Por Luis Junior Ojeda Hernández - Estudiante del Diversity Club de ULACIT

En los últimos años, desde la década de los ochenta exactamente, Costa Rica ha sido un país receptor de migrantes centroamericanos, y en los noventa se posicionó con el reconocimiento de ser el mejor destino de refugio para poblaciones LGBTIQ+ que huyen de sus países por la persecución y la violencia hacia sus derechos fundamentales, incluyendo la vida. Esto se debe al tipo de políticas y condiciones que se han venido desarrollando en favor de este colectivo a nivel nacional.

Los derechos de estas personas en Costa Rica se han visto ratificados de diferentes formas, por ejemplo, los decretos presidenciales aprobados en el gobierno de Carlos Alvarado en el Diario Oficial La Gaceta, Decreto Ejecutivo Número 41337 “Ministro de Salud, Daniel Salas Peraza, reglamento para el reconocimiento del derecho a la identidad sexual y de género a personas extranjeras en el dimex” (Comunicado de presidencia, 2018, párr. 2). Asimismo, el matrimonio igualitario, que también beneficia a estas poblaciones, es uno de los grandes atractivos en materia de derechos humanos. De igual forma, se han puesto en marcha políticas que garantizan la integralidad y calidad en los procesos administrativos en el tiempo de su solicitud.

A pesar de estos intentos por generar mejores condiciones para el colectivo LGBTIQ+ solicitante de refugio y refugiado en Costa Rica, actualmente el panorama ha cambiado de forma exponencial y ascendente con respecto a la calidad de vida y la posibilidad de conllevar con dignidad la pandemia del COVID-19. En la búsqueda de información sobre la situación actual de estas personas se encontró muy poco. Mediante una encuesta aplicada a estas poblaciones se logró identificar muchos escenarios reales que los pondría en una sobrevulnerabilidad al contagio del nuevo COVID-19. Por ejemplo, ocho de cada diez personas se encuentran en total desempleo y con imposibilidad de sufragar todos los enseres básicos personales y familiares; así mismo, no cuentan con acceso a los productos de higiene indispensables para el autocuido frente a esta pandemia.

Actualmente cinco de cada diez personas están en riesgo inminente al desalojo domiciliar, debido a la incapacidad de pago de alquiler. Es esta misma el 90% de los encuestados sienten total abandono por parte del Alto Comisionado para Naciones Unidas (ACNUR) y, así mismo, de la no inclusión por parte del gobierno de Costa Rica en los planes de contingencias para protección de todas las personas en territorio costarricense.

En este contexto la situación de las personas LGBTIQ+ solicitante de refugio y refugiada se vuelve más caótica y realmente dramática. Como anteriormente se plantea, a todas las complicaciones cotidianas y a las mismas de la pandemia se les suman los problemas psicológicos como depresión, ansiedad, pensamientos de suicidio, además de las enfermedades crónicas que ya padecen varios. Ese es el caso de Alexander Tejeda, cubano, quien tiene un año y seis meses en el país, y convive con VIH. Mediante una entrevista él relata lo siguiente: “me encuentro en una situación precaria pasando mil necesidades, condiciones que han propiciado un descenso de mis células cd4, por no alimentarme lo suficiente y no poder pagar algunas necesidades¨ (Comunicación personal, 14 de julio de 2020). Lo anterior evidencia la necesidad de prestar más atención a estas personas, quienes viven realidades aún más duras que los demás.

Desde la opinión que emiten las organizaciones que trabajan en este tema, como unidad sin fronteras LGBTIQ+, es importante que el gobierno de Costa Rica, en coordinación con el Alto Comisionado para Naciones Unidas (ACNU), en sus planes de emergencia incluya a todas las personas solicitantes de refugio y refugiadas sexualmente diversa, para que juntos como nación podamos hacerle frente con igualdad y dignidad al COVID-19. “Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua, religión o cualquier otra condición.” (ONU, s.f.). Por esto, debemos ser más empáticos y humanizarnos con todos en esta difícil situación.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Organización de las Naciones Unidas (ONU). (s.f.). Derechos humanos. Recuperado de https://www.un.org/es/sections/issues-depth/human-rights/index.html
  • Presidencia de la República. (2018). Decretos y directrices para garantizar derechos de las personas LGTBI sin discriminación. Recuperado de https://www.presidencia.go.cr/comunicados/2018/12/decretos-y-directrices-para-garantizar-derechos-de-las-personas-lgtbi-sin-discriminacion/