El Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) y el sector cultura de nuestro país pegaron, literalmente, el grito al cielo este fin de semana luego de que el jueves anterior se presentaran una serie de mociones al expediente No 22.174, del Presupuesto del Gobierno de la República 2021, que rebajarían hasta en ¢6.400 millones de colones el presupuesto de la institución para el próximo año.

Las mociones fueron presentadas en la Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa, que es la que actualmente se encuentra estudiando el presupuesto del próximo año y se propusieron con el fin de reducir el gasto del Gobierno Central.

El proyecto tiene actualmente 180 mociones que van dirigidas a recortar el presupuesto de muchas instituciones públicas y de las cuales casi 30 afectarían directamente el presupuesto de Cultura y Juventud. Estas abogan por recortar las partidas de viáticos y transporte; por recudir los gastos de capacitación y actividades protocolarias y sociales, así como las partidas de alquiler de edificios locales y terrenos, alquiler de maquinaria y equipo mobiliaria, de equipo de cómputo y otros y también por reducir los gastos de publicidad, horas extra, dietas, alimentación y viajes al exterior de las instituciones adscritas al Ministerio.

Sin embargo, hay una moción en particular que ha generado mayor controversia en el ala de Cultura y se trata de la número 129, firmada por los legisladores liberacionistas, Ana Lucía Delgado Orozco, Sylvia Hernández Sánchez y Gustavo Viales Villegas, que pretende recortar 6400 millones de colones en partidas varias a la institución y destinarlas a amortización de deuda.

Según un comunicado enviado por el Ministerio a la prensa este fin de semana, la rebaja que proponen los legisladores representaría una reducción del 13,4% del total del presupuesto del MCJ, afectando con recortes que superan los ¢500 millones de colones a la Dirección de Cultura (con una reducción de ¢873.1 millones de colones); al Teatro Nacional de Costa Rica (cuya reducción asciende a ¢699.9 millones de colones); al Teatro Popular Melico Salazar (con una reducción de ¢609 millones de colones); y al Museo Nacional de Costa Rica (cuya reducción asciende a ¢524.5 millones de colones).

Esta moción busca, además, reducir al 100% los fondos destinados al Programa Becas Taller del Ministerio (que incluyen al programa Proartes, al Colegio de Costa Rica y a los programas Puntos de Cultura y El Fauno, entre otros), así como a los Premios Nacionales de Cultura; al tiempo que se reduce en un 100% la partida de servicios en ciencias económicas y sociales para el desarrollo de proyectos de investigación de la Unidad de Cultura y Economía (UCE) y de la Secretaría de Planificación Institucional y Sectorial (SEPLA).

También se incluye un recorte del 50% a los recursos destinados a la contratación de artistas internacionales para la temporada del Instituto Nacional de la Música y se elimina el 100% (39,4 millones) de los recursos destinados al Centro de Cine para que pague de material audiovisual utilizado en el Festival de Cine.

A su vez, se elimina el 100% de los recursos para que el Consejo de la Persona Joven brinde capacitaciones a personas jóvenes con discapacidad; y se elimina el 100% de la partida de Otros Servicios de Gestión y Apoyo para contratación de especialistas técnicos en proyectos culturales.

Por otro lado se reduce en 45 millones la partida de gastos de operación del Museo de los Niños; y se agrega rebajas a compromisos económicos internacionales asumidos durante los gobiernos 2006-2014; entre otros.

En el comunicado Cultura señaló que "el gasto corriente que piden recortar los diputados es primordial para la operación y acompañamiento de las labores sustantivas de las instituciones del MCJ, para destinar y posicionar los recursos que están trazados para la reactivación económica del sector; no se trata de gastos innecesarios, ni superfluos".

A su vez, el viceministro Administrativo de la institución Dennis Portuguez Cascante, aseguró que:

Sin viáticos, combustible, horas extras, entre otros insumos, no se pueden generar acciones en los territorios; sin servicios públicos, contratos de vigilancia y limpieza, no pueden operar los centros de trabajo, afectando el servicio público y el resguardo de los bienes públicos y patrimoniales; la imposibilidad de compra de materiales y suministros, que corresponde al 7,5% del presupuesto operativo, son necesarios para acompañar y realizar los programas de las instituciones. Adicionalmente señala que, el 23% del gasto operativo total del MCJ está direccionado al sector, con los recursos para la producción -contratación- y los fondos concursables -estímulo-. Es un ejercicio presupuestario realizado con el mayor cuidado y asignando los recursos sumamente ajustados para cumplir con el Plan Nacional de Desarrollo y los Planes Operativos Institucionales”.

Afectación regional de los recortes

La Dirección de Cultura (DC) del Ministerio, es decir, la oficina que trabaja con organizaciones comunitarias principalmente en zonas rurales, territorios indígenas y comunidades en condiciones de vulnerabilidad social, también mostró su rechazo a las mociones presentadas por los legisladores.

