Por María Fernanda Rodríguez – Estudiante de la carrera de Administración de Negocios
¿Cómo innovar en medio de una pandemia mundial? Es una pregunta que muchas personas se han hecho a lo largo de este año, ya sean emprendedores o grandes empresas; la necesidad de mantenerse vigentes en el mercado los ha llevado a tener que tomar decisiones rápidas que les generen beneficios a corto y largo plazo. El COVID-19 ha llegado y cambiado la forma en la que se llevan a cabo los negocios, se está frente a un porcentaje cada vez más alto de personas que han sido despedidas o sus salarios han sido reducidos y esto los ha llevado a mantenerse informados por medio de investigaciones y buscar diferentes formas y áreas en las cuales innovar. Esta enfermedad ha provocado también una pérdida de la competitividad, es decir, si se compara la cantidad de ventas que pueden llegar a tener dos negocios que ofrezcan los mismos productos o servicios, su éxito va a depender meramente de la forma en la que manejen sus redes, y cuáles productos pueden ofrecer que sean llamativos y los posicionen en el mercado.
La innovación, como tal, “se consigue al identificar una oportunidad, al generar ideas creativas para aprovecharlas y finalmente, al implementar esas ideas para producir nuevo valor a la empresa (…) económico o social” (Morales y León, 2013, p. 22). Tener claridad en este concepto va a permitir tener una ventaja competitiva en el desarrollo de nuevos productos o en el mejoramiento de procesos y servicios. Existen varias razones para innovar, ya sea por necesidad, presión, sobrevivencia o para generar mayor impacto; algunas estrechamente ligadas a la tecnología, pero todas tienen un mismo fin. Ahora más que nunca la innovación se ha basado en tomar cada oportunidad y sacar lo mejor de ella en medio de una crisis tan fuerte como la que se está viviendo y que, además, es la realidad a la que hay que enfrentarse durante algún tiempo más. Por ejemplo, los emprendimientos o empresas que se dedican mayormente a confeccionar ropa han añadido más productos a su lista: las mascarillas y caretas, que son necesarias y les aseguran un ingreso, pero a esto se une el diseño, comodidad, opciones de entrega, personalizarlas y demás que sean llamativas al cliente.
Un aspecto de suma importancia es la actitud con la que se enfrente esta situación. Si se buscan resultados positivos se debe tener una actitud positiva, tal como menciona Max More, “optimismo: el combustible de los héroes, el enemigo de la desesperanza, el creador del futuro (Flórez-Lozano, 2006). Con base en lo anterior, se puede asegurar que estar rodeado de noticias negativas va a generar ese tipo de resultados.
Se debe tomar en cuenta que todas las personas buscan una forma de mantenerse y subsistir, especialmente por medio del capital humano. Existen varias herramientas que permiten llevar esto a cabo, por ejemplo, design thinking, systems thinking y lean startup (Kumar, 2020), por medio de las cuales se tiene una visión más amplia y acertada de la forma de innovar para ver resultados y de generar empleos.
Todos hemos sido testigos de la innovación. Un ejemplo claro de esto es el teletrabajo y las clases en línea, por medio de las cuales se ha logrado mantener un poco el funcionamiento “normal” dentro de la crisis que se está viviendo. Se podría pensar que es una forma de sacar el máximo provecho de las situaciones que se presentan; no obstante, es una forma en la que durante bastante tiempo se van a tener que llevar a cabo las cosas, razón por la cual el acceso a internet y redes sociales como medio para hacerse conocido un emprendimiento, por ejemplo, es esencial. Finalmente, estos aspectos van a cambiar la forma de resolver los imprevistos e innovar en el futuro cercano.
