El proyecto vulneraba a unas 14 nacientes de agua, pertenecientes a La Gruta en Belén de Heredia.

El pasado 19 de diciembre, el Concejo Municipal de Belén aprobó iniciar el proceso de nulidad de los permisos otorgados a un proyecto hotelero que aparentemente vulneraba unas 14 nacientes de agua, pertenecientes a la calle La Gruta, una zona de importancia ecológica en el cantón.

Ante las solicitudes y exigencias de la comunidad, las autoridades del gobierno local decidieron frenar la decisión, tomada en 2018, y la cual pretendía reducir el área de protección de estas nacientes, a través de un cambio en el uso del suelo.

A través del proyecto Kioscos Socioambientales de la Universidad de Costa Rica, el regidor belemita, Ulises Araya Chaves, señaló que ese cambio en el uso de suelo no contaba con los fundamentos de justificación necesarios y que se encontraban bajo nulidad, debido a que el Plan Regulador vigente protegía la zona donde se encuentra el tubo de flujo de la naciente.

Araya Chaves también agregó que este fue un procedimiento previsto en la Ley General de la Administración Pública y que fue basado en el criterio MB-013-2023 del asesor legal externo del Concejo Municipal de Belén, Luis Antonio Álvarez Chaves.

Según señaló el regidor:

Hoy sabemos que ese acto fue absolutamente ilegal y el Concejo Municipal, al declarar la nulidad de los actos iniciará el procedimiento no solamente para derogar los usos de suelo que se le emitieron a un privado para construir en algún momento un hotel, sino que también va a anular todos los actos administrativos que originaron esa ilegalidad y buscará sentar cuentas.”

En la zona que se buscaba realizar el proyecto también hay dos zonas boscosas importantes para la comunidad. Se trata del Bosque de la Negra y de otros terrenos boscosos propiedad de la Municipalidad, en donde se dio el asentamiento de los primeros pobladores de la zona, los cuales fueron indígenas huetares.

El regidor afirmó que la comunidad de Belén ha velado por proteger las nacientes del cantón y por proteger el agua de las presentes y las futuras generaciones.

Según Araya, el freno al proyecto refleja en la lucha que los vecinos mantienen en pie contra otros proyectos urbanísticos que amenazan a esta zona y su recurso hídrico, pues también hay iniciativas que quieren construir cerca del manantial de La Gruta y las nacientes del bosque de La Negra