María es una costarricense residente en España desde hace algunos años y que, por azares de la vida, descubrió que ninguna de las múltiples precauciones que tomó para protegerse de la enfermedad COVID-19 dio resultado: María se contagió semanas atrás de manera silenciosa, y no fue sino porque se realizó una prueba de anticuerpos, que se dio cuenta del carácter asintomático de su contagio.

La tica contactó a Delfino.cr esta semana, luego de que en nuestro país empezaran a notificarse reportes de fiestas en lugares de playa, en condominios y en espacios familiares, que violan la disposición de la burbuja social que determinó el Ministerio de Salud para enfrentar esta pandemia.

María señala que, luego de lo que vio con sus propios ojos en España, cuando este país afrontó el último pico registrado de la pandemia, es necesario que en Costa Rica tomemos conciencia para protegernos de la enfermedad:

Si yo no hubiese seguido todos los consejos y me hubiese quedado en mi casa (me habían invitado hasta a dos fiestas a las que yo no quise ir porque me daba miedo), hubiese podido contagiar a otras personas, sin saberlo. Uno no sabe si tiene el virus: yo tomé todas las precauciones y seguí al pie de la letra todo y aún así me contagié. Yo no podría cargar con saber que contagié al alguien: a nadie le deseo lo que hemos vivido aquí cuando esto estuvo feo".

María, quien prefirió que no ahondemos en detalles sobre su identidad, señaló que cree haberse contagiado en el vuelo en el que regresó a España desde Costa Rica, donde tuvo que quedarse luego de que se cancelaran los vuelos en marzo anterior:

Antes de que todo empezara a complicarse, mi familia venía a visitarme para Semana Santa pero como al final no se pudo, yo decidí irme a Costa Rica a pasar con ellos. Allá reventó todo y me quedé sin poder regresar. Por fin volví en mayo, en el vuelo humanitario de la Embajada y, aunque me protegí full en el aeropuerto y venía como 'una ninja', me infecté".

La mujer reporta que luego de regresar a la Península Ibérica, solo detectó un cansancio fuerte y algún mareo pero que culpó de ello al jet lag. Fue hasta seis semanas después de volver de Costa Rica que María tuvo que realizarse la prueba COVID-19 debido a que tenía que hacerse un procedimiento médico para el que le pidieron tanto el test como el de sus anticuerpos y, para su sorpresa, fue el segundo el que detectó que ya su cuerpo había desarrollado defensas contra el virus y que por tanto, ya había padecido COVID-19.

Al volver no tuve que hacer cuarentena pero yo, responsable y estresada, hice mi autocuarentena y me guardé dos semanas en las que no salí pero ni al súper. Ahora me llevo la sorpresa de que durante esa cuarentena resulté ser asintomática y por eso hago la alerta de cuidado: nadie puede saber con certeza si va a tener o no el virus".

María señala que tras su "autocuarentena" al regresar a España solo se reunió con 5 personas, a quienes tuvo que llamar para "con toda la pena del mundo", pedirles que se hicieran el test y por eso también hace el llamado de precaución: ellas pudieron haberse contagiado o contagiar a alguien cercano:

Tuve que llamar a las únicas 5 amigas con las que me reuní y decirles que 'qué pena, resulta ser que yo estaba positiva cuando las vi y por favor, háganse los test y tengan todos los cuidados'. Aunque todas se hicieron la prueba y salieron negativas, la experiencia fue horrible".

Por ello, la costarricense señala enfáticamente que:

Gracias a Dios fui responsable y gracias a Dios no contagié a nadie porque yo no sé si podría cargar eso en mi consciencia. Que un amigo tuyo te diga que su familiar se murió y te des cuenta de que vos eras la persona que estaba enferma por ir a una fiesta, es algo impensable".

Según medios españoles, la cifra de fallecidos en esa nación a causa de la COVID-19 desde el inicio de la pandemia, asciende a 28.355, y la de contagiados suma 249.271, un pico que no deja de crecer puesto que en las últimas 24 horas se reportaron 99 nuevos contagios y 9 nuevos fallecimientos; ante este escenario y ante la irresponsabilidad que mucha gente ha demostrado en Costa Rica, es que la tica envía un mensaje claro a quienes creen que este tema no es serio:

Yo no lo viví en mis zapatos pero aquí en España vi a gente cercana que no podía ver a sus familiares, que esperaban noticias de gente que saliera del hospital o el miedo al resultado de la prueba. Eso yo no se lo deseo a nadie. Lo vi en personas super cercanas, personas a las que quiero mucho y por eso hago hoy este llamado".

Este martes Costa Rica confirmó 190 nuevos casos de COVID-19 en el país, con lo cual la cifra total de casos se eleva a 3459. Esta es la cifra de casos nuevos más alta registrada en el país desde que inició la pandemia.