Por Alexandra Romero Guillén - Estudiante de la carrera de Administración de Empresas
En la actualidad, la interculturalidad se ha globalizado de manera sorprendente debido a la facilidad de acceso a los diversos medios de comunicación e interacción. “Convivir y trabajar con personas de otras culturas rompe nuestros esquemas porque introduce ideas, valores, posturas e incluso creencias que jamás hemos considerado” (Padilla, 2018). Aprender a aceptar las diferencias de las personas que nos rodean es de suma importancia para la realidad laboral en la que vivimos hoy en día.
En los últimos años, las entidades han integrado con más regularidad el sistema de trabajo en equipo. Se ha comprobado que en un grupo de trabajo con diversidad cultural hay mayor innovación, eficiencia, creatividad y diversidad de ideas. En las entidades, cada trabajador tiene metas individuales y grupales que giran alrededor del objetivo común de la empresa.
Si se trata de adaptación cultural, los nativos de nuestro país son un ejemplo a seguir. Según el último censo nacional de población, los aborígenes representan un poco más del 2% de la población (Cordero, 2018). Por la fuerte necesidad de sustentar a sus familias, han tenido la obligación de salir de su área de confort para aventurarse a una nueva experiencia en busca de un empleo. Para ellos, este cambio es de gran impacto. El primer paso a seguir es el aprendizaje del idioma español, seguidamente su forma de vestir y, por último, su forma de interactuar con las demás personas. Los nativos de Costa Rica pasan actualmente por diversas dificultades, los pueblos indígenas han sido olvidados por la ciudadanía y por el gobierno costarricense, sus territorios son invadidos, y no tienen acceso a servicios de salud y educación.
Existen diversos motivos por los que las personas emigran a laborar a otras provincias o países. Un excelente ejemplo internacional podría ser Venezuela. El 7 de junio de 2019 la ONU (Organización de las Naciones Unidas) dio a conocer que más de 4 millones de venezolanos han huido de su país. Los venezolanos se ven obligados a salir de sus tierras por temas políticos, están divididos a lo largo del continente sufriendo discriminaciones y rechazos. (El País, 2019).
Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado cómo las personas se adaptan a estas variaciones y superan las diferencias para trabajar con eficacia? La respuesta se divide en tres pasos muy importantes: aceptar el cambio, integrarse a la sociedad y realizar eficazmente la labor correspondiente.
Anteriormente tuve la oportunidad de laborar en una empresa ubicada en Lima, la capital de Perú. Soy testigo de que estos pasos son fundamentales para alcanzar la eficiencia laboral. Cuando te encuentras rodeado de otras costumbres lingüísticas, alimenticias y musicales te sientes completamente distinto. Para algunas personas el proceso de aceptación puede ser más complicado o puede requerir más tiempo que para otras; sin embargo, cualquiera es capaz de acoplarse.
La igualdad de oportunidades, la aceptación de las diferencias de las demás personas y la buena disposición de cada colaborador son la clave para desarrollar un ambiente laboral favorable para todos. Las empresas deben promover en sus empleados el trabajo en equipo y la constante comunicación, esto los guiará a un camino lleno de éxito y productividad.
¿Has pensado en cómo sería el mundo si todos fuéramos iguales? Las diferencias que existen entre cada uno de nosotros es lo que realmente hace que este mundo sea interesante. Imagínate a un grupo de personas en una oficina de trabajo escuchando la misma canción, con los mismos atuendos y conversando acerca de las mismas ideas. ¿No crees que sería aburrido?