Según expresó la directora de la oficina, Sofía Yglesias Fischel en un comunicado enviado a la prensa, la afectación golpearía directamente a la labor que realiza el Ministerio de Cultura en las diferentes sedes del país.

Yglesias, al igual que Portuguez, sostiene que es imposible trabajar con la reducción de viáticos, gasolina y horas extra en estas regiones:

El recorte del 84% del presupuesto es totalmente desproporcionado. Entendemos que hay que hacer esfuerzos extraordinarios para reducir el gasto, pero esta moción golpea directamente a las organizaciones comunitarias con las que trabajamos y a todas las personas que disfrutan y se nutren de lo que ellas hacen. Estas organizaciones crean condiciones para el diálogo, para la paz social, la creatividad, el sentido de comunidad y la salud mental, el país necesita organizaciones culturales fuertes en estos momentos y el recorte de propuesto las golpea directamente”.

Además, la Dirección arrancó una campaña para concientizar sobre la importancia de la inversión cultural en nuestro país:

Organizaciones culturales también levantan la voz

Por su parte, la Red de Emergencia Cultural de Costa Rica, una agrupación que se unió para articular un plan de trabajo entre las organizaciones culturales de nuestro país en medio del contexto de crisis que ha significado para el sector la pandemia de COVID-19, también se posicionó en contra de los recortes presentados la semana anterior.

Para ello arrancaron una campaña en redes sociales que busca demostrar el impacto económico de la inversión cultural en el país.

Entre los argumentos brindados señalan que el recorte a la Dirección de cultura imposibilita la labor de los centros Cívicos por la Paz y de las Casas de Cultura con las que el Ministerio brinda atención en las comunidades; al tiempo que señalan que con la desaparición de las Becas Taller y del fondo Puntos de Cultura, se impacta de manera directa al sector y a las oportunidades de empleo que este genera, que de por sí ya se habían visto afectadas por la pandemia en este 2020.

También señalan que los recortes a las partidas dirigidas al Teatro Nacional afectan directamente la visitación turística que esta edificación representa para el país; y que el recorte presupuestario para el Teatro Popular Melico Salazar, afectaría el programa Teatro en el Aula que dejaría sin ese beneficio a más de 15 mil estudiantes de colegio.

Por otro lado, la afectación al Festival Internacional de Cine golpearía las fuentes de trabajo para más de 200 personas que laboran directamente en el encuentro cinematográfico, al tiempo que dejaría sin oportunidades de comercialización a las obras audiovisuales que ahí se proyectan.

Esta afectación es similar la que caería sobre las oportunidades de inversión en proyectos de capital semilla que se desarrollan a partir del Fondo el Fauno; y también en el sector literario costarricense que se quedaría con "cero colones" de apoyo en el 2021, poniendo en riesgo también el trabajo de las personas involucradas en el proyecto de Feria del Libro.

Este llamado también fue respaldado por la Junta Directiva del Colegio de Profesionales en Bibliotecología de Costa Rica que, mediante un comunicado enviado a la prensa, señaló que estos recortes afectarían el funcionamiento completo del Sistema Nacional de Bibliotecas, conformado por la Biblioteca Nacional y por todas las bibliotecas públicas de nuestro país, distribuidas en las 7 provincias.

En tiempos de pandemia las bibliotecas, y entre ellas la Nacional y las públicas, han demostrado que son pilares esenciales para la gestión de información y conocimiento, sobre todo en sectores vulnerables y se han evidenciado como facilitadoras de medios y recursos tecnológicos para personas y sectores desprovistos de acceso a documentos físicos, a internet, a equipo tecnológico y que hoy están sufriendo por ello. Solicitamos a los señores diputados desestimar estas mociones presentadas que lesionan los derechos de la ciudadanía a contar con servicios culturales, de información y conocimiento, respaldados en la Constitución Política".

El sector cultural arrancó una campaña en redes sociales que iniciará esta semana y buscará evidenciar el impacto económico de esta inversión en cultura:

Los diputados tienen tiempo hasta el día de mañana martes 20 de octubre a las 11 de la noche para votar afirmativa o negativamente los recortes presentados en la Comisión de Asuntos Hacendarios.

Esta no es la primera vez que un recorte al presupuesto nacional buscaría afectar los recursos destinados al Ministerio de Cultura, sino que más bien se ha vuelto un tema recurrente en las últimas discusiones presupuestarias.

La Red de Emergencia Cultural de Costa Rica está convocando esta noche (7:00 p.m.) a una vigilia virtual en contra de los recortes de cultura. Para participar pueden llenar el formulario “Tenés la palabra” antes de las 3:00 p.m.