Por Génesis Garro Murillo y Byron Cordero Fallas – Estudiantes del Falcon Rockapellas Club

“Los músicos quieren ser la voz alta para muchos corazones silenciosos” (Joel, 1989). El arte, independientemente de sus ramas diversas y categorías, busca como fin primordial la transmisión de un mensaje, expresión e intenciones de su autor, llevando más allá del entretenimiento una serie de conexiones entre aquellos que se sienten identificados con quien lo emite. Sin embargo, detrás de cada sonata, poema o composición musical existe algo que los músicos llamamos “inspiración”.

La inspiración en la composición artística se asocia con la creatividad y el deseo. Literalmente, la palabra significa “recibir el aliento” (Barriga, 2014). Y es que puede surgir de diferentes situaciones que nos marcan y dejan huella en una o varias etapas de nuestra vida (Díaz, 2013). La inspiración nace en la curiosidad, ilusión, inconformismo, superación, valentía y diversión, ya que es una serie de complementos los que se fusionan para complementar una idea. El plan inicial va avanzando en el transcurso que se presentan nuevas ideas, un modelo preliminar y el designio de un tema a tratar, el cual, muchas veces, se basa en el contexto sociocultural del artista.

Sea cual sea el modelo, la inspiración se encuentra por su propia naturaleza fuera de nuestro control. Está vinculada al estímulo espontáneo de un artista que aparece sin esfuerzo ni voluntad (Barriga, 2014), y muchas veces es hasta involuntario el surgimiento de la inspiración para llevar a cabo un fin específico. Muchos artistas surgen en la industria no únicamente por su talento, sino por su manera de interpretar y expresar sus vivencias y sentimientos al público que los escucha. Sin embargo, de manera lamentable, conforme el tiempo pasa, su esencia inicial se pierde por la presión social a cumplir una etiqueta esperada o una expectativa fuera del sentido de su música. Sucede que ya no se compran discos, sino artistas, los conciertos, los derechos y los formatos digitales, nuevos filones para la industria (Lopez, 2007). En el mercado musical encontramos una gran cantidad de personas en competencia, buscando salir adelante y con la esperanza de “ser alguien”, darse a conocer y ser recordado. De este modo, el talento y hasta la inspiración pasan a otro plano y entra como participe la petición.

"Ahorren su dinero y asegúrense de que les paguen lo que les deben y póngalo en el banco, porque ustedes son sólo algo pasajero para ellos". Estas palabras de Elton John destacan un factor de la industria musical: actualmente solo se busca que se venda una imagen, un algo que llame la atención por su carcasa y no por lo que profundice. Podemos tomar de referencia que hace más de 50 años los músicos eran contratados porque su música, sus composiciones tenían un mensaje, algo profundo que llegará al público. "Nosotros comenzamos como compositores y no había videos musicales en esos días, porque lo necesario era actuar en vivo para poder obtener un contrato de grabación todo giraba en torno a las canciones” . Todo giraba en torno a las canciones, no importaba mucho cómo lucía el músico, importaba el material que brindará, que este fuese de calidad.

En la actualidad el material no importa, importa lo que llama la atención a la vista. La mayoría del tiempo los artistas no pierden su inspiración, pero si tomamos en cuenta que muchas veces la imagen que se muestra no es la del compositor en sí de las canciones, sino un intérprete de lo que escribe un músico detrás de todo. No obstante, si lo vemos desde el punto de vista donde la imagen principal sí es el compositor y generador de ideas musicales, acá es donde cito a Lady Gaga: "¿Qué somos como industria si no les decimos a nuestros artistas que sean creativos? ¿Por qué permitimos que sea una prisión?"(El Comercio, 2014). Ella da a entender que no se debe restringir al artista de lo que en realidad es o de lo que quiere dar de mensaje con sus letras y composiciones. "Siento pasión por cualquier persona que vive su talento sin importarle lo loca que sea una idea. Nunca sabes dónde te llevará una idea loca"(Lady Gaga, citado por El Comercio, 2014). Por ello, es necesario dejar que la creatividad y la inspiración de un músico fluya para que sus propias ideas funcionen de manera correcta y quizás de esta forma se logre un trabajo creativo de alta calidad artística a través del cual pueda expresar sus ideas sin ser obstruido por fechas o un calendario para cumplir con un contrato.

En conclusión, la industria musical sí puede llegar a hacer que un músico se vea forzado a crear una inspiración vacía para crear un contenido, por cumplir en las ventas que se establecen en un contrato o por cumplir un plazo para quedar y calzar con una calendarización de una compañía a la que se esté trabajando.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• Barriga, J. (2014). La inspiración artística desde la psicología. El diario. Recuperado de www.eldiario.net/noticias/2014/2014_04/nt140424/supcultural.php?n=14&-la-inspiracion-artistica-desde-la-psicologia
• Díaz, M. (2013). Dónde nace la inspiración. Vitaelocuente .Recuperado de https://www.vitaelocuente.com/donde-nace-la-inspiracion/
• El Comercio. (2014). ¿Porque permitimos que la industria musical sea una prision? Recuperado de https://elcomercio.pe/luces/musica/permitimos-industria-musical-sea-prision-167635-noticia/?ref=ecr
• Joel, B. (1989). 44 Frases Para Músicos Con Ganas De Crecer (Motivación). Musicalizza. Recuperado de https://musicalizza.com/44-frases-para-musicos-con-ganas-de-crecer-motivacion/
• López, G. (2007). La música no se vende, pero es un gran negocio. El País. Recuperado de https://elpais.com/diario/2007/12/02/cultura/1196550001_850215.html