El día de ayer se confirmó la contratación de Bernardo Alfaro Araya como nuevo gerente General del Banco Nacional, lo cual revivió la discusión sobre las transiciones entre altos puestos públicos y entidades en competencia que están bajo supervisión.
A pesar de que la legislación vigente no prohíbe el traslado entre altos puestos, se ha levantado la polémica por el nombramiento de Alfaro pues se realizó sin un concurso previo, debido a que la ley no establece limitaciones a la forma en la que la Junta Directiva del Banco puede hacer este nombramiento. A continuación repasamos este caso.
Cronología de los hechos
- 10 de agosto. Muere Gustavo Vargas Fernández, quien era el gerente general del Banco Nacional desde el 3 de diciembre del 2018. La Junta Directiva del Banco Nacional nombra a Allan Calderón Moya como gerente general interino.
- 16 de agosto. El ministro de Hacienda, Elian Villegas Valverde, solicita a la presidenta de la Junta Directiva del Banco Nacional que se realice “un proceso concursado, público, transparente y participativo para la selección del gerente general”.
- 28 de agosto. Bernardo Alfaro Araya renuncia a su puesto como Superintendente por “motivos personales”, la renuncia es comunicada por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero el 31 de agosto.
- 31 de agosto. El Banco Nacional anuncia la contratación de Bernardo Alfaro como nuevo gerente general del Banco a partir del 1 de octubre.
Tras el anuncio de la designación de Alfaro, el ministro de Hacienda criticó —en entrevista con Monumental— el nombramiento por la forma en que se hizo, y añadió: "Creo que es un error grave de parte de la junta, no es ilegal, lo pueden hacer desde el punto de la legalidad, pero desde el punto de vista de la oportunidad, desde el punto de vista de lo que representa el Banco Nacional en el país, del momento histórico en el que estamos, es un error gigantesco el que cometió esa junta directiva ayer, y en el que arrastra a Bernardo Alfaro".
Dato D+: En una conferencia de prensa posterior el ministro Villegas enfatizó que su crítica se hizo por haber sido un nombramiento a dedo, señalando que ese mecanismo no debería existir por no ser idóneo ni transparente, y aclaró que no era por el tema del traslado de Alfaro de la cabeza de la Sugef al Banco Nacional.
La presidenta de la Junta Directiva del Banco Nacional, Jeannette Ruiz Delgado, participó en el programa de Amelia Rueda donde aclaró que desde la Junta habían respondido el oficio del ministro de Hacienda recordándole la autonomía de la Junta Directiva del Banco, y añadió:
“El Gobierno Corporativo del Gobierno llega hasta el momento en el que nos nombra. La responsabilidad del nombramiento (del gerente general) y la forma en la que se realice es enteramente de la Junta Directiva, aquí nosotros no podemos tener injerencia de nadie, ni siquiera el señor presidente (Carlos Alvarado) nos va a decir qué y cómo hacerlo”.
Sugef y entidades financieras
La Sugef es el órgano encargado de velar por la estabilidad, la solidez y el funcionamiento eficiente del sistema financiero nacional. Según su propia página web entre sus funciones se encuentra la fizcalización de las operaciones y actividades de las entidades financieras, así como dictar las normas generales que sean necesarias para el establecimiento de prácticas bancarias sanas y las normas generales para promover la estabilidad, solvencia y transparencia de las operaciones de las entidades financieras que fiscaliza.
Supervisar o ser supervisado
Esta nueva transición de Bernardo Alfaro entre la entidad supervisora del sistema financiero costarricense y la banca pública no es la primera, ya que en los últimos 20 años Alfaro ha alternado su trabajo entre la entidad supervisora y las entidades supervisadas, ocupando los siguientes puestos:
- Enero 1999 – diciembre 2003. Superintendente General de Entidades Financieras.
- Enero 2004 – febrero 2005. Gerente General del Banco Internacional de Costa Rica (Bicsa) (entidad supervisada por Sugef en ese periodo hasta diciembre del 2004, cuando por acuerdo del Conassif se le revocó la autorización de operar en el país).
- Febrero 2005 – julio 2018. Subgerente General de Riesgo y Crédito del Banco Nacional.
- Julio 2018 – agosto 2020. Superintendente General de Entidades Financieras.
- A partir del 1 de octubre. Gerente General del Banco Nacional.
La normativa vigente no establece ninguna prohibición para este tipo de movimientos, pero en la Asamblea Legislativa se ha tratado —sin éxito— de modificar la legislación para que las personas que ocupen altos puestos públicos no puedan trasladarse inmediatamente después de dejar su cargo público a alguna entidad que estuviera dentro del ámbito de competencia de su puesto.
En esa línea desde la fracción del PAC se presentó en noviembre del 2019 el proyecto de ley 21.687, que establece una prohibición de dos años a altos jerarcas de trabajar o prestar servicios a “en entidades privadas o públicas en competencia que estuvieren dentro del ámbito de competencias, supervisión, regulación o funciones del cargo público que ocupaban, o fueren destinatarias de sus decisiones”. Si este proyecto llega a ser aprobado, un traslado como el de Alfaro estaría prohibido, pero el proyecto se encuentra actualmente asignado a la Comisión de Asuntos Jurídicos donde no ha tenido mayor avance.
Enviamos una consulta a Bernardo Alfaro sobre su traslado de la Superintendencia a la Gerencia General del Banco Nacional, y si existía algún posible conflicto de intereses al pasar de la entidad supervisora a una entidad supervisada, a lo que Alfaro respondió que "no existe tal conflicto de intereses. A lo que las mejores prácticas internacionales apuntan es a que haya cada vez más transparencia de parte de las entidades hacia el público ahorrante e inversionista, lo que nos ha llevado a implementar que todos los meses es posible ver en la web de SUGEF, toda la información financiera de cada supervisado con un enorme nivel de detalle, incluyendo hasta los indicadores más relevantes. De manera que se trata de información pública".
Adicionalmente, Alfaro aseguró que ya hizo entrega de todos los accesos a bases de datos, y que no quedó en su poder ningún documento ni físico ni digital con datos de alguna entidad supervisada, y añadió que "los principios y ética que mi trayectoria respaldan, me impedirían actuar de modo indebido si tuviera alguna información privilegiada, que reitero, no poseo". Además recordó que este no es el primer caso en que un exsupervisor pasa a laborar para una entidad supervisada.