— Antes de El Cementazo nadie podía imaginar que en cuestión de meses la Sala III quedaría completamente desmantelada. Bueno, casi (no se pierdan el punto 2 del reporte...).

— Primero salió la ficha más mediática: Celso Gamboa. Fue despedido por la Asamblea Legislativa en abril pasado y desde entonces advirtió que no estaba dispuesto a que la responsabilidad cayera solo sobre sus hombros. No tuvo que esperar mucho para compartirla...

— El lunes pasado partió Carlos Chinchilla (quien era, además, presidente del Poder Judicial). Tras el escándalo de la semana pasada se acogió a la pensión de inmediato aplicando el apague y vámonos. Eso sí, ese mismo día le metió un juicio al Estado como mandándole un último cariñito a sus excompañeros de la Corte Plena.

— El miércoles la que anunció su retiro fue Doris Arias (presidenta de la Sala III) quien informó al país que en noviembre próximo (cuando se vence su nombramiento) se acogerá a su pensión de lujo —recordemos, un derecho adquirido— a los 56 años. Dio a entender que ella de por sí desde el principio solo se propuso ser magistrada por 8 años...

— Esto, naturalmente, resulta difícil de creer cuando a) era público y notorio que los diputados no le iban a dar la reelección en noviembre y b) pasará a la historia como la primera magistrada que soñó con ejercer el puesto únicamente por 1 periodo...

— Ahora bien, si Arias hubiese dejado las cosas así se habría agenciado una salida más “digna” que la de Carlos Chinchilla, pues ella al menos completaría el periodo de su nombramiento. Con dos meses de suspensión, sí, pero terminando el mandato.

— Sin embargo, como supimos el propio miércoles, se le ocurrió que iba a ser una buena idea solicitar medidas cautelares contra la sanción que le interpuso la Corte a ella y a sus compañeros el lunes pasado (ya no una amonestación escrita, sino dos meses de suspensión).

— Todo el Poder Judicial arqueó la ceja ante una serie de eventos más que inusuales que rodearon la decisión de Arias. Primero, ¿por qué Doris presentó la solicitud de medidas cautelares a las cuatro de la mañana? Segundo, ¿por qué el juez interino que cubría el turno (Alcevith Godinez Prado) le resolvió favorablemente a Doris en tiempo relámpago —menos de media hora— cuando la sanción de la Corte ni siquiera está redactada y notificada?

— Aquellos que se animaron a decir “no hay nada de extraño” se tuvieron que arrollar los párpados cuando supieron que ayer sucedió algo que va más allá de lo extraño y lo insólito para superar la esfera, incluso, de lo absurdo.

— Créamelo: usted le pide a Mario Moreno Cantinflas en la cúspide de su creatividad que una fuerzas con el mejor Chaplin y con todos los que pusieron cara a cuanta película de los Tres Chiflados se filmó y no logra dar con suceso semejante.

— Resulta y sucede que la magistrada suplente María Elena Gómez decidió también solicitar medidas cautelares y, muy a pesar de que las medidas cautelares responden por excelencia a un principio de “urgencia” (que habría que debatir breve y distendido si aplica en este caso) decidió esperarse —también— hasta la madrugada... hora en que el propio Alcevith recibió y aprobó la solicitud, tal y como lo había hecho con Doris un día antes.

— Entonces sí: se encendieron todas las alarmas y la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción abrió al dedo una causa penal por el presunto delito de prevaricato para investigar las medidas cautelares diligentemente firmadas por Godinez.

— En horas de la tarde visitaron el despacho del juez y procedieron a secuestrar documentos para luego informar a la ciudadanía que “Por seguridad en la preservación de la prueba, la Fiscalía ha dispuesto que no se puede detallar sobre la evidencia localizada ni en aspectos adicionales del proceso penal”.

— A ver si nos estamos entendiendo: esto es serio. Muy serio. La crisis en la Corte Plena está llegando a otro nivel. Pero, como si la cosa no fuera ya lo suficientemente delicada... minutos después de que supimos que el OIJ levantaba papeles en la oficina del juez trascendió una noticia todavía más delicada: la Fiscalía General de la República informó que abriría una causa contra Doris Arias por presunto delito de tráfico de influencias.

— En dos platos: éramos muchos y parió la abuela. Y la bisabuela. Y la tatarabuela. El grado de incendio que maneja la Corte Plena en este momento es ya no bochornoso y preocupante es crítico. Y, si por la víspera se saca el día, el panorama solo se seguirá complicando en distintos frentes al mismo tiempo. ¿Quién gana con esto? Absolutamente nadie. Lo cierto es que vendrán semanas y meses muy, muy complicados...

— A fin de terminar el recuento de los daños inmediatos nótese entonces una vez más que: se fue Celso, se fue Carlos y se va Doris. José Manuel Arroyo ya se había ido (previo al Cementazo y según dijo en su momento amenazado por Celso). Así las cosas de 5 puestos titulares de pronto tenemos 4 vacantes y solo un magistrado propietario “a salvo”: Jesús Ramírez. Para conocerlo mejor, pase por favor a nuestro punto #2...

— Bonus track: ¿Se imaginan que a alguien más se le ocurriera ir a pedir a aquel mismo juzgado que le den cautelares contra su sanción y no sé... que le tocara otro juez y... no sé... que se lo haya rechazado por inadmisible como corresponde? Yo me lo imagino y pienso: ¡qué ameno sería!

Hidden track: Más motivos para cuestionar las andadas de la Corte en Barbas en Remojo. No se lo pierda.

Esta nota es parte del Reporte: Crisis en la Corte empeora, Navas investiga a magistrada de la Sala Tercera del 20 de julio del 2018