"Cuando la ley y la moral se contradicen una a otra, el ciudadano confronta la cruel alternativa de perder su sentido moral o perder su respeto por la ley."
— Frédéric Bastiat
Con nuestros votos no cuenten, #PensionadosDeLujo.
Ustedes, pensionados de lujo, no tienen derecho a enojarse cuando alguien les explica que lo que hacen, al llevarse a su casa, todos los meses, más dinero del que se merecen — de acuerdo con los aportes que realizaron para su pensión— , representa un robo legal. Como sanguijuelas (ver diccionario de la RAE), le sacan poco a poco el dinero a los demás para alimentar sus privilegios inmorales.
El ser despreciados, con justa razón, —por quienes se ven obligados a pagar sus millonarias pensiones— y el ser señalados públicamente como sanguijuelas de la sociedad es el pequeño precio que pagan por beneficiarse, de manera inmoral e injusta, de la perversión de la ley y de la corrupción legalizada.
Como hemos explicado reiteradamente, nadie está obligado a robar legalmente a sus conciudadanos y puede dejar de hacerlo, si así lo desea, en este momento.
Simplemente, el pensionado de lujo arrepentido debe sacarle punta al lápiz y calcular cuánto dinero que no es suyo se lleva para su casa —gracias a privilegios inmorales e injustos— y escribir una carta de un párrafo, ponerle la firma y entregarla en el Ministerio de Hacienda. Eso es todo.
Lo que resulta escandaloso, teniendo claros los puntos 1, 2 y 3, —y existiendo una solución tan sencilla como 4—, es que el 99% de los pensionados de lujo se esfuercen por inventar excusas ridículas y desagradables para justificar lo que no se puede justificar: continuar robando legalmente.
El otro 1%, que es el más patético y agresivo, es como el pensionado de lujo Miguel Gutiérrez-Saxe, a quién no se le ocurrió una mejor manera para defender sus inmerecidos privilegios que recurrir a insultos y hacer señas vulgares frente a testigos —sus familiares— en el Salón de Expresidentes de la República de la Asamblea Legislativa, justo después de la presentación del documento del "Acuerdo Nacional", del cual él fue uno de sus coordinadores. ¡¡Qué triste!!
A continuación, compartimos una pequeña lista de excusas frecuentes con que salen los pensionados de lujo para intentar, sin éxito, justificarse:
- Soy una persona superior a las otras y está bueno que le quiten el dinero a quienes menos tienen para pagarme mi pensión de lujo (complejo de #TicoConCorona...),
- No sabía que tenía una pensión de lujo y ni cuenta me di de que me la habían dado (sí, claro...),
- Trabajé muchos años (y le pagaron por hacerlo...),
- Estudié mucho (bien por usted, lástima que no le enseñaron la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal...),
- Hice cosas buenas (¿y eso le da derecho a robar legalmente?),
- Es un 'derecho adquirido' (Sí, gracias a que pervirtieron la ley para legalizar el saqueo),
- La heredé de mi esposo (no robó legalmente el esposo, entonces procedió a robar legalmente la viuda...),
- La ley la permite (claro, pero una ley inmoral que nunca debió existir y que abrió las puertas al saqueo legal y una redistribución injusta de la riqueza, donde antes no existía —Injusticia por diseño—),
- Es que mi pensión de lujo no es tan alta (no importa, si se está llevando un centavo más de lo que le toca, está robando legalmente...)
- Nunca me he robado nada (solamente legalmente con la pensión de lujo...),
- Es que, si me la bajaran, ya no me alcanzaría (pero no me importa que le quiten el dinero a quienes menos tienen para pagar su inmerecido privilegio...),
- Es que yo dono una parte a la beneficencia (claro, nada más fácil regalar el dinero de otros...)
- Es que ya me la rebajaron (en otras palabras, sigo robando legalmente, pero un poquitillo menos, como que si dejara de estar mal el robo legal porque el monto es menor...).
En conclusión, los pensionados de lujo no tienen derecho a enojarse cuando los señalen, al caminar por la calle, y les digan que viven como sanguijuelas de la sociedad, porque así es como lo hacen. Roban legalmente porque quieren y porque no les importa que sus privilegios inmorales contribuyan a agravar los problemas de pobreza, de desigualdad de oportunidades y el déficit fiscal, entre otros.
Al menos nosotros, tenemos muy claro que no es deseable que #PensionadosDeLujo que no tienen problema con perjudicar a quienes menos tienen, para beneficio propio, ocupen posiciones en el gobierno e instituciones que les permitan defender y aumentar sus privilegios y continuar sirviéndose de los demás, en lugar de servirles.
Ver: Presentación de Álvaro Ramos Chaves en Foro ¿Cómo acabar con las pensiones de lujo?
Por lo anterior, creamos, en la plataforma Change.org, la petición ciudadana #AcabemosConLasPensionesDeLujoYA, en la cual invitamos a los candidatos a la Presidencia de la República, Carlos Alvarado y Fabricio Alvarado, a firmar el compromiso público #CeroToleranciaCorrupciónLegalizada, mediante el cual asumirán los siguientes compromisos con todos los costarricenses:
- Apoyar todos los esfuerzos que contribuyan a eliminar —no recortar— las pensiones de lujo, a partir del primer día de su nuevo Gobierno.
- No nombrar en su gabinete, en puestos de confianza, en otros puestos del Gobierno Central o Instituciones Autónomas y Juntas Directivas a pensionados de lujo.
- Invertir el 100% de los recursos antes transferidos a los ticos con corona a programas que sirvan para ayudar al 100% de los costarricenses a escapar, de manera sostenible (no simplemente por una transferencia de dinero), de la pobreza y la pobreza extrema.
Hasta este momento los dos candidatos —que desde hace varias semanas conocen la petición ciudadana— han intentado ignorarla activamente y se niegan a firmar el compromiso.
Resulta inconcebible que —encima de que se niegan a firmar el compromiso de #CeroToleranciaCorrupciónLegalizada— los candidatos del PAC y de PRN han anunciado y celebrado las adhesiones de algunos de los más notables y distinguidos ticos con corona, en lugar de repudiarlos.
A tal nivel llega el descaro de los pensionados de lujo que incluso intentan colocar a sus lacayos en los más altos puestos de las futuras administraciones, para, con ello, garantizar que no se eliminen sus privilegios. El caso más claro ha sido el del pensionado de lujo Óscar Arias Sánchez, quien intenta colocar a Gerardo Corrales en el Banco Central de Costa Rica —a pesar de que él ha demostrado, reiteradamente, que de política monetaria y cambiaria no entiende nada—.
Seguiremos luchando en contra de estos privilegios inmorales e injustos, hasta acabar con ellos. Invitamos a todos los costarricenses a tomar acción y firmar la petición ciudadana para pedirle a los candidatos a la Presidencia de la República que se comprometan, antes del primero de abril, a poner en práctica la política de cero tolerancia a la corrupción legalizada.
Con nuestros votos no cuenten, pensionados de lujo.
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