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— Los escándalos se están trayendo abajo la imagen pública de quienes, hasta hace un par de meses, eran los actores mejor valorados por la ciudadanía costarricense.
— Así lo señaló el Informe de Resultados de Estudio de Opinión Sociopolítica del Centro de Investigación de Estudios Políticos (CIEP) de la UCR, publicado este miércoles, que nos acerca a la percepción ciudadana de los convulsos últimos meses, llenos de plan fiscal, escándalos de acoso y abuso sexual y discusiones sobre armas y vacunas.
— El informe es el resultado del análisis de 998 entrevistas telefónicas aleatorias, realizadas a personas mayores de 18 años los días 25, 26 y 27 de marzo del presente año, ejecutadas de 9 de la mañana a 8:30 de la noche; presenta un nivel de confianza del 95%, y un estimado de error muestral de ±3,1 puntos porcentuales.
— En él se nos revela el impacto que los escándalos por acoso y abuso sexual en los que dos de los actores mejor valorados hasta ahora, el expresidente Óscar Arias Sánchez y la Iglesia Católica costarricense, se han visto inmiscuidos en los últimos meses.
— Así, el caso de la Iglesia resalta por haber mostrado una disminución de casi un punto (0.9) en su calificación promedio para llegar apenas a una nota de 5.5. Aunque la valoración ciudadana de la Iglesia ya había venido experimentado una tendencia decreciente, esta se agudiza con la caída reportada en este informe.
— La imagen de Arias (que desde 2014 se mantenía entre las primeras dos figuras políticas con mayor buena calificación en las encuestas del CIEP, con una valoración promedio de 6 mostró en los últimos meses un descenso significativo, pues en esta ocasión, su nota promedio es de 5.1, convirtiéndolo en la mayor caída de la serie.
— Otro tema que destaca es que el desconocimiento acerca de las figuras políticas que dirigen a nuestro país es alarmantemente elevado, pues aunque Carolina Hidalgo, presidenta de la Asamblea Legislativa, es una de las figuras políticas mejor calificadas, el conocimiento que tiene la población de ella es muy bajo, con apenas un 31,3%.
— Lo mismo sucede con Fernando Cruz, presidente de la Corte Suprema de Justicia, a quien lo conoce solo un 27,1% de los encuestados; el presidente del TSE, Luis Antonio Sobrado, a quien lo conoce el 39,2% y el vicepresidente de la República, Marvin Rodríguez, a quien lo conoce nada más un cuarto de la población (25,9%).
— El tema, que nos demuestra que en serio necesitamos reforzar nuestras clases de actualidad en todos los estratos, representa un verdadero reto para la democracia nacional.
— Para empeorar las cosas, instituciones pilares de esta democracia son las que más baja calificación tienen frente a la ciudadanía: la Sala Constitucional apenas llega a un 5,9, la Asamblea Legislativa se estanca en un 4,8 y los partidos políticos son a los que peor les va, con un 3,6. Las instituciones mejor valoradas, por su parte, siguen siendo las universidades (públicas y privadas), el OIJ y el ICE.
— Al que no le fue tan bien, a su vez, fue al presidente Carlos Alvarado quien, a pesar de que logró que las opiniones negativas en su contra dejasen de sumarse, todavía no logra levantar hacia una imagen favorable y se queda con un 27% de opiniones a su favor, al mes de marzo de este año.
— Para finalizar, el CIEP nos revela que la valoración del rumbo del país muestra el mismo comportamiento que las de la presidencia, pues las opiniones negativas siguen siendo mayores a los mostrados al inicio del segundo año de la administración Solís Rivera y las percepciones positivas no mostraron una variación realmente significativa (13% en noviembre y 16% en la actual).
— Esperemos que esa percepción ciudadana, mayoritariamente negativa hacia todo el mundo, sea tema en el Consejo de Gobierno de este jueves pues, más que desfile y demás, si está difícil alcanzar una ciudadanía activa si no se eleva el grado de conocimiento y de confianza en nuestros actores políticos.
Bonus Track: Oposición a tenencia de armas sin control y apoyo a vacunas destacan en opinión de los ticos.
Esta nota es parte del Reporte: Johnny y Celso a juicio mientras los escándalos tumban la imagen de políticos e instituciones.