Un grupo conformado por 52 legisladores costarricenses envió esta mañana una misiva a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en la que solicitó que el órgano internacional realice una "evaluación extrema" que determine cuál es la realidad que está afrontando el vecino país de Nicaragua, respecto a la COVID-19.
La carta enviada a la prensa, está firmada por diputados de diversas bancadas legislativas y está dirigida a la directora de la OPS, la doctora Carissa F. Etienne.
El documento señala la preocupación de los diputados por el pronunciamiento realizado el pasado 30 de abril por más de 600 profesionales de la salud de Nicaragua, en el que exponen las dramáticas condiciones que enfrentan para realizar su labor de contención de la enfermedad.
En la denuncia, el personal de salud señala estar afrontando problemas como el subregistro de contagios y muertes, el ocultamiento de información relevante y la ausencia de medidas de contención, entre otros; una preocupación que a su vez ya ha sido expresada por otros representantes de la sociedad nicaragüense como la iglesia católica, el empresariado y organizaciones no gubernamentales y que es ignorada y rechazada por el régimen Ortega-Murillo.
Por ello, los diputados ticos señalaron que:
La preocupación se extiende a los efectos que este manejo temerario de la crisis por parte del gobierno de Nicaragua, pueden tener sobre los países vecinos como Costa Rica. No consideramos justo, que haciendo nuestro país todos los esfuerzos que están a su alcance para contener la pandemia, se nos exponga a riesgos de contagios por la actitud irresponsable de los gobernante nicaragüenses. Concretamente, solicitamos que la OPS realice una evaluación externa en Nicaragua que le permita a los ciudadanos de ese país, a los países vecinos y a la comunidad internacional conocer el estado de la situación en el país vecino. Esa información permitirá que organizaciones de la sociedad civil y gobiernos de la región, tomen las medidas que estén a su alcance para mitigar los efectos de la pandemia".
En una nota publicada por Delfino.cr a inicios de esta semana, fuentes médicas nicaragüenses afirmaron que el país centroamericano ya se encuentra en la etapa de contagio comunitario y que más de 60 médicos han sido contagiados por coronavirus.
Datos extraoficiales brindados por la Asociación Médica Nicaragüense (AMN), quienes realizan el recuento y seguimiento a más de 60 miembros del personal sanitario que han reportado ser contagiados por COVID-19, denuncian a su vez que han recibido “amenazas” para no hacer público esta información.
Según comentó presidenta de la AMN, Greta Solís:
Hay una prohibición de hablar del tema, si un médico da información de lo que sucede en un hospital”.
Los diputados costarricenses agregaron su apoyo a los cinco exministros de salud de Nicaragua que denunciaron el pasado 11 de mayo, al presidente Daniel Ortega Saavedra ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ante la OPS.
La misiva fue firmada por los ex ministros y ministras de Salud nicaragüenses Margarita Gurdián, Dora María Tellez, Lombardo Martínez, Martha MacCoy y Lea Guido y demanda información, al tiempo que afirma que:
En Nicaragua, no se realizaron acciones de prevención y contención. En la fase actual de la pandemia tampoco se han realizado las debidas acciones de mitigación. Esta situación es todavía más grave considerando la limitada capacidad del sistema público de salud. El gobierno no solamente no ha impulsado debidamente las medidas básicas de distanciamiento físico e higiene: ha promovido, en los últimos dos meses, actividades que implican aglomeración de personas, facilitando así las condiciones para un contagio masivo que puede redundar en elevadas pérdidas humanas”.
El martes anterior, una docena de trabajadores del sector salud nicaragüenses denunciaron a Reuters que el número de casos “inusualmente altos” de neumonía atípica diagnosticados en Nicaragua “están relacionados con COVID-19”. Hasta el 4 de mayo pasado, el Ministerio de Salud nicaragüense únicamente había reportado cuatro casos activos de coronavirus.
Además, también se denunció que desde hace semanas los hospitales del vecino país están despachando a los muertos por las noches o madrugadas y los médicos instruyen a las familias de la persona fallecida de hacer un “entierro express”: en menos de tres horas y sin aglomeraciones, lo que también ha levantado las alertas en el resto de países vecinos.