Cuando APM Terminals decidió venir a Costa Rica a invertir $1 billón para construir y operar una obra de primer mundo —la más grande desde que se construyó el ferrocarril al Atlántico— valoró su estabilidad política, el talento humano y, en especial, la seguridad jurídica que ofrece el país.

Amparados en un contrato negociado y firmado con el Estado costarricense, construimos una obra de infraestructura portuaria moderna, segura y dotada de tecnología de punta, que ha abierto una puerta al comercio internacional, y coloca al país en un lugar estratégico en la región en términos de oferta en tráfico marítimo. De acuerdo con el último Informe de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, el país dio uno salto de diez puntos en cuanto a eficiencia portuaria, pasando del puesto 89 al 79. ¡Y seguiremos creciendo para cumplir con Costa Rica!

El punto de partida fue la construcción de una isla artificial de 40 hectáreas, basados en un plan maestro de JAPDEVA diseñado y – posteriormente- ejecutado por un equipo de expertos de reputación mundial, con amplia experiencia en proyectos similares o más grandes; un reto de ingeniería y de sostenibilidad sin precedentes. Gracias a la profundidad de los puestos de atraque de la TCM, Moín recién recibió, por primera vez en su historia, al MSC Sara Elena, un buque con 300 metros de eslora que puede transportar 8.800 contenedores.

La inspección de la isla, que se realiza desde el arranque de la obra,  está a cargo de empresas independientes de reconocida trayectoria que mantienen un monitoreo permanente, además de la supervisión que realiza el Consejo Nacional de Concesiones (CNC) como órgano responsable por parte del Estado. Hasta el día de hoy, no ha habido hallazgo alguno que comprometa la seguridad de la isla ni de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM). Siempre cumplimos con el país siendo responsables y transparentes.

Nuestra carta de navegación es clara, pública, transparente y  legal. Es el contrato que se firmó en febrero del 2012, en el cual se estableció que las tarifas tenían que responder a un equilibrio financiero para la empresa inversionista.  Esto es, precisamente, la esencia de la figura de concesión;  el país es dueño de una obra de infraestructura moderna y necesaria para su desarrollo económico,  y el concesionario retorna su inversión mediante las tarifas, en una alianza donde ganan las dos partes

En ese contexto, hace pocos días APM Terminals solicitó un incremento de las tarifas de inspección de contendedores y de cabinas de contendores, justificada en la petición hecha por la Dirección Marítimo-Portuaria del MOPT para que la revisión de contendores se hiciera al 100%, incluyendo las cabinas, lo cual, como es de esperar, implica un costo no contemplado, pues la TCM está preparada para hacer esa labor de manera semi automática, amparados en los estándares de seguridad de una Terminal como la de Moín. El CNC rechazó nuestra solicitud, pero seguimos en la mesa de negociación y el diálogo dentro del marco del contrato, con apego a nuestros valores corporativos. Tener diferencia de criterios entre el gobierno y una concesionaria con 74 puertos en todo el mundo, es algo normal desde nuestro punto de vista.

El compromiso con Costa Rica lo hemos asumido con solidez y responsabilidad, y de ello ha sido testigo el país. Cuando estuvimos en la curva de inicio de operaciones, la compañía movilizó y puso a disposición su experiencia y recursos  para solucionar los retos iniciales con el menor impacto para los usuarios de la Terminal.

Es claro que con el inicio de operaciones de la TCM se inauguró un nuevo paradigma en la logística portuaria que teníamos, lo cual ha motivado a voces de provenientes de algunos sectores a utilizar imágenes e información falsa, y en algunos casos manipulada, para decir que la isla está mal construida o que la compañía está recibiendo barcos de tamaños o diseño no contemplados en el contrato. Ambas afirmaciones pueden ser contrastadas con la realidad. La TCM opera apegada al contrato de concesión.

Hoy hay mil limonenses certificados en diferentes áreas que  trabajan en la TCM con un desempeño de primer nivel, muchos de los cuales se han preparado en diferentes partes del mundo. Precisamente, en los próximos días viajará un grupo de ellos a entrenar a otros colegas a Italia para asumir diferentes tareas en la Terminal de Vado. Potenciamos el talento humano costarricense.

Somos un operador mundial y formamos parte del grupo logístico marino-terrestre más grande del mundo, que apostó por ser un aliado de Costa Rica en su desarrollo económico, regidos por el respeto a la legalidad, la transparencia y el diálogo abierto con todos los sectores de interés para nuestra operación. Y en esto, también le  estamos cumpliendo a Costa Rica.

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