Por Carlos Fernando Garzón Arauz – Estudiante de la carrera de Administración de Negocios
La ciencia de la comunicación es la ciencia que “se encargan de estudiar la esencia de los procesos de comunicación y parte de la sociología, lo cual permite el estudio intenso de la sociedad… [Abarca] especialidades como: comunicación social, periodismo, relaciones públicas, comunicación institucional, redes y telecomunicaciones” (Ortiz, 2019). Las relaciones públicas y la publicidad parten de la ciencia de la comunicación y pasan por un proceso en el cual se ven envuelto un emisor, un receptor, mensaje y un canal por el cual se transmite ese mensaje para logar un objetivo específico. Si bien es cierto ambas ramas giran en torno a un proceso similar, estas no tienen un mismo propósito. La publicidad se encarga de dar a conocer un producto o servicio mediante una comunicación unidireccional, en el cual solo se tiene un interés propio (Otero y Pulido, 2018, p. 86). Por otro lado, las relaciones públicas se enfocan en crear y mejorar relaciones entre públicos mediante una comunicación bidireccional, la cual siempre tiene en cuenta una responsabilidad social.
Como ya se mencionó antes, las Relaciones Públicas y la Publicidad parten de una misma ciencia, lo cual nos permite deducir que son más las similitudes entre ambas ramas que sus diferencias. Por lo general las empresas no cuentan o contratan una agencia de relaciones públicas. Esto se debe a que las relaciones públicas no se enfocan en producir o generar ingreso a una compañía; por eso, no es de interés de los gerentes ni de los inversionistas mantener una agencia que no les genera dinero. En términos contables o financieros se reduce un gasto innecesario a simple vista. Por el contrario, en casi todas las empresas encontramos que cuentan con una agencia de Publicidad. A diferencia de las relaciones públicas, esta sí les genera ingreso a los gerentes de las empresas, pero esto no quiere decir que las relaciones públicas y la publicidad sean enemigas o no puedan trabajar en conjunto.
A pesar de que las relaciones públicas tienen un enfoque diferente a la publicidad, estas dos podrían trabajar en conjunto. La publicidad se da cuando existe una propaganda de un bien o un servicio, lo cual genera beneficio sobre esa organización. A un relacionista público le interesa crear relaciones con sus diferentes públicos. A simple vista estas dos ramas no se relacionan y parece que no pueden convivir juntas, ya que no tiene un propósito o una meta similar a la cual llegar, pero, por parte de las relaciones públicas, un activo intangible como la reputación, imagen y conexión con los diferentes públicos, también genera ingresos a la empresa. En una situación problemática en la que una empresa se vea envuelta, este tipo de elementos puede lograr que no se generen pérdidas para el negocio. Ambos departamentos pueden trabajar juntos Con los conocimientos de la publicidad y las estrategias para llamar la atención de los públicos y los conocimientos de cómo crear lazos entre estos de las relaciones públicas, pueden generar y una base sólida para una empresa.
Ambas ramas de la comunicación poseen enfoques diferentes; sin embargo, el ser parte de una misma ciencia hace que sean más las similitudes que tiene ambas que sus diferencias. Esto permite que puedan trabajar juntas, ya que, al colaborar entre sí, ambas logran a cumplir sus objetivos y enfoques. Como ya se mencionó antes, a los relacionistas les interesa crear y fortalecer relaciones, y a los publicistas divulgar los servicios y bienes de la empresa con el fin de crear ingresos. Si se crea una buena relación entre ambas, pueden apoyarse entre sí para lograr los objetivos que se propongan; ambas pueden funcionar como una herramienta de trabajo y no como un obstáculo.
