Por Jimena Quesada – Estudiante de la Escuela de Estudios Generales
El mindfulness es un tipo de meditación que procede de la cultura oriental, más concretamente del budismo zen. A pesar de no tener traducción directa al español, podemos entender el significado del término mindfulness como la ‘atención o conciencia plena’ (Alonso, 2012). En este artículo se analizará cómo esta técnica puede combatir el estrés y enfermedades patológicas que sufren la mayoría de los jóvenes en la actualidad. Se debe tener en cuenta que, para empezar a practicar dicha meditación en este momento, es necesario leer detenidamente y poner atención a cada palabra de este artículo, disfrutando y entendiendo el mensaje de su presente.
El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso (MedlinePlus, 2020). Esta definición nos indica la importancia que tiene nuestro pensamiento en nuestro estado de ánimo, por esta razón se deben controlar los pensamientos para encontrar la sanidad de nuestro cuerpo cuando se enfrenta a situaciones de tensión. El cambio se debe hacer desde el interior de nuestro ser, por eso la meditación mindfulness nos permite centrarnos en todo aquello que nuestro interior muchas veces no puede distinguir por ir demasiado rápido en la vida. Mindfulness no solo previene el estrés, también ayuda a frenar enfermedades como obesidad, depresión, problemas de la piel, diabetes, entre otras.
Esta meditación es una conexión con alguno de nuestros sentidos porque se puede practicar mediante la respiración, gusto, tacto y olfato. No es un tipo de meditación en donde la mente queda en blanco, sino, más bien, es dejar los pensamientos descontrolados para concentrarse y disfrutar lo que se está haciendo en el presente. Atención plena significa poner atención a cada movimiento y sentido del cuerpo. No pensar ni en el pasado ni en futuro para encontrar un equilibrio de cuerpo, alma y mente. Busca crear conciencia de lo esencial del momento que se vive.
Para practicar el mindfulness solo se necesita volver al presente de alguna forma, tan sencillo como respirar, centrándonos en una cosa, por ejemplo sentir el aire o nuestros pulmones moviéndose. Otro ejemplo es cuando comemos: ¿cuántas veces nos percatamos del sabor de cada alimento, sintiéndolo cuando masticamos? Muchas veces estamos comiendo pensando en qué vamos a comer en unas horas, o en todo lo que tenemos por hacer. Por está razón, no disfrutamos lo que se realiza en el momento, y produce estrés o angustia pensar en el futuro o en el pasado. Es importante recalcar que si se quiere empezar a adoptar este estilo de vida lo mejor es buscar la ayuda de un profesional, no solo alguien que le guste el tema, sino que lo practique en su vida diaria.
El mindfulness nos muestra la capacidad que tiene la mente para controlar los niveles de estrés. Está meditación busca la sanidad desde el interior y por eso nos confirma un cambio en nuestra vida para encontrar un equilibrio de nuestra salud mental. Es importante recalcar que para practicar esta meditación se debe tener disposición al cambio, y tener paciencia para llegar a la sanación mental. Es una alternativa que lleva tiempo para integrarla completamente en la vida cotidiana de cada quien, pero cada vez que se practica es dar un paso significativo a una transformación de vida espiritual. Cuándo sea y dónde sea, es tiempo para conectarse con el presente.
