Por Kyrstie Peynado – Estudiante de la Escuela de Estudios Generales

El antropólogo Bronislaw Malinowski dijo: “Todas las culturas de un modo u otro reflejan necesidades comunes”; somos ciudadanos del mundo de una manera u otra. ¿Cuántas veces a la semana se sienta usted frente a una pantalla e invierte al menos una hora en ser testigo de una historia que quizá no es representada en su idioma nativo o que se desarrolla en un contexto geográfico totalmente ajeno a su realidad? ¿Varias? Estudios demuestran que la intensificación de la globalización en los últimos años trae a la mesa de discusión la relevancia de la interculturalidad en la sociedad actual y del futuro. Aunque es complejo encontrar una definición única para el concepto de “competencias interculturales”, se puede decir que es “el comportamiento y comunicación apropiado en situaciones interculturales” (Penn, 2011).

Somos ciudadanos globales. Es importante tomar en cuenta que las fronteras son cada vez más simbólicas y para lograr avanzar al ritmo del mundo en que vivimos es crucial que las personas practiquen, además del autoconocimiento, la empatía y el respeto. Es curioso cómo el acceso a fuentes de información variada que presentan hechos y situaciones en un entorno global acercan a las personas a un conocimiento del mundo más amplio sin importar cuántos sellos tengan en sus pasaportes. El desarrollo de competencias lingüísticas contribuye a que esto sea un proceso más llevadero. Además de saber cómo actuar es importante saber cómo interactuar.

Plataformas como Netflix y YouTube acercan a la población con acceso a internet en un sinfín de maneras, lo que incluye —casi inconscientemente— algunas de las formas que sugieren diversos autores para mejorar las capacidades interculturales y lingüísticas. Estas estrategias incluyen ampliar los horizontes, potenciar el componente metacognitivo y cultivar la complejidad cognitiva. Pregunto: ¿cuántos han cambiado su juicio luego de ver una película? ¿Después de estar en los zapatos de otros por unos minutos?

Ahora bien, ¿cómo se pueden aplicar estos conocimientos a la vida cotidiana y a la forma en que trabajamos y nos relacionamos con los demás? En el mundo moderno —y probablemente con más frecuencia después de la pandemia que vivimos—, los equipos de trabajo, además de ser interdisciplinarios, requieren de integrantes que cuenten con habilidades interculturales. Desde empresarios que negocian con inversores extranjeros y deben conocer las reglas determinadas por la cultura para evitar malentendidos y el fracaso de los negocios hasta las personas que laboran en el sector de servicios, es importante tener conocimiento de la etiqueta de comportamiento social.

Con todo lo anterior en mente, la conclusión es la siguiente: somos ciudadanos globales sin importar el país de nacimiento. La globalización ha avanzado de manera quizá más acelerada de lo que se podía haber previsto. El internet y el desarrollo de tecnologías de la información y comunicación, de la mano con el auge de las redes sociales ha acercado a la humanidad. Las competencias interculturales son empleadas día con día por miles de personas aun sin estar familiarizados con estos conceptos y es posible que mucho de su éxito en las relaciones interpersonales radique en esto.

La próxima vez que elija un programa en la televisión, un noticiero o una serie en Netflix, pregúntese: ¿cómo me acerca esto a ser un ciudadano global consciente de mi entorno? ¿cómo me ayuda esto a mejorar mi empatía? ¿qué puedo aprender de esta situación que no he vivido en mi país pero que es la realidad diaria de miles de personas?

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• Penn, J. (2011). Assessing Complex General Education Student Learning Outcomes. New Directions for Institutional Research, 149.