Edición Especial: María y Arantxa #NoViajabanSolas

—  Nunca nunca suelo hacer un post tan grande ni mucho menos suelo abrir mis sentimientos y dejar que otros vean el cómo me siento por acá pero simple y sencillamente no puedo quedarme callada.

— ¿Saben quién es la chica de la foto? ¿No? La chica de la foto es Maria Trinidad Mathus Tenorio (Mar) (Marmaid), quien hace unas semanas me mandó el follow en Instagram dónde yo suelo subir mi trabajo de foto.

— A los días que le di follow back, me comentó que le gustaban mis fotos, que tenía pensado venir a CR y que le gustaría hacer un par de fotos conmigo a lo que obvio reaccioné super emocionada y le dije que sí.

— Compartimos por varios días mensajes, likes y respuestas a las historias. Le había comentado que me avisara cuando estuviera en San José o lo más cerca para poder ponernos de acuerdo y tirar un par de fotos.

— Apenas el día de ayer leí la noticia de las 2 extranjeras asesinadas este fin de semana. Cuando leí mexicana, 25 años y el nombre Maria me asusté y me dije, mae, un momento; no puede ser. Me metí a su Instagram y vi que desde hace unos días no publicaba nada, no subía nada a su historia.

— Sí. Era ella. Es ella. Es a Mar a la que asaltaron, violaron y asesinaron este fin de semana. Es la misma chica que se puso en contacto conmigo desde que estaba en México...

— Mar te lo digo con el corazón roto en mi mano, sin conocerte personalmente ni más allá. Yo voy a ir a gritar tu nombre, a pedir justicia por vos y por todas las chicas a las que las han dejado sin voz.

— Siento pena, siento dolor aún así sin conocerte, siento rabia, siento miedo porque justamente este fin de semana mi hermana andaba en Santa Teresa, siento miedo porque mi sobrinita también andaba en la playa. Me pongo a pensar y a maquinar ¿y si hubiese sido mi hermana? ¿Mi sobrina?

— Viva me quiero. Viva nos queremos todas las mujeres. Estoy harta, asqueada de tener ese miedo hasta por salir sola a la calle. Quiero que esto se detenga ya, quiero que pare ya.

— Mel Brenes.

— Se puso de nombre Sirena, como si supiera que las olas la verían desvanecerse y acariciar en sus últimos minutos de vida.

— Se me estremece el corazón, siento náuseas. Quisiera tener la fuerza para acabar con la violencia, con el abuso, con la frialdad con que dos hombres violan y matan a una chica por sus impulsos asquerosos y nutridos por la tóxica masculinidad.

— Yo levanto mi voz por vos.

— La última publicación de Facebook de María Trinidad fue para denunciar una situación de abuso, un intento de violación que sufrió hace años.

— Hoy María Trinidad no está más. La mataron. La mató en Costa Rica un hijo de este sistema de porquería que se creyó con el derecho de hacerlo. Me lleva.... Qué impotencia tan tremenda.

— Qué desgracia tan grande saber que muchas veces me ha pasado por la cabeza que podría haber sido yo, mi hermana, mis primas, mis amigas. No lo hemos sido y a la vez sí, porque de alguna manera alguien, en algún momento, se ha sentido con el derecho de acosarnos. Nos ha pasado a todas.

— Mónica Fallas Alpizar.

— Nos toca revisarnos todas y todos, la violencia contra las mujeres la reproducimos todas las personas y solo reconociéndolo podríamos cambiar algo, los patrones de comportamiento machistas nos cruzan nuestros hábitos, nuestros discursos. No solo es que las mujeres vivimos en peligro de que nos maten dentro o fuera de nuestras casas, es que la manera en que se ensañan sobre nuestros cuerpos con insultos, “piropos“, miradas lascivas, tocamientos, violaciones y torturas denota la misoginia profunda, estructural, generalizada, un desprecio por nuestras vidas como mujeres en el que todas las personas vivimos inmersas y por tanto reproducimos y que si lo cruzamos con las discriminaciones por raza, clase, origen... toda esa violencia se recrudece. ¡Qué dolor y qué miedo!

— Rebe Arguedas.