• Actualmente el país realiza estudio científico sobre los efectos en la salud, el ambiente y las abejas productoras de miel que tiene el uso de agroquímicos.

El Servicio de Salud Animal (SENASA) realizó las pruebas de laboratorio como parte de la investigación por la muerte masiva de abejas detectada la semana anterior en un Apiario ubicado en Esparza de Puntarenas. Los resultados arrojaron que, las más de dos millones de abejas, murieron por intoxicación con el plaguicida FIPRONIL.
Además, se reportó intoxicación parcial en otros apiarios vecinos, y una afectación -cuyo grado aún está por determinarse- en las poblaciones de abejas nativas y otros polinizadores de la zona.
El Apicultor afectado, Camilo Barrantes, conoció los resultados del análisis realizado por la Unidad de Residuos y Contaminantes del Laboratorio Nacional de Servicios Veterinarios (LANASEVE) en el cual se confirma que el Fipronil provocó la matanza masiva del insecto polinizador.
"Se sospecha que el tóxico habría sido colocado sobre caña de azúcar, en unas canoas que estaban siendo utilizadas para alimentar ganado bovino perteneciente a una finca ganadera aledaña", señala el comunicado enviado por la ONG Apicultores de Costa Rica.
El Servicio Nacional de Salud Animal del Ministerio de Agricultura y Ganadería comenzó las investigaciones con la finalidad de hacer una inspección en el apiario afectado y recoger muestras de abejas para determinar la composición del veneno empleado para darles muerte.
Además, las autoridades de SENASA tienen en resguardo algunas muestras de abejas y la identificación del sitio donde fueron colectadas, elementos que permitieron llevar a cabo las pruebas de laboratorio por parte del ente competente.
Cabe resaltar que la mortandad afectó tanto a las abejas pecoreadoras como a las nodrizas, es decir: aquellas que se encontraban en el campo, como a las que por su corta edad permanecían dentro de su colmena. Asimismo, hubo una incidencia casi total entre las crías que se encontraban por nacer.
Debido a la gravedad del hecho, Apicultores de Costa Rica está requiriendo a las autoridades administrativas, políticas y judiciales para que proceden a investigar, identificar e individualizar a los autores responsables con fines de que sean procesados y respondan ante las instancias correspondientes y así sentar  un precedente para evitar la ocurrencia de nuevos casos de igual naturaleza.
El plaguicida utilizado pertenece a la familia de los fenilpirazoles y se emplea generalmente para luchar contra determinados insectos en tierra, cuando aún son larva.

Piden la prohibición total del Fipronil

La organización Apicultores de Costa Rica solicita a las autoridades competentes decretar una prohibición total del plaguicida en aplicación del principio de precaución. El reclamo busca detener el declive las abejas como especie, además de desarrollar un plan contra la amplia exposición química a la que los polinizadores se enfrentan.

Tras la consulta de Delfino.cr al Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), - institución encargada de velar por la exportación, el registro, control y regulación de sustancias químicas y biológicas de uso agrícola (plaguicidas, fertilizantes, sustancias biológicas y otros productos afines), su control de calidad, entre otras - sobre el pedido de los apicultores la respuesta fue la siguiente:

"Se está realizando un análisis interinstitucional para evaluar la posibilidad de que exista un verdadero impacto de los agroquímicos de la familia de neonicotinoides sobre las poblaciones de abejas en el caso específico de Costa Rica y sus condiciones agroclimáticas. Con respecto al problema que se generó con el uso de fipronil en el caso de muerte de abejas lo está investigando SENASA, serán ellos quienes determinen lo sucedido".

En diciembre del 2019 la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (conocida popularmente como la Sala IV) ordenó al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) realizar un estudio científico sobre los efectos en la salud, el ambiente y las abejas productoras de miel que tiene el uso de agroquímicos que contengan el insecticida neonicotinoides.

El análisis se realizará en procura de mejorar las prácticas agrícolas, así como resguardar la seguridad alimentaria de la población, dado que las abejas productoras de miel son una especie clave para la biodiversidad.

El estudio científico deberá hacerse en el plazo de un año –a partir de la notificación de la sentencia 2019-24513– y en coordinación con el Servicio Fitosanitario del Estado, el Laboratorio de Fitopatología y Biocontroladores de la Escuela de Agronomía del Instituto Tecnológico de Costa Rica y la Facultad de Ciencias Agroalimentarias de la Universidad de Costa Rica.