Una de los nombramientos del gabinete de Carlos Alvarado que generó mayor expectativa en lo que a economía refiere fue el de Rodrigo Cubero como presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR). El presidente de esta institución tiene una gran influencia sobre cuáles van a ser las metas de inflación, cómo se va a manejar la política monetaria del país y lo que todos los agentes económicos quieren saber: cómo se va a comportar el tipo de cambio.
En una entrevista a La Nación, Cubero abordó su pensamiento sobre la realidad de la economía nacional, el déficit fiscal, las colocaciones de deuda del ministerio de Hacienda y su posición sobre la flexibilidad cambiaria, entre otros. En cuanto a la desaceleración del crédito, explicó que esto se debe a un problema de expectativas de los agentes económicos, quienes aplazan sus decisiones de inversión (como la compra de un carro o una casa) a la espera de una solución al déficit fiscal.
Destacó también el repunte de la actividad de la construcción y la dispersión intersectorial de la actividad económica, como unos sectores de la economía están creciendo como el caso de la construcción, mientras que otros como el agro se desaceleran. Expresó también que existe una “feliz coincidencia” en la colocación de deuda a nivel nacional para el segundo semestre, ya que el BCCR no tiene necesidades grandes de liquidez en los próximos meses y le va permitir captar a Hacienda la gran cantidad de recursos que requiere.
El punto clave de la entrevista fue su posición sobre el manejo del tipo de cambio en nuestro país:
(…)creemos que el nivel de flexibilidad del tipo de cambio debe ir aumentando gradualmente, debe ir aumentando paulatinamente y en esa dirección nos vamos a mover
Desde hace 10 años, el BCCR viene migrando hacia un régimen de flotación “libre”: entre menos se intervenga en el mercado cambiario, menos se van a afectar los agregados monetarios y esto va a permitir un mayor control de la inflación. En pocas palabras, van a dejar de “sostener” artificialmente el tipo de cambio para que efectivamente siga las condiciones de mercado; las personas van a incorporar a su decisión sobre si pedir el crédito en dólares o colones que el tipo de cambio varía y no debería estar pegado en 570, para así dejar de endeudarse tanto en moneda extranjera y reducir el riesgo cambiario del sistema financiero nacional. Además, le quita al BCCR el dolor de cabeza de estar lidiando con una falsa estabilidad cambiaria para concentrase más en el control de precios.
Don Rodrigo: el mercado financiero nacional le agradece la claridad con la que expresó sus ideas sobre el manejo del tipo de cambio y tasas de interés, la cual va a llevar a una mejor toma de decisiones de inversión. La transición real a una mayor flexibilidad gradual al tipo de cambio debió tomarse desde hace años y era necesario que el BCCR mostrara una mayor independencia política.
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