La forma de pago del salario ha ido evolucionando con el tiempo. Hemos pasado del pago en fichas o vales, a la entrega en dinero en efectivo, luego al cheque y hoy en día, al depósito del salario en la cuenta bancaria que el patrono abre para el trabajador apenas inicia la relación laboral.

El efectivo exponía al trabajador a los riesgos de robo. Cuando el salario se pagaba en cheque, muchos patronos otorgaban tiempo al trabajador para ir al Banco a cambiarlo, con las interrupciones laborales y largas filas que eso significaba.

Ahora, para evitar esos contratiempos, en muchos lugares de trabajo hay cajeros automáticos, donde el Trabajador, si lo desea, puede retirar los montos que requiera.

En este caso, por razones que se desconocen, el cajero tuvo un error de funcionamiento o programación y triplicó los montos que las personas pedían al hacer un retiro.

Entonces, si usted, por ejemplo, retiraba 100, el cajero le entregaba 300, aunque el saldo no cubriera ese retiro. Nadie denunció esta situación ante la empresa.

Unas semanas después llegó una carta del banco al patrono explicando lo ocurrido.  Según el banco, más del ochenta por ciento de los trabajadores habían retirado todo el salario depositado más el adicional que el cajero estaba entregando por error. Personas que nunca usaban el cajero, lo usaron ese día y los usuarios frecuentes, lo usaron muchas veces más de lo usual.  El informe incluía nombres, cédulas, montos, cantidad de retiros, videos. Todo.

El banco le pedía a la empresa tomar cartas en el asunto. Pero, a ver: la relación era entre el banco y cada trabajador. ¿Por qué el Banco no contactaba directamente a cada uno de sus clientes? La empresa no tenía vela en ese entierro ¿O sí?

Se decidió partir de la buena fe que debe regir en toda relación laboral. Se informó al personal de lo ocurrido, de la solicitud del banco, y de las pruebas. Se les pidió ponerse en contacto con el Banco y devolver los montos retirados demás a la mayor brevedad.

Se dio un compás de espera de un par de semanas y se preguntó al Banco cómo iba la cosa.  Solo algunos devolvieron el dinero. Ahora sí. ¿Qué hacer?

Se entrevistó al personal. Algunos alegaron que no se dieron cuenta. Esto era prácticamente imposible, porque la cantidad de dinero o la inexistencia del saldo que soportara el retiro lo hacía evidente. Otros asumieron convenientemente que era un bono de la empresa del que nunca existió comunicación alguna. Unos pocos reconocieron que no podían devolverlo porque ya lo habían gastado o lo usaron para abonar a sus deudas.  No faltaron los que decidieron hacerse los rusos

Sí, es un asunto personal, algo entre terceros (el Banco y el trabajador), pero ¿cómo obviar lo ocurrido? ¿No sería esto motivo de pérdida de confianza? Es que no es un chisme. Estaba toda la evidencia. El daño era al Banco, pero no a la empresa.

¿Quería la empresa mantener en su planilla personal que, sabiendo que claramente había un error, había sacado más dinero de la cuenta y no había denunciado la situación? ¿Y si el personal involucrado era además personal de confianza, ejercían jefaturas o tenían a cargo temas financieros? ¿Qué hacer?

Spoiler: Se procedió a los despidos con responsabilidad en los casos más graves. Los demás se quedaron, pero claramente, nunca fue lo mismo.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.