Pepito creció y ahora le dicen Jose, una palabra grave, que solo tilda cuando lo escribe. Sigue diciendo malas palabras, pero ya no es gracioso porque ya no está chiquito. Simplemente habla como hablamos todos.

Jose ahora tiene trabajo y carro y celular. Y pasa encerrado en el carro al menos 3 horas al día para llegar al trabajo y se entretiene en esas presas enormes con el celular.

Prefiere que nadie lo llame. Nunca revisa el buzón de mensajes. Tiene el Whatsapp configurado sin el doble check azul. Se comunica a través de apps, DMs, mensajes en Instagram, audios.  Obvio, usa audífonos para todo.

Un recibe uno, dos, o cinco mensajes, todos de números diferentes, pero todos con la misma idea, todo el texto en mayúsculas:

FIRMA PARTES COQUITO LE INFORMA QUE SU CUENTA SERA TRAMITADA JUDICIALMENTE Y SUS CUENTAS CONGELADAS COMUNIQUESE ANTES DE LAS 5 PM AL 999-9999 PARA CONCILIAR.

FIRMA PARTES COQUITO LE INFORMA QUE SU CUENTA SERA TRAMITADA JUDICIALMENTE Y SUS CUENTAS CONGELADAS COMUNIQUESE ANTES DE 24 HORAS AL 999-9999 PARA CONCILIAR.

Jose no es ansioso, pero siente como se le meten clavos imaginarios en la axila, como empieza el sudor frío, la taquicardia y la leve sensación de desmayo, como apagar y prender la luz en un solo movimiento. Habrá leído correctamente? Revisa y sí, es cierto.

Repasa, mentalmente, si ha fiado a alguien, si debe la tarjeta, el leasing, la hipoteca, si hay algo pendiente y nada. Piensa en lo que implica que le congelen sus cuentas de banco o en que lo embarguen. Quéhago?

Después de unos 10 minutos en shock, llama al amigo o pariente que es uno de los 34 mil abogados de Costa Rica. Y le pide ayuda.

Uno, como abogado, solo puede llamar al 999-9999 a ver qué es la cosa. Y llamás. Y te piden: Nombre completo de Jose? Lo das. Cédula? La das. Teléfono al que llegó el mensaje? Lo das.

Ay sí mire, es que estamos enviado una serie de mensajes masivos pero dice nuestra base de datos que Jose no debe nada. Que haga caso omiso del mensaje”

Pero uno es un abogado yuyo:

Gracias. Sería tan amable de enviarme el consentimiento que firmó don Jose para recibir estos mensajes?”

“AH?”

“Sí, el consentimiento que exige la Ley General de telecomunicaciones”

“Ah no, mire, es que posiblemente ese número fue del verdadero deudor o el deudor lo puso en el expediente como referencia y por eso lo tenemos. Pero dígale a don Jose lo que le dije. Que haga caso omiso”

“Pero es que recibió 5 mensajes de estos en fila. El mismo día”

“Bueno, la jurisprudencia ha dicho que acoso es cuando son más de 8 llamadas. El solo recibió 5 mensajitos respetuosos. Pero que haga lo que le dije: Caso Omiso”

Caso omiso? CASO OMISO? A Jose casi le da algo cuando recibió el mensaje. No chocó porque en las presas de la General Cañas o Circunvalación avanzás tan despacio (como en la película de Natalia Solórzano) que casi no hay riesgo. Pero otro menos ecuánime podría haber apretado el acelerador. O no frenar a tiempo. O no avanzar cuando el de atrás le pita como loco para recorrer 35 cm.

¿Porqué tienen acceso a su celular? ¿En qué momento le autorizó eso a Partes Coquito? ¿De dónde sacaron esa base de datos?

“Sáquelo por favor de su base de datos. No quiere recibir más mensajes”

“Ah sisisisisisisi” Click. Te colgaron el teléfono.

En la tele los abogados se comportan así, como zopilotes correteando una ambulancia ofreciéndole al accidentado el oro y el moro a cambio de un porcentaje de lo que se consiga. Un porcentaje gordo, claro, porque el cliente no pone un cinco.  Pero ¿eso no lo regula el Colegio de Abogados? ¿Qué dice el Código de Ética? ¿Puede amenazar e intimidar así,  impunemente? Digo (Bueno, dice Jose), es que parecen el Pacho Herrera cobrándole a los Narcos de México.

¿Y la SUGEF? La SUGEF ¿qué dice de ese trato al deudor y a personas que ni siquiera deben? De las  subastas de carteras morosas? ¿De los grupos que las compran y que ganan de lo que recuperen y para recuperar se comportan como matones en patio de escuela? ¿Que arman su propio call center de perseguidoras para cobrar, cada vez más agresivos? Y contratan otros call centers para mandar mensajes masivos, como en la época de las elecciones, ¿se acuerdan? ¿Cómo consiguen los partidos políticos esos datos?

“Diay Jose. No sé. Podríamos denunciar a ver qué pasa porque así como te lo hacen a vos se lo deben estar haciendo a un montón de gente más. Vos no debés nada, pero a como está la cosa, la morosidad va en aumento y cada vez más gente va a recibir esos mensajes. Entons, qué? Le entramos?”

“ No, no. Dejalo así. Para qué vamos a denunciar? Yo ya salí de eso y es que maes, es como cuando me voy a meter a una bronca en Twitter, que uno se pone a escribir y de repente dice: a mí qué me importa? Qué gano con denunciar? Que denuncien los demás. Yo no tengo tiempo para eso”

Al menos en el caso de Jose, sabemos cuáles datos consiguieron sin permiso y para qué los usaron y confiamos en que solo por pedirlo, lo van a dejar en paz. No como lo que está pasando con la UPAD. ¿Viste que allanaron? Es que ¡Qué relajo! Vení, sentate. Especulemos sobre qué estaban haciendo.  Es que, mae, cómo se les ocurre poner a ese poco de culicagados a jugar de casita quesunabarbaridá.

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