar en cuenta:

  • El horario establecido será de 5 am a 10 am en época seca y de 8 a. m. a 12 m. d. en época lluviosa.
  • El pago del derecho de admisión se realizará ÚNICAMENTE mediante pago electrónico en el lugar (tarjetas de débito y crédito). Recuerde que previamente debe cancelar el guía vía SINPE, en el momento en que logre la reservación vía telefónica.
  • La reservación de entradas será vía telefónica a los números 2559-0117 y 8534- 1063 de lunes a sábado de 8 a.m. a 3:30 p.m.
  • En época seca ingresarán por día seis (6) grupos de turistas y en época lluviosa cinco (5) grupos, en lapsos de una hora cada uno, lo cual favorecerá el flujo de personas en los distintos puntos de visita.
  • Cada grupo de visitantes contará con un tiempo MÁXIMO de 4 horas de estadía el cual incluye el ascenso, pago de admisión, charla de inducción, estadía en miradores de cráteres (30 minutos máximo) y su respectivo descenso al sitio de partida.
  • Ingresarán ÚNICAMENTE niños mayores de 12 años con su respectiva identidad de menor y acompañado de un adulto responsable.
  • Los visitantes deben mantenerse en grupo durante todo el recorrido, acatando las medidas sanitarias establecidas por el Ministerio de Salud.
  • Al ser un parque nacional, no se pueden recolectar muestras de rocas ni plantas.
  • Se debe portar vestimenta y zapatos adecuados para camino de lastre
  • Se recomienda el uso de otro tipo de indumentaria para condiciones climáticas extremas (alta radiación, bajas temperaturas, lluvias, granizadas).
  • Utilizar siempre bloqueador solar.
  • Portar alimentos energéticos e hidratación.