Este año parece que el modo diciembre llegó adelantado. El modo diciembre se caracteriza por esa alegría en el ambiente, días soleados pero ventosos, noches deliciosamente frescas, antojo de tamales y empezar a anotar los pendientes para enero del 2024.

Los abogados sabemos que es poco probable que los casos avancen en el mes de diciembre. Los despachos y oficinas públicas están ocupados en decorar, organizar el amigo invisible, la fiesta, desayunos y actividades y el tiempo que queda, se le dedica a los urgentes que nunca faltan.

Las disposiciones laborales no se van de vacaciones en esta época, así que recordemos algunos aspectos relevantes:

  • Si a alguien no le gusta la Navidad, le deprime, no quiere decorar o participar de actividades, se le respeta. Obviemos el choteo o bromas pesadas sobre su decisión, calificándolo de exagerado, ridículo, amargado o Grinch.
  • Tomemos en cuenta que, en la medida de lo posible, el centro de trabajo debe ser un lugar laico.
  • Incluyamos en las dinámicas a todas las personas, por ejemplo, el Amigo invisible, para no discriminar a nadie.
  • Hablando de intercambio de regalos, consideremos las condiciones de todos y pongamos límites realistas a los costos de los regalos. Como todos sabemos, la intención es lo que cuenta.
  • Conversemos con los trabajadores que pagan pensión alimentaria, porque en diciembre pagan doble pensión por el aguinaldo y en enero, doble pensión por el salario escolar y podemos encontrar opciones para que el salario no les llegue en cero.
  • Recordemos que la mayoría de las empresas tienen políticas estrictas sobre el consumo de alcohol o llegar bajo su influencia a trabajar. Entonces ¿para qué facilitamos licor en una actividad de empresa? Y si aun así lo hacemos, al menos moderemos el consumo por persona.
  • Es una fiesta de empresa, pero no una catarsis colectiva. El ánimo fiestero no justifica conductas como acoso sexual, conductas inapropiadas o violentas.
  • La póliza de riesgos del trabajo cubre cualquier accidente o eventualidad en la fiesta o paseo, pero solo de los trabajadores. Si ellos acuden con familiares o amigos, estos no están cubiertos.
  • Procuremos incluir diversiones que no puedan tener efectos negativos sobre el personal. Apuestas, actividades físicas de riesgo o competencias de consumo de licor no deberían tener lugar en eventos laborales.
  • Algunas empresas solicitan a animadores, DJs, cómicos, etc, moderar su lenguaje o abstenerse del uso de lenguaje discriminatorio.
  • Después de las fiestas, a veces se generan chismes, de si viste a éste con aquella, que si pasó tal cosa, que si esto o lo otro. Tomemos las acciones necesarias, entrevistando a todos los involucrados, para dejar claro que la empresa no tolera esas conductas.

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