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— El viernes de la semana pasada el Gobierno anunció que había logrado alcanzar un acuerdo con los dirigentes de Japdeva para darle salida a los 900 empleados que deberán ser recortados en el corto plazo.

— El anuncio se dio luego de que la presidente ejecutiva de Japdeva, Andrea Centeno Rodríguez, reconociera en el programa Matices que la empresa tiene dificultadas para pagar su planilla y requiere ₡2500 millones mensuales para evitar la quiebra.

— El acuerdo da a los trabajadores de Japdeva varias opciones para no irse “con las manos vacías” a un mercado laboral ya de por sí desalentador. Entre las opciones está el retiro adelantado para aquellos trabajadores de más de 55 años y 25 de cotizar, ocho salarios para trabajadores que ganen menos de un millón de colones, y cuatro salarios para trabajadores que ganen más de un millón, en ambos casos adicionales a las prestaciones y cesantía correspondientes.  Además, el Gobierno recordó a los trabajadores que todavía existe la posibilidad de realizar traslados a otras instituciones del Estado —medida que ha sido poco exitosa

— El Gobierno no tardó ni dos días hábiles en enviar el proyecto de ley a la Asamblea Legislativa para materializar el acuerdo con Japdeva, mientras desde el Ministerio de Hacienda aseguraron que presentarían el presupuesto extraordinario requerido lo antes posible, sin embargo, el acuerdo fue rechazado con la misma velocidad por las bases del Sindicato de Trabajadores de Japdeva (Sintrajap).

— El rechazo de Sintrajap al acuerdo con el Gobierno se basa en que ellos insisten que la situación actual es culpa del Gobierno por asignarle a APM Terminals el 70% de las embarcaciones que llegan al Caribe. Antonio Wells, secretario ejecutivo de Sintrajap, así lo señaló a CrHoy:

Lo que aquí ha pasado es producto de unas directriz del MOPT. Incluso, atropellando la ley de Japdeva. Por eso estamos como estamos. Sin carga. Sí manejamos carga, pero no mucha. Ese es el panorama que tenemos. Eso es lo que ha generado todo el desempleo y el descontento en Limón (…) Todo esto es causado por el Gobierno. Los trabajadores no tienen culpa de nada. Si no nos hubieran quitado la carga, estaríamos normalmente sosteniendo la planilla y sin ninguna amenaza de desempleo para nadie.

— La situación de Japdeva, aunque era una muerte anunciada y previsible por cualquier persona, se vio agravada este año ya que en su actual presupuesto solo se incluyó una disminución en sus ingresos (por la entrada en funcionamiento de APM Terminals) del 21,6%, pero la realidad es que desde que el MOPT giró la disputada directriz los ingresos de la empresa han caído en un 79,3%.

— El problema para el Gobierno es que, a menos de que cambie de posición y haga una redistribución de los barcos que llegan al Caribe para generarle más ingresos a Japdeva, la empresa ya no tiene los recursos para cubrir los gastos mensuales y además no cuenta con los recursos financieros para ejecutar la liquidación de los 900 trabajadores, un problema que heredó esta administración del Gobierno pasado.

— Recordemos que Japdeva está en esta situación, en parte, porque los $16 millones que había asignado el Gobierno de Laura Chinchilla para la liquidación de 900 funcionarios de la empresa se utilizaron en la compra de dos grúas Post-Panamax, que fueron parte del acuerdo entre el Gobierno de Luis Guillermo Solís y el Sintrajap para levantar la huelga de Japdeva que se extendió por 43 días a finales del 2014.

— Después del acuerdo con el Gobierno, la Junta Directiva de Japdeva tomó la decisión de comprar las dos grúas en octubre del 2015, estas llegaron a Limón en agosto del 2017, empezaron a ser utilizadas —después de múltiples fallos— en febrero del 2018 y para diciembre del 2018 operaban a media capacidad, para tan solo tres meses después ver como el 70% de la actividad portuaria del puesto pasaba a manos de APM Terminals. ¡Toda una inversión pública exitosa! #Sarcasmo

— Por otro lado, no podemos olvidar que, en el último mes, Japdeva ha acordado con el Gobierno asumir barcos que debían ser atendidos por APM, ante fallas en la nueva Terminal de Contenedores de Moín que estaban generando atrasos a las embarcaciones.

— Si bien estas fallas de APM le han dado un respiro momentáneo a las finanzas de Japdeva —y probablemente son la razón por la que no quebró en abril, como había anunciado Greivin Villegas, predecesor de Centeno— no podemos dejar de preguntarnos ¿Qué pasara cuando el Gobierno reduzca la planilla de Japdeva en ese 80% y se dé algún otro imprevisto con APM? ¿A quién va a recurrir el Gobierno para que los salve? O ¿Quedaran las exportaciones e importaciones del Caribe en manos de que la suerte no le depare más complicaciones a APM Terminals?

— Mientras tanto en la Asamblea Legislativa el proyecto de “rescate” de Japdeva no fue recibido de buena manera, ya que los diputados de la provincia de Limón consideran que las medidas del Gobierno llegan tarde, y aseguraron a La Nación que se tomarán su tiempo para analizar los proyectos porque la actual urgencia de Zapote no es urgencia en Cuesta de Moras, lo que evidentemente no es un buen augurio para la velocidad en que estos proyectos vayan a avanzar en la Asamblea.

Esta nota es parte del Reporte: De Aldesa, Japdeva y un incómodo reportaje sobre el aborto.