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— Este lunes el Banco Central de Costa Rica (BCCR) presentó la revisión del Programa Macroeconómico para el bienio 2019-2020 y el resultado no fue esperanzador: el reajuste indica que el crecimiento económico para este año ya no será del 3,2%, como se proyectó inicialmente en enero pasado, sino de 2,2%, mientras que la recuperación moderada del 2020 ya no será del 3,0%, como se estimó hace siete meses, sino del 2,6%.
— El reajuste se debe, según indicó Rodrigo Cubero Brealey (presidente del BCCR) en conferencia de prensa, a que estamos en medio de una desaceleración económica provocada por factores tanto internos como externos.
— Así, como las economías de Estados Unidos, de la zona Euro y de China no están a tope y como los precios del petróleo se mantienen sumamente volátiles, estamos afrontando unos términos de intercambio que "están peor de lo que proyectamos en enero... y eso implica un empobrecimiento para los costarricenses".
— A eso sumémosle que internacionalmente los precios del café, de la piña y del azúcar llevan casi dos años cayendo sostenidamente y que la crisis en Nicaragua ha contraído nuestras exportaciones al país del norte en más de un 20%, y entonces "todos los elementos apuntan a un enfriamiento futuro".
— Este enfriamiento ha afectado principalmente al sector agrícola (que ya se encuentra inmerso en una recesión económica, agudizada además, por fenómenos climáticos como el de El Niño) pero también tiene de rodillas a la construcción y al comercio que llevan registrando caídas sostenidas durante los últimos meses.
— Por ello es que la población, según el Cubero, está socándose cada vez más la faja, navegando en medio de un ambiente de alto endeudamiento y en el que se registra un aumento de la cantidad de personas buscando trabajo no proporcional a las plazas de empleo disponibles.
— Hay que recordar que en los últimos seis meses alcanzamos una tasa neta de participación del empleo del 62.4% y el crecimiento de ese rubro se debe a que hay muchas más mujeres y jóvenes que están buscando trabajo ¿A qué se debe esto? A que la plata en la casa no alcanza y por eso, según señaló el BCCR, hay que prestar atención a si en este rubro hay jóvenes abandonando la educación formal para apoyar económicamente a sus familias porque eso solo complicaría la situación todavía más.
— En fin y en resumen:
Lo que tenemos es un clima de baja confianza y de pesimismo que ha incidido en factores de consumo.
— En medio de la penumbra el BCCR agregó una buena noticia: el Gobierno efectivamente le está poniendo freno a sus gastos después de la aprobación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, con lo que logró reducir el déficit primario.
— Sin embargo, lo cierto es que el déficit financiero (que es el que toma en cuenta los intereses de la deuda) es tan alto que el panorama en conjunto vuelve a ser desesperanzador. El déficit financiero no va a empezar a bajar hasta el 2024 según las proyecciones del Banco y por ello es que en conjunto "la proyección de crecimiento del Banco Central en enero, ya no es alcanzable".
— Las medidas que ha tomado el Banco en meses anteriores han logrado mantener la inflación estable y por eso, para que se quede así viendo el panorama que tenemos delante, es que al finalizar la conferencia Cubero anunció que la Junta Directiva del BCCR acordó ayer otra reducción en la Tasa de Política Monetaria (TPM), para ubicarla en el 4% anual a partir del día de hoy, 23 de julio.
— Esta es la cuarta rebaja de este año y busca seguir estimulando los créditos en colones para generar más movimiento de la moneda en el mercado y que la inflación no suba mientras la economía se reactiva. Ese sería el panorama ideal pero no está exento de riesgos...
— Si se siguen presentando choques y fluctuaciones en los precios del petróleo... y si la situación económica de nuestros socios comerciales no mejora... y si la crisis en Nicaragua se recrudece... y si las tensiones internas y las huelgas continúan en el país... y si el Gobierno no cumple con las metas de recaudación para este año... el panorama podría empeorar.
— Por eso hay que estar atentos y pendientes a ver qué tanto nuestros bolsillos van a sentir —y sufrir— en los próximos meses. Los mantendremos informados.
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