Por Denisse Marín Bolaños – Estudiante de la carrera de Administración de Negocios
“La economía y el medio ambiente son lo mismo. Es la regla de la naturaleza”. ―Mollie Beattie.
La necesidad económica es una realidad y algo que nunca se podrá eliminar. Sin embargo, existe una manera menos dañina para el planeta de vender productos y ganarse la vida, la “economía circular”. Optar por producir bienes de esta forma económica puede generar muchos más beneficios que la lineal (la cual utiliza la mayoría de las empresas) Entonces, ¿cómo produzco un bien que puedo reutilizar formando parte de este tipo de economía “verde”?
Una economía circular, de acuerdo con Cerdá y Khalilova (2016), es “un ciclo de desarrollo continuo positivo que preserva y aumenta el capital natural, optimiza los rendimientos de los recursos y minimiza los riesgos del sistema” (párr. 4). En esta definición se presentan los tres principios de esta economía. Además, el concepto es mucho más amplio, como indican los autores, pues va desde reducción de emisiones hasta hacer que un producto dure más tiempo. Teniendo en cuenta que esta economía genera beneficios para el planeta, también representa muchas ventajas para la empresa productora. Por ejemplo, según Arroyo (2018), el reutilizar los productos y materia prima hará que la demanda de los recursos y energía necesarios para la producción se reduzcan. Entonces, ese tipo de operación económica es un beneficio múltiple, al hacer un uso sostenible de cada recurso a disposición.
Actualmente, existen empresas que ya utilizan este sistema económico, y una de ellas es Patagonia, dedicada a producir ropa, reciclando y reutilizando partes de otras que ya no se encuentran en uso, teniendo como estrategia producir un mejor producto con el menor daño posible a la naturaleza. ¿Cómo podría uno hacer lo mismo? Priorice las bases de la economía circular: reutilizar, reciclar, reducir. Por ejemplo, si produce zapatos, deje su empresa abierta a la recepción de zapatos viejos, rescate lo que pueda de ellos, reinvente unos nuevos y gestione las sobras. Lo mismo puede hacer con venta de celulares, joyería e infinidades de productos. Incluso, no solo puede depender de los mismos tipos de productos, sino que puede aprovechar otras clases para crear el suyo. Por otra parte, asegúrese de que la vida útil de este sea mejor, que el material pueda recuperarse y use energías renovables.
Ser parte de una economía circular se basa en creatividad y compromiso. Esta va más allá de la producción y se extiende a un conjunto de tareas relacionadas a ella, como optimizar todos los procesos, ya sea la manera de producción, manejo de inventario y manejo de materias, independientemente de si son las primarias, secundarias o terciarias; y responsabilidad social, entre otros. Al sumarse al cambio, realice un plan estratégico de uso y proponga límites en cada área de producción de cada uno de los bienes por realizar.
Por último, utilice la creatividad teniendo claro y basándose en una producción sostenible con el ambiente. Si bien la producción en economía circular es muy distinta a la de economía lineal, no cabe duda de que es una de las mejores formas de producir un bien, ya que hay beneficios tanto para la empresa productora como para el medio ambiente y la sociedad.
