El ministro Daniel Salas Peraza confirmó el día de hoy en conferencia de prensa que el ministerio de Salud ya está tramitando la multa por violación de orden sanitaria a la pareja que asistió al Hospital San Juan de Dios y mintió dos veces al personal médico, al no informar que eran un caso positivo y otro sospecho de COVID-19.
Este caso trascendió esta semana cuando la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) confirmó que una mujer fue atendida el miércoles 1 de julio por encontrarse en labor de parto. Según las autoridades médicas, cuando la mujer llegó al área de clasificación de pacientes de Emergencias, negó tener posible contacto COVID-19, posición que reiteró después, durante la valoración médica de obstetricia.
Sin embargo, tras la cesárea, la paciente informó al personal médico del centro que su marido, quien la estaba acompañando, había sido diagnosticado como positivo de COVID-19.
Debido a esa situación se le tuvo que practicar a la paciente la prueba para detectar el SARS-CoV-2, la cual dio positivo; mientras que la prueba realizada a su hijo recién nacido dio negativo.
Según señala la Ley General de Salud, las infecciones respiratorias agudas graves (IRAG) son enfermedades de declaración obligatoria. La persona que es sospechosa de COVID-19 y no informa de su condición al personal médico que le atiende se expone a una multa de 1 a 3 salarios base.
En el caso de las personas que violen la orden sanitaria, se exponen a una multa de hasta 5 salarios base. Según confirmó el ministro Daniel Salas Peraza, el ministerio de Salud ya se encuentra tramitando la ejecución de ambas multas.
A raíz de este caso 16 funcionarios del Hospital San Juan de Dios fueron enviados a aislamiento domiciliar.