Por Natalia Frini Fernández – Estudiante de la Escuela de Estudios Generales
¿Sabes que al no dormir las horas suficientes puedes afectar tu salud? ¿Has escuchado sobre la higiene del sueño? Sierra et al (2002) indica que la higiene del sueño estudia el efecto que ejercen determinados factores ambientales, factores relacionados con la salud sobre la calidad del sueño. Por lo general, no le damos importancia a la cantidad de horas que dormimos diariamente, a pesar de que nuestros padres, en su momento, se preocuparon porque durmiéramos las horas necesarias durante nuestra niñez para garantizar un crecimiento y aprendizaje adecuado.
En la actualidad, hemos ido adoptando malos hábitos antes de irnos a dormir, como tener un televisor en nuestra habitación, el uso de nuestro celular antes de acostarnos o usar las consolas de videojuegos, una tendencia que también hemos ido heredando a nuestros niños y niñas. Además, ingerir alimentos o bebidas como el café o bebidas alcohólicas va a influir en la calidad y cantidad de sueño que podríamos tener (Sierra et al, 2002).
Se ha ido asociando enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial, depresiones y obesidad, inclusive el cáncer, a personas que no logran dormir lo necesario provocando que sean más propensos a padecer las enfermedades mencionadas (Yorde Erem 2014). También se relaciona con la baja productividad de las personas, la alta probabilidad de fallecer y con una baja calidad de vida, así como con accidentes de tránsito que han sido provocados por no dormir el tiempo suficiente. No solo debemos preocuparnos por una alimentación adecuada y un plan de ejercicios para mantener o iniciar una vida saludable, el sueño tiene un rol importante para lograr una calidad de vida sana e integral.
El instituto de investigación “National Sleep Foundation” indicó las horas recomendadas de sueño para los adultos entre los 18 y 64 años, esta debe ser de entre 7 y 9 horas diarias (BBC, 2015). Claro está que estos rangos de horas pueden variar, habrá personas que requieran menos horas o más horas para lograr un descanso y recuperación adecuada. Lo malo es que vamos acortando estas horas de sueño porque aumentamos el uso del celular para navegar por internet o revisar redes sociales, sin darnos cuenta de cómo nos vamos robando años a nuestra vida y aumentando el riesgo de sufrir enfermedades o incrementar la posibilidad de sufrir obesidad. Por lo general, no relacionamos estos padecimientos con una baja calidad del sueño. Es importante destacar que no solo se trata de la cantidad de horas que durmamos, sino que también debemos considerar la calidad y la continuidad de este.
Varias asociaciones del sueño estadounidenses nos brindan una serie de hábitos del sueño saludables que podemos ir incorporando o modificando para cambiar nuestros malos hábitos y obtener una calidad y cantidad de horas sueño que nos permitan mejorar nuestra salud. A continuación se mencionan algunas de ellas:
- Mantener un horario regular o rutina: debemos levantarnos y acostarnos a una misma hora todos los días, o al menos tratar.
- Evitar el uso de dispositivos tecnológicos al menos 60 minutos antes de acostarnos y retirar nuestro televisor del cuarto.
- Disminuir el consumo de bebidas con cafeína y alcohólicas que pueden disminuir nuestra capacidad para conciliar el sueño o nos provoque interrupciones del sueño.
- No leer en la cama o estar en ella si no vamos a dormir. Debemos acostumbrarnos que la cama es solo para dormir o mantener relaciones sexuales.
- Hacer ejercicio de forma regular y mantener una dieta sana.
Dormir bien debe ser un punto importante dentro de nuestra vida saludable que debemos ir trabajando día con día. No tenía el conocimiento de que el tener malos hábitos del sueño nos pueden causar graves enfermedades a futuro. Por lo general, las asociamos con una mala alimentación, alto sedentarismo o factores genéticos, pero no por dejar de lado o disminuir nuestras horas de sueño y la calidad de estas. Estamos saturados de tecnología que lastimosamente ha venido a afectarnos no sólo socialmente, sino a nivel de salud, pues reducimos nuestras horas de sueño para revisar nuestras redes sociales, leer memes o bien por hacer una maratón de series en Netflix; así, sin darnos cuenta, estamos acortando años valiosos a nuestra vida. Esto es algo que no debemos heredarle a nuestros niños y niñas, iniciemos con los cambios y seamos un ejemplo dándoles el valor que se merece a nuestras horas de sueño.
